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Cuando hablamos de depresión perinatal o depresión posparto, parece que es algo común a las mujeres que han sido recientemente madres, causado por los cambios hormonales y que ya se les pasará. Nada más lejos de la realidad. “En la depresión perinatal los síntomas van más allá de un puerperio normal”, asegura la psicóloga perinatal Raquel Huéscar (www.raquelhuescar.com), miembro del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid. “Aparece un estado de ánimo deprimido y pérdida de disfrute significativas, además de un sentimiento que caracteriza este tipo de depresión: la culpa”.
De hecho, hay que tener muy presente que puede desembocar en conductas de riesgo como las que tienen que ver con el comportamiento suicida. Así lo pone de manifiesto un estudio publicado en la prestigiosa revista JAMA Network Open y al que hace referencia el Consejo General de la Psicología de España. Este estudio concluye que existe una asociación entre la depresión perinatal y un riesgo elevado de comportamiento suicida, el cual es más acuciante durante el primer año tras dar a luz al bebé.
Hay un tabú importante que les lleva a sentirse malas madres, por lo que a veces se ocultan o esconden las emociones verdaderas
Tanto es así que, según este estudio, el suicidio es la segunda causa más habitual de muerte materna tras el parto; en concreto, entre el 13% y el 36% de estos decesos se atribuyen al suicidio.
“Este estudio saca a relucir la importancia enorme de la salud mental materna y de su familia, claramente minusvalorada en las revisiones periódicas de la madre tanto durante el embarazo como en el puerperio inmediato”, nos dice Huéscar. “Es importante una intervención interdisciplinar que tenga en cuenta lo psíquico, el estado emocional y el bienestar como una parte fundamental más de las revisiones”.
La psicóloga perinatal advierte de que el periodo alrededor del embarazo, el parto y la crianza es un momento de máxima vulnerabilidad psíquica y de transformación, y que es muy frecuente que aparezcan elementos de la historia de vida de la madre que han podido ser traumáticos o surgen otros de los que ni siquiera había sido consciente. “Por ello, invertir en salud mental perinatal, en la atención a las madres, sus bebés y sus familias a lo largo de todo el periodo perinatal, es ahorrar para el futuro”.
¿Por qué algunas mujeres tienen depresión perinatal?
“No existe una única causa, sino que podríamos hablar de factores de riesgo”, indica Raquel Huéscar. “Por ejemplo las complicaciones obstétricas o un parto complicado, la ansiedad durante el embarazo, la psicopatología previa hace más probable la aparición de depresión posparto”, detalla. “La exigencia, rigidez o perfeccionismo también constituyen factores de riesgo interno”.
Un factor a tener también en cuenta es cómo la mujer ha vivido el embarazo. Si la tristeza o la angustia predominaron en ella en esta etapa, hay más probabilidades de que acabe desembocando en depresión perinatal. De ahí que “la prevención en este campo es fundamental y la escucha por parte del entorno médico y familiar de las preocupaciones de la madre y su posible falta o no de apoyo social”, subraya la especialista.
© Adobe Stock¿Cómo saber si una mujer tiene depresión posparto?
Reconocer las señales indicativas de una posible depresión posparto o perinatal es clave para evitar que vaya a más. Es necesario que el entorno más cercano de la recién estrenada mamá sepa hacerlo, pero también lo es que lo haga la propia madre. “A veces la manera de darse cuenta es estar con otras madres y ver que hay algo que es diferente, su incapacidad de disfrutar con su bebé”, señala Huéscar.
En cuanto a su entorno más cercano, la psicóloga perinatal nos explica que no siempre es fácil para ellos percatarse porque es muy frecuente que las madres sientan vergüenza o culpa por cómo se sienten y, en consecuencia, no lo verbalizan. Así, un pensamiento común a muchas de ellas es si tanto he soñado con tener un bebé, ¿por qué no lo disfruto?. “Hay un tabú importante que les lleva a sentirse malas madres, por lo que a veces se ocultan o esconden las emociones verdaderas”.
Por eso, una alternativa idónea es probar “a compartir con un profesional externo a la familia poder hablar con libertad de lo que sienten, para poder ir abordando sus dificultades y poder disfrutar con su bebé”.
¿Cómo ayudar a una mujer que padece depresión posparto?
Lo primero que hemos de tener en cuenta es que la depresión perinatal incluye en su ecuación al bebé. No solo hay que cubrir las necesidades del pequeño, sino que además, como señala Huéscar, se ve inevitablemente inmerso en la relación con su madre. Teniendo esto en cuenta, “la intervención incluye a la familia, pareja, amigos o grupos de apoyo que puedan acompañar a la mamá”, aclara.
A veces la manera de darse cuenta es estar con otras madres y ver que hay algo que es diferente, su incapacidad de disfrutar con su bebé
“La madre necesita ayuda y comprensión para el cuidado de su bebé, sin infantilizarla (ella es la madre), pero favoreciendo que pueda dormir, descansar mientras el bebé duerme y ayudando con todas las tareas domésticas”.
La psicóloga perinatal indica que la lactancia materna es un factor de protección frente a la depresión posparto materna, por lo que recomienda ayudar a la madre a que pueda establecerla y a mantenerla lo máximo posible en el tiempo (siempre que ella así lo haya decidido). “También es de vital importancia sentirse comprendida, escuchada sin ser juzgada, ofreciendo un apoyo que valide sus emociones sin culparla por ello”.
En cualquier caso, una vez que bien ella o bien su familia o pareja se den cuenta de que puede estar atravesando una depresión perinatal, es necesario acudir a un profesional, tal y como apunta Raquel Huéscar: “la intervención ha de realizarse lo antes posible, ya que eso favorecerá no sólo la recuperación de la madre, sino el cuidado del vínculo con su bebé”.
