La adolescencia es una etapa de grandes cambios para quienes eran, hasta hace nada, tan solo unos niños, pero también lo es para los padres. Unos y otros tienen que hacer frente a nuevos y diferentes retos que, en ocasiones, parece distanciarlos cada vez más. ¿Cómo evitarlo? ¿Qué podemos hacer para recuperar la conexión con nuestro hijo adolescente, que ya solo quiere estar aislado en su cuarto? ¿Cómo reaccionar ante posibles malas contestaciones o cómo ayudarlos si se van con malas compañías? De todo ello hemos hablado con Nacho Gago, reconocido como el Mejor Docente de España 2023, que acaba de publicar su primer libro, Cómo sobrevivir con un hijo adolescente (Ed. Espasa), donde da consejos prácticos para que los padres entiendan mejor a sus hijos.
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¿Cómo puede ser que el que era un niño o una niña cariñoso con sus padres se convierta en un adolescente arisco con ellos?
Sí es posible, ya que la adolescencia es una etapa de transformación en la que los jóvenes buscan su identidad, independencia y diferenciación de sus padres. El cerebro adolescente está en desarrollo, especialmente en la parte que regula las emociones y la toma de decisiones. Esto, junto con los cambios hormonales y la presión social, puede hacer que un adolescente se vuelva más irritable, reservado o desafiante con sus padres.
¿Es posible recuperar el vínculo con el hijo adolescente que cada vez se aísla más del resto de la familia?
Sí, es posible, pero requiere paciencia y estrategias adecuadas. Es importante respetar su espacio, pero sin dejar de estar presentes. Buscar momentos de conexión, interesarse por sus gustos, validar sus emociones y mantener la comunicación sin imponer ni juzgar ayudará a reconstruir el vínculo.
¿Cómo darnos cuenta de que ese aislamiento es, en realidad, fruto de problemas emocionales por los que pueda estar atravesando?
Hay señales que pueden indicar que el aislamiento es más que una fase normal: cambios bruscos de humor, bajo rendimiento escolar, pérdida de interés en actividades que antes disfrutaba, alteraciones del sueño o la alimentación, expresiones de tristeza o desesperanza, y comentarios negativos sobre sí mismo. Ante estas señales, es importante hablar con él sin presionar y, si es necesario, buscar ayuda profesional.
¿De qué manera pueden corregir los padres comportamientos inadecuados o malas contestaciones en su hijo adolescente?
La clave es el equilibrio entre la firmeza y la empatía. No hay que tolerar faltas de respeto, pero sí entender que el adolescente está aprendiendo a manejar sus emociones. Es importante establecer límites claros, sin caer en reacciones autoritarias o desproporcionadas. En lugar de imponer castigos severos, es mejor aplicar consecuencias lógicas y fomentar la reflexión sobre su comportamiento.
Estructuras el libro en función de los 7 pecados capitales y señalas la envidia como la clave detrás de asuntos tan graves como el 'bullying' y de la adicción a las redes sociales. ¿Educar a niños para evitar la envidia atajaría el problema?
Si desde pequeños se les enseña a valorar lo que tienen, a desarrollar empatía y a no depender de la validación externa, se podrían minimizar problemas como el bullying o la obsesión con las redes sociales.
Educar en la gestión emocional, la autoestima y la gratitud ayudaría a reducir la envidia, que muchas veces nace de la comparación constante.
¿Qué deben hacer los padres si descubren que su hijo es víctima de 'bullying'?
Lo primero es escuchar sin minimizar el problema y transmitirle que no está solo. Luego, es esencial informar a la escuela y trabajar con los docentes para tomar medidas. También es importante fortalecer su autoestima, enseñarle estrategias para manejar la situación y, si es necesario, recurrir a un profesional para ayudarle a gestionar el impacto emocional.
En caso de que su hijo adolescente sea el acosador, ¿cómo abordar el problema en casa?
Es fundamental no negar ni justificar su comportamiento. Los padres deben hablar con su hijo para entender las razones detrás de su actitud y hacerle reflexionar sobre el daño que causa. Hay que fomentar la empatía, establecer consecuencias claras y, en algunos casos, buscar apoyo de un psicólogo para trabajar en su conducta y emociones.
¿Cómo influye el grupo y el sentimiento de pertenencia en el bienestar y en el desarrollo del adolescente?
Los adolescentes necesitan sentirse parte de un grupo, ya que esto refuerza su identidad y autoestima. Si el grupo es positivo, puede aportar apoyo emocional y motivación; si es negativo, puede influir en comportamientos de riesgo. Los padres deben estar atentos a sus amistades y fomentar relaciones saludables.
¿Qué podemos hacer si nuestro hijo se va con ‘malas compañías’?
Prohibir directamente esas amistades suele ser contraproducente. Es mejor conocer a sus amigos y ayudarle a reflexionar sobre cómo le influyen. Fomentar su criterio propio y brindarle espacios para conocer personas con valores positivos puede ayudarle a tomar mejores decisiones sobre sus relaciones.
Y, en caso de que sospechemos o descubramos una posible adicción, ¿cuáles son las pautas a seguir para ayudarle?
No hay que reaccionar con castigos o amenazas, sino con comprensión y acción. Es importante averiguar la causa detrás de la adicción (emocional, social, etc.), establecer normas claras y buscar ayuda profesional si es necesario. La prevención es clave: fomentar el autocontrol, la autoestima y el uso responsable de la tecnología desde la infancia puede evitar problemas futuros.