Las otitis son muy frecuentes en niños, sobre todo cuando son pequeños. En algunos casos evolucionan y se complican, como cuando el oído supura. Hablamos entonces de otitis supurativas. Es una situación que suele alarmar mucho a los padres. ¿Qué hay que hacer? ¿Cómo se trata y qué puede suponer para el menor?
Hablamos con el Dr. Carlos de Paula, vocal de la comisión de Otología de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC), para que nos aclare todo ello.
Cuando el moco que hay en el oído se sobreinfecta, el tímpano se perfora y empieza a salir la secreción
¿Por qué el oído comienza a supurar cuando hay una otitis?
Los niños que tienen problemas en los oídos suelen sufrir las llamadas otitis seromucosas. Esto implica que hay una acumulación de moco tras la membrana del tímpano. "Cuando ese moco se sobreinfecta, el tímpano se perfora y empieza a salir la secreción, que es moco infectado, que sale del oído medio al oído externo", comenta el especialista.
Este tipo de otitis en que se ve que el oído empieza a supurar son muy frecuentes en invierno y hay dos causas que intervienen:
- Inmadurez de la trompa de Eustaquio: La trompa de Eustaquio es la encargada de eliminar el moco en el oído. Hasta los 12 o 13 años no va a madurar por completo para hacer de forma totalmente efectiva esa labor.
- Presencia de vegetaciones: Al haber vegetaciones, el moco se acumula en las vías altas y hay más posibilidades de que se sobreinfecte. Las vegetaciones son como un drenaje de la trompa de Eustaquio, que proporciona aire a los oídos. Cuando hay una obstrucción por las mismas, el riesgo de sobreinfección es más alto.
Además de estas dos causas, el Dr. Carlos de Paula cita la alergia a las proteínas de la leche de vaca y otro tipo de alergias a distintos alérgenos, como causas de las otitis supurativas.
¿Cómo es el tratamiento cuando hay otitis supurativa?
"Cuando el oído supura, hemos perdido la batalla, pero no la guerra", expone gráficamente el otorrinolaringólogo. Antes de que el oído supure, ante una otitis, el médico suele prescribir antibióticos que se toman por vía oral, pero una vez que el oído está supurando hay que pasar a otra línea de tratamiento: "Se pone un tratamiento tópico con gotas con antibiótico y corticoides".
Si estos episodios donde el oído supura se repiten con frecuencia, "hay que colocar drenajes hasta que la trompa de Eustaquio madura o hasta que se resuelve el caso", añade.
En cuanto a la limpieza de esas secreciones, hay que tener en cuenta que "los bastoncillos están contraindicados porque meten las secreciones hacia adentro. Lo recomendable es que el otorrino limpie la zona para que las gotas del tratamiento sean efectivas".
Lo habitual es que una vez que el oído ha supurado, remitan la fiebre y el dolor de tipo pulsátil que puede sentir el niño
¿Qué consecuencias puede tener para el niño?
Cuando el oído supura es porque ha habido una perforación del tímpano. Si estos episodios son muy frecuentes, puede haber una otitis crónica simple con perforación residual del tímpano, "que conlleva una pérdida auditiva de un 15-20%", advierte el experto de la SEORL-CCC.
No obstante, hay que tener en cuenta que, una vez que se restaura la perforación del tímpano, se recupera la audición. Eso sí, cuando este problema es recurrente y no se detecta, el niño puede perder audición y con ello "tener problemas en el colegio".
¿Hay alguna forma de proteger el oído? La recomendación es hacer lavados nasales con regularidad, que se incorporen en una rutina diaria, especialmente en los periodos más complicados. Se pueden hacer con suero fisiológico, o con preparados específicos de ácido hialurónico y xilitol.
¿Hay otras causas por la que el oído del niño puede supurar?
Al margen de la otitis, hay otros factores que pueden hacer que el oído del niño comience a supurar. "Puede ser porque se ha introducido un cuerpo extraño, por una lesión o por un tumor benigno denominado colesteatoma", destaca el Dr. Carlos de Paula.
En estos casos, el líquido supurativo puede tener mal olor y no ser claro, como en las otitis supurativas. Ante estos síntomas, la indicación es ir al otorrino. Acompañando a la supuración por el oído, también son signos de alarma el dolor de cabeza, el vértigo, la inestabilidad... "Lo habitual es que una vez que el oído ha supurado, remitan la fiebre y el dolor de tipo pulsátil que puede sentir el niño", indica el experto. Cuando no es así o ante estos síntomas diferentes, siempre hay que consultar.