Cómo enseñar a los niños a cuidar y respetar a los animales

Fomentar el respeto y el cuidado hacia los animales en los niños es un valor en sí mismo. No debería, por tanto, buscarse otra finalidad o beneficio en ello, pues es una enseñanza que se debería inculcar a todo niño y a todo individuo. Pero es que además aporta a nuestro hijo mucho más de lo que a priori cabría imaginar.

Así lo corrobora Vanessa Carral Portilla, psicóloga sanitaria y educativa de Dogtor Animal, especializada en intervenciones asistidas con animales: “tomar el tiempo de darnos cuenta, desde edades tempranas, de que convivimos con seres sintientes ayuda a desarrollar empatía, una habilidad esencial para las relaciones sociales y para el desarrollo de nuestro propio autoconcepto”.

Además de la empatía, “el contacto con animales les ayuda a desarrollar habilidades sociales, compasión o bienestar, así como empezar a adquirir responsabilidades dentro del cuidado del animal”, según añade Sònia Sáez, veterinaria y responsable de Comunicación en Purina España.

¿De qué manera beneficia a los niños fomentar en ellos el amor hacia los animales?

Son varios y muy importantes los beneficios en el niño fruto de su respeto a los animales y que las especialistas han indicado. La psicóloga explica, a continuación, cómo repercute ese amor y respeto hacia los animales, aspecto por aspecto:

• Empatía. “Al cuidar y respetar a los animales, los y las menores aprenden a ponerse en el lugar del otro, comprender las necesidades ajenas y valorar la diversidad de formas de vida”.
• Desarrollo emocional. “Desde ese prisma del respeto al otro (entendido este como cualquier forma de vida con la que convivimos), se contribuye al desarrollo emocional de los y las menores”, detalla. “Interactuar con animales de forma positiva puede ser una fuente de consuelo, reducir el estrés y fortalecer la autoestima, ya que cuidar y respetar a otro ser vivo refuerza la idea de responsabilidad y confianza en nosotros mismos”.
• Desarrollo social. Vanessa Carral nos cuenta que el amor y el respeto por los animales también fomenta el plano social de nuestros hijos, pues ayuda a generar en ellos valores como la compasión, el cuidado del medioambiente y una convivencia armónica en la sociedad.

“Es crucial que este aprendizaje esté acompañado por la guía de adultos responsables que velen por el bienestar mutuo tanto de animales, como de niños y niñas”, subraya. “Este acompañamiento garantiza que las interacciones sean seguras, respetuosas y positivas para ambas partes, permitiendo que los y las menores desarrollen un sentido de cuidado basado en el respeto, la sensibilidad y el entendimiento de los límites y necesidades de cada ser vivo”.

© Getty Images

¿Cómo fomentar en los niños el respeto por los animales?

Una vez que tenemos claro que es fundamental ayudar a que nazca en nuestros hijos ese amor y respeto hacia los animales, ¿cómo hacerlo? ¿Qué pautas hemos de seguir para educarlos al respecto?

“Desde temprana edad, podemos enseñarles a los niños el respeto por los animales de varias maneras”, afirma Sònia Sáez, si bien lo primero que hemos de tener muy claro es que, tal y como indica Carral, ese respeto comienza con el ejemplo en casa: “la observación de personas referentes es la estrategia más efectiva para que los niños y niñas aprendan cómo relacionarse de manera respetuosa con los animales, ya que los y las menores tienden a imitar las actitudes y comportamientos de los adultos que los rodean”.

Partiendo de esta premisa básica, ambas especialistas nos dan pautas concretas para intentar fomentar ese respeto hacia los animales:

1. Modelar el respeto y el cuidado. Teniendo en cuenta que, como señalábamos anteriormente, los niños observan y, sobre todo, absorben los comportamientos de sus adultos de referencia, es importante prestar especial atención a nuestra manera de interactuar con los animales cuando nuestros hijos están presentes. Así, “mostrar aprecio por los animales, evitar actitudes violentas hacia ellos y tratarlos como seres vivos que sienten es una práctica muy positiva de enseñanza a través del ejemplo”, comenta Carral.
2. Fomentar el contacto controlado. Es muy útil llevar a niños a que participen en actividades en las que estén presente animales, como puedan ser las que se realicen en reservas naturales o en centros especialmente dedicados a ello, pero se puede empezar por algo tan sencillo y cercano como permitir que interactúen con mascotas. De este modo, irán aprendiendo “a tratarlos con suavidad, amabilidad y respetando sus espacios y tiempos”, según nos comenta la veterinaria y representante de Purina. Subraya, eso sí, que “es importante que pregunten siempre al propietario o tutor del animal si lo puede tocar y en qué zona, que se acerquen a los animales despacio y hablando bajito”.
3. Leer cuentos o ver películas educativas. “Muchas historias enseñan valores de respeto hacia los animales y pueden ser un punto de partida para conversaciones importantes y pequeñas semillas de respeto que vamos plantando en nuestros niños y niñas”, afirma Carral.
4. Asignar pequeñas responsabilidades. En caso de tener una mascota en casa, esta es una oportunidad excelente para ayudarles, además de a fomentar el amor hacia los animales, a desarrollar autonomía (tan importante en la vida y en la autoestima de los niños). En este sentido, Sònia Sáez nos cuenta que también es útil enseñarles sobre las necesidades básicas de los animales, como la alimentación adecuada, el ejercicio y la higiene. Así, “pedirles que le den agua o comida puede ayudarles a entender que los animales dependen de nosotros y merecen cuidado y amor”, añade Vanessa Carral.
5. Educar sobre la naturaleza. “Explicar cómo los animales son una parte esencial del equilibrio ecológico y por qué es importante protegerlos como miembros de nuestro planeta, es fundamental para que los niños y niñas comprendan la conexión entre todos los seres vivos, desarrollen un sentido de responsabilidad hacia el medioambiente y aprendan a valorar la biodiversidad como un recurso vital para la sostenibilidad de la vida en el planeta”, afirma la psicóloga especializada en intervenciones asistidas con animales.