,type=downsize)
Durante el embarazo, la mujer tiene que seguir una serie de precauciones básicas tanto en sus cuidados como en su alimentación. Por eso se le ofrecen una serie de consejos para comer fuera de casa, para lavar los alimentos, para no tomar algunos... ¿Qué sucede en el caso de la miel? ¿Puede tomarse sin riesgo durante estos nueve meses o hay algún peligro que hay que tener en cuenta?
La Dra. Sonia Rombaut es jefa del Servicio de Obstetricia del Hospital Universitario Dexeus, de Barcelona. Ella nos habla de miel y embarazo y despeja las dudas sobre este alimento.
El intestino de un adulto sí es capaz de mantener a raya cualquier posible colonización de las esporas de botulismo
¿Se puede tomar miel en el embarazo?
La miel es totalmente natural. Las abejas la fabrican a partir del néctar que van recogiendo de las flores. Luego la depositan en los panales y de ahí los apicultores la van recolectando. Hay distintos tipos de miel, en relación con el sabor que tengan, la textura, la densidad, la cremosidad... La miel puede consumirse de forma pura, cuando se toma directamente del panal o es sometida a un mínimo proceso de filtrado, o bien procesarse para ser pasteurizada.
Pero, ¿hay riesgos al tomarla en el embarazo? "No. Las guías de práctica clínica y las recomendaciones de organizaciones médicas no incluyen la miel en la lista de alimentos a evitar durante el embarazo", afirma la Dra. Rombaut. Y es así por dos motivos básicos: "Por un lado, el intestino de un adulto sí es capaz de mantener a raya cualquier posible colonización de las esporas de Clostridium botulinum, principalmente porque el microbioma digestivo ya se encuentra bien establecido en la etapa adulta", explica. Esto no sucede en bebés menores de un año, donde el consumo de miel está desaconsejado totalmente, pues de haber esporas de botulismo su sistema digestivo no podría enfrentarse con garantías a ellas. Sin embargo, como confirma la ginecóloga y obstetra, en el embarazo este peligro no es el mismo.
Por otro lado, "se considera que es poco probable que la toxina pueda pasar al bebé. Debido a su peso molecular, la probabilidad de que la toxina botulínica pase a través de la placenta y llegue al bebé es bastante bajo. Esto significa que, si una mujer consume miel y coincide que esta presenta esporas de botulismo, no alcanzarán al bebé", tranquiliza.
Es decir, el consumo de miel es seguro en el embarazo, en circunstancias generales, ya que la gestante es capaz de neutralizar las esporas de botulismo, de haberlas, y estas no pasarían al feto.
© Adobe Stock¿Tiene beneficios el consumo de miel en el embarazo?
La miel se utiliza como alimento y también para afecciones de garganta, como complemento cuando no se quieren tomar fármacos o cuando se quiere unir a la acción de estos. ¿Qué aporta la miel en el embarazo?
"La miel es fuente de vitaminas y minerales y, por tanto, es un alimento con muchas propiedades. Entre ellas es fuente de energía, es muy digestiva y favorece el tránsito intestinal, importante en las embarazadas", enumera la especialista. Además, "tiene un efecto beneficioso en el sistema inmune, gracias a sus propiedades antimicrobianas, y parece que también tiene propiedades antiinflamatorias. De todas formas su consumo ha de ser moderado", añade.
Pero ¿esa miel debe ser pasteurizada? "Dado que el riesgo es tan bajo no es necesario que la miel esté pasteurizada", confirma la experta del Hospital Universitario Dexeus.
Si la mujer embarazada consume miel y coincide que están presentes esporas de botulismo no alcanzarán al bebé
¿Cuándo no se debe tomar miel?
No obstante, hay que tener en cuenta que no todas las embarazadas están en la misma situación durante estos nueve meses y que hay circunstancias que pueden desaconsejar la miel (al igual que otros alimentos concretos). "En los casos de la diabetes gestacional no se recomienda el consumo de miel por su alto nivel de azúcar", advierte la especialista. Será el médico que haga el seguimiento del embarazo el que indique en otros casos si es recomendable o no.
En todo caso, hay que tener en cuenta que el consumo de miel para todas las embarazadas ha de ser moderado. "No hay una cantidad a partir de la cual resulte problemática", señala la experta, pero sí que cualquier endulzante como el azúcar, la miel, la panela... deben tomarse en estos nueve meses con moderación.
