Llegar a casa del hospital con nuestro hijo recién nacido a veces nos sumerge en un mar de dudas. Lactancia, el sueño del bebé, salud… son los temas en mayúscula, pero hay que sumarle otros a tener en cuenta, como todo lo que tiene que ver con los cuidados del bebé. ¿Cómo bañarlo? ¿Qué debemos saber a la hora de cambiar el pañal? ¿Qué tipo de productos podemos aplicarle y cuáles no son en absoluto recomendables?
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Son preguntas simples, pero es necesario tener clara la respuesta para evitar problemas en la piel del recién nacido. Hemos de tener en cuenta que hay cada vez más bebés con pieles sensibles, hipersensibles e incluso, atópicas. La alimentación, la contaminación, el cambio climático… La causa no se sabe con certeza, pero sí está claro que, “en números, el cambio es brutal de 10 años atrás a ahora”, nos dice Pedro Camacho, enfermero pediátrico, durante la presentación de la gama de productos de higiene del bebé ‘Mi Recién Nacido’, de la marca Mi Rebotica.
“No todo lo infantil que hay en el mercado es apto para recién nacido”, asegura. De ahí la necesidad de saber qué productos elegir y cómo y cuándo aplicarlos. Nos habla también de lo importante que son las rutinas para el bienestar del recién nacido y del bebé y nos detalla los aspectos más importantes a llevar a cabo en la rutina de cuidados de nuestro hijo.
La hora del baño del bebé y del recién nacido
El momento del baño no tiene por qué ser el mismo para todos los bebés, sino que depende del niño. “Si al niño lo relaja, es mejor hacerlo por la tarde noche; si lo activa, mejor por la mañana”, explica. En cuanto a la duración, recomienda que sea “rapidito”, que dure tan solo un minuto (“medio, por un lado, y medio por el otro”). Esto aplica especialmente a los recién nacidos; cuando son bebés algo más mayorcitos y les gusta, pueden quedarse más en la bañera y disfrutar del momento.
Otro aspecto muy importante a tener en cuenta es el gel que utilizamos para bañar al recién nacido. Nuestra piel, tanto la del bebé como la del adulto, tiene un pH de 5.5. Muchos geles y jabones tienen un pH mayor (de 6.5 o 7) y, aunque la piel enseguida se regenera y recupera el pH de 5.5, “¿para qué vamos a darle un trabajo extra?”, se cuestiona Estíbaliz Lancha, formulista y CEO de Mi Rebotica. “Cuanto más consentida tengamos esa piel, especialmente la del bebé, que aún es inmadura, mejor que mejor”. Por eso es importante elegir un gel de baño con un pH de 5.5, que no altere el pH natural del bebé.
¿Por qué dar un masaje al bebé tras salir de la bañera?
Dar un masaje a nuestro bebé después del baño proporciona, además de relajación, una mayor conexión entre la mamá o el papá y el niño. Por tanto, el enfermero pediátrico recomienda hacerlo. Para darlo correctamente, podemos emplear una crema corporal, con la que al mismo tiempo hidratamos la piel del pequeño. Eso sí, también hay que prestar atención a la crema corporal que empleamos para realizarlo. Esta debe tener, al igual que el gel de baño, un pH de 5.5, debe ser fácil de extender y, a ser posible, que no contenga aroma o que este sea muy leve.
El cambio del pañal
“Hay una moda que dice que la crema del culete se da solo cuando es necesario y vemos la zona del pañal roja”, comenta Camacho. Él considera que es mejor darla en cada cambio de pañal para evitar dermatitis del pañal e irritaciones. Eso sí, la clave está en la cantidad: la correspondiente al tamaño de un guisante es suficiente, nos dice, si se emplea una buena pasta al agua, fácil de retirar con una simple toallita al agua. “El óxido de zinc de la pasta al agua nos va a ayudar a crear una barrera protectora, a regenerar la piel y a mantenerla seca”, indica Estíbaliz Lancha.
La formulista señala de que las pastas al agua tradicionales llevan, además de óxido de zinc, talco, glicerina y vaselina. “El talco ha generado mucha controversia y, de hecho, ya se está prohibiendo, porque se absorbe y aparece en el organismo donde no debe aparecer”, advierte. “Nosotros hemos utilizado el almidón de maíz, que nos da esa misma textura y esa misma sensación, pero que es un componente natural que, además, no se absorbe”.
¿Es recomendable echar colonia a los bebés?
En bebés que se alimentan mediante lactancia materna, es importante que, si queremos echarles colonia, elegir una que no interfiera en el olor que desprenden las glándulas mamarias y que facilita que el bebé se alimente correctamente. Camacho recomienda la colonia de la gama ‘Mi recién nacido’ y mejor echarla en la parte posterior (la nuca o la espalda del bebé).
También hay que tener en cuenta que la colonia no reseque la piel del bebé y que ofrezca un punto de hidratación.
¿Cómo debe ser el cuidado del rostro del bebé?
Pedro Camacho nos recuerda que no debemos aplicar crema solar en recién nacidos ni en bebés menores de seis meses. Por ello, lo importante es no exponerlos directamente al sol (aunque, por supuesto, sí es adecuado sacarlos a la calle y que la luz del sol les dé de manera indirecta). Una vez que cumple los 6 meses, su piel es algo más fuerte y ya es posible aplicarles protector solar.
Este deberá contener únicamente filtros físicos que no contengan ingredientes que puedan entrar en su organismo “porque algunos son disruptores endocrinos”, tal y como advierte Camacho. “Aplicar a un bebé de siete o de ocho meses un protector solar que no sea adecuado puede inducir en disfunciones hormonales, por ejemplo”.
En cualquier caso, en invierno, la piel del rostro del bebé suele necesitar un cuidado extra, mayor nutrición: “un aporte graso un poquito más alto para que esa zona esté más hidratada y más resistente”, señala Estíbaliz Lancha. De ahí que la especialista y el enfermero pediátrico recomienden aplicar, especialmente en los días más fríos cuando salgan a la calle, una crema facial adecuada para la delicada piel del bebé.