El diagnóstico de cáncer supone siempre un impacto y son miles las personas a las que cada año se les detecta, según el último informe de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Afortunadamente, las cifras reflejan también que los tratamientos contra el cáncer continúan evolucionando, si bien es inevitable que surjan numerosas preguntas y temores sobre su impacto en diferentes aspectos de la vida.
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Uno de los temas más delicados y que a menudo pasa desapercibido es cómo el cáncer y sus tratamientos pueden afectar la fertilidad. Por eso, con motivo del Día Mundial contra el Cáncer, que se conmemora, este martes 4 de febrero, para concienciar acerca de esta enfermedad, hemos hablado con la Dra. Mª José Bravo Zurita, ginecóloga y responsable médico de la clínica de reproducción asistida Ginemed Málaga, sobre cuál es el impacto del cáncer en la fertilidad y para tratar de averiguar qué opciones tienen los pacientes oncológicos si desean tener descendencia.
¿Cómo afecta el cáncer a la fertilidad?
El cáncer y los tratamientos oncológicos, como la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia, pueden impactar significativamente la fertilidad. En los hombres, estos tratamientos pueden alterar la espermatogénesis, es decir, el proceso de formación de los espermatozoides, lo que puede reducir su cantidad o generar daños en ellos.
En las mujeres, los tratamientos que afectan la zona pélvica pueden dañar los ovarios, disminuir la reserva ovárica e incluso provocar menopausia de forma prematura.
¿Puede un hombre o una mujer que ha tenido cáncer llegar a quedar estéril?
Sí, es posible, aunque depende de varios factores, como el tipo de cáncer, el tratamiento recibido y la edad del paciente. Los efectos sobre la fertilidad pueden ser temporales o permanentes. Por ello, es fundamental evaluar cada caso antes de comenzar el tratamiento, con el objetivo de explorar opciones para preservar la fertilidad.
¿Qué opciones tienen para tener hijos de manera biológica antes de empezar el tratamiento oncológico?
En el caso de los hombres, la criopreservación de esperma es la alternativa más común. Este procedimiento permite almacenar espermatozoides en un banco de semen para su uso futuro.
Para las mujeres, las opciones incluyen la criopreservación de óvulos o embriones, en caso de tener pareja. Además, en situaciones específicas, es posible preservar tejido ovárico como medida adicional.
Una vez que ya han finalizado el tratamiento contra el cáncer, ¿también tienen posibilidad de someterse a un tratamiento de reproducción asistida?
Sí, una vez superado el tratamiento oncológico, las personas que hayan preservado óvulos, embriones o esperma pueden recurrir a técnicas de reproducción asistida, como la fecundación in vitro (FIV). Estas opciones permiten utilizar los materiales preservados para buscar un embarazo de manera segura.
¿Qué posibilidades hay en ambos casos (antes y después del tratamiento oncológico) para lograr gestar un bebé de manera natural?
Las probabilidades de lograr un embarazo natural después de un tratamiento oncológico dependen de cada caso. Algunos pacientes pueden recuperar parcial o totalmente su fertilidad, especialmente si los órganos reproductivos no resultaron gravemente afectados.
Sin embargo, en otros casos, la fertilidad puede verse comprometida a largo plazo, incluso de forma permanente. Las probabilidades de concebir aumentan significativamente si se realizó una preservación de fertilidad antes del tratamiento.
¿Se puede simultanear un tratamiento de reproducción asistida con otro oncológico?
Dependerá del tipo de tratamiento oncológico que se esté llevando a cabo. Por ejemplo, en algunos casos se puede coordinar la criopreservación de óvulos antes de comenzar la quimioterapia.
La clave es la colaboración entre los especialistas en oncología y fertilidad, asegurando que ambos tratamientos se realicen de forma segura y eficiente para el paciente.
En caso de que la mujer o el hombre padezca un cáncer de origen genético, ¿podría evitarse transmitirlo a los hijos de algún modo en reproducción asistida?
Sí, es posible evitar la transmisión de enfermedades genéticas mediante técnicas como el diagnóstico genético preimplantacional (PGT). Este procedimiento se realiza durante un ciclo de fecundación in vitro y consiste en analizar los embriones para detectar posibles enfermedades genéticas antes de su implantación en el útero. De este modo, solo se seleccionan los embriones libres de la enfermedad. Es crucial contar con asesoramiento genético previo, ya que cada caso requiere un análisis detallado.
¿Cómo ha mejorado la fertilidad en las personas con cáncer en los últimos años gracias a la investigación en reproducción asistida?
En los últimos años, la investigación en reproducción asistida ha avanzado significativamente, ofreciendo mejores opciones para preservar la fertilidad antes y después del tratamiento oncológico. Las mejoras incluyen técnicas más eficientes para la criopreservación de óvulos, esperma y tejido ovárico. Además, los avances en fecundación in vitro han incrementado las tasas de éxito, incluso para pacientes que han recibido tratamientos contra el cáncer.
¿Se sigue investigando al respecto?
Sí, la investigación continúa avanzando en este campo. Actualmente, los esfuerzos están enfocados en desarrollar técnicas de preservación de fertilidad más efectivas, proteger los órganos reproductivos durante los tratamientos oncológicos y explorar la regeneración de tejido ovárico o espermático. Estos avances prometen ofrecer soluciones innovadoras para los pacientes en los próximos años.