Algo tan aparentemente inocuo como respirar por la boca es la principal causa de la alteración del desarrollo facial en niños. La explicación a esta relación de causalidad nos la da el Dr. Christian Calvo Henríquez, vocal de la comisión de Rinología de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC).
“Los huesos del rostro son mucho más moldeables de lo que podemos imaginarnos en un primer momento”, nos dice. “Son tan moldeables, que la musculatura de la cara, como la lengua, los labios o los músculos de las mejillas (bucinadores), pueden modificar su desarrollo”.
Se ha visto que los niños con compresión del maxilar tienen más riesgo de sufrir muerte súbita en la infancia
Detalla que, el hecho de que el niño tenga la lengua bien posicionada produce un efecto positivo porque, “cuando está en el paladar, y esto ocurre cuando tenemos la boca cerrada, va poco a poco estimulando el desarrollo del maxilar superior la parte del medio del rostro), hacia los lados, hacia delante y hacia arriba”.
Si no está bien posicionada, el efecto es el opuesto: “cuando la boca está abierta, porque la tenemos que usar para respirar, la lengua deja de hacer esta función, alargando el rostro. Y por el contrario, los labios y los bucinadores sí siguen haciendo su función, apretando hacia adentro los dientes, en lo que llamamos compresión maxilar”.
Consecuencias de la deformación facial en niños por la respiración oral
“Las consecuencias más evidentes son estéticas, y es por lo que muchos padres consultan, porque la consecuencia más evidente para quien no se dedica a esto es una falta de espacio”, nos responde. “Los maxilares son cada vez más pequeños, y los dientes ya no tienen espacio”.
Sin embargo, el Dr. Calvo Henríquez advierte que las consecuencias de la respiración oral en niños van mucho más allá: “se ha visto que los niños con compresión del maxilar tienen más riesgo de sufrir muerte súbita en la infancia”.
Además de esta, que lógicamente es la que mayor gravedad entraña, pueden darse otras posibles consecuencias, como las alteraciones posturales, “un problema muy habitual”, según indica el especialista en otorrinolaringología. Detalla que se producen porque el niño adquiere unas posturas compensatorias para poder abrir su vía aérea. “Sería muy extenso de explicar, pero las compensaciones se van encadenando una con otra, por lo que una compensación en el cuello se traslada a una compensación en los hombros, a la columna lumbar, a la pelvis, rodillas y pies. Es una alteración que afecta a todo el cuerpo”.
Los niños que respiran por la boca mucho más riesgo de sufrir ronquidos y apneas del sueño. “De adultos, son pacientes que sufren con mucha más frecuencia dolor en la articulación temporomandibular (la articulación de la mandíbula)”.
Las consecuencias se pueden manifestar, incluso, en un bajo rendimiento escolar, puesto que “pueden tener alteraciones en la pronunciación debido al problema de espacio” y que, debido a las apneas del sueño, pueden estar más cansados y con más sueño durante el día.
¿Por qué algunos niños respiran por la boca?
Cuando preguntamos al doctor por qué algunos niños respiran por la boca, confiesa que “esta es una duda que tenemos desde hace muchos años”. Afirma que lo que los especialistas sí que tienen claro es que hoy en día hay más problemas de desarrollo facial que antes, y que esto lo asocian a la postura de boca abierta.
“Pero no está tan claro el por qué de la boca abierta”, reconoce. “Algunas de las causas son las guarderías y colegios con muchos niños, ya que los niños ahora están expuestos a más gérmenes y sufren más catarros”.
Nos explica que también puede influir que hoy en día tenemos mucha más alergia que antes, debido en gran medida a que somos mucho más limpios. “Es la ‘teoría de la higiene’. Nuestro sistema inmune quiere trabajar, y dado que vivimos en un entorno demasiado limpio, nuestro sistema inmune empieza a luchar contra cosas que en principio serían banales, como el polvo o el polen”.
Y señala que a todo lo anterior podemos sumar el tipo de alimentación que tenemos. “Es una alimentación cada vez más blanda, lo que va debilitando la musculatura de la masticación, que es la que nos ayuda a tener un buen tono muscular para mantener la boca cerrada”.
¿Cómo corregir la respiración oral en los niños y ayudarles a respirar por la nariz?
El vocal de la comisión de Rinología de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello señala que, para poder respirar por la nariz se tienen que dar tres factores:
- Nariz despejada. “La nariz tiene que funcionar, tiene que estar despejada. Es función del otorrino encargarse de esto”. Según el problema o la causa por la que la nariz no está despejada, nos informa que se puede tratar médicamente (lavados, spray nasal, antihistamínicos, etc), o con cirugía (cirugía de adenoides, cornetes -unas estructuras del interior de la nariz-, o tabique en casos muy puntuales).
- Tiene que ser cómodo tener la boca cerrada. “Las piezas tienen que encajar”, subraya. “Si existe un problema de mordida importante, por más que uno pueda respirar por la nariz, no va a tener la boca cerrada porque resulta incómodo. Esto es función del ortodoncista pediátrico”.
- Crear el hábito de respirar por la nariz. “El cerebro se habitúa a lo bueno, y a lo malo. Si hemos estado mucho tiempo respirando por la boca, se genera un hábito. Lo bueno es que esto funciona en las dos direcciones”, comenta. “Por ello, una vez resuelto el problema de la respiración, y de la forma, nos centramos en la función. Si el paciente lo consigue por si mismo, perfecto. Y sino, se le da una ayuda con ejercicios para recuperar esa función”.
Los huesos del rostro son mucho más moldeables de lo que podemos imaginarnos en un primer momento
¿Cómo ayudar a niños con deformación facial como consecuencia de respirar por la boca?
El Dr. Christian Calvo Henríquez expone que lo más importante es hacer, antes de nada, un diagnóstico adecuado. “El tratamiento en nuestras manos pasa, de manera ideal, por asegurarse en primer lugar que existe una buena respiración nasal”, detalla. “En segundo lugar, suele actuar el ortodoncista pediátrico. Este especialista no se enfoca en modificar los dientes (como solemos hacer con los braquets), sino en moldear y darle un crecimiento en la dirección correcta al hueso donde van esos dientes”. Añade que el trabajo del odontólogo se facilita si el menor respira de manera adecuada.
“Por último, suelen actuar otros especialistas que ayudan a adquirir la función correcta para mantener estable el tratamiento, como logopedas, fisioterapeutas… Ellos les ayudan a tragar del modo correcto, a mantener la boca cerrada, a recuperar la fuerza y el tono muscular de los músculos de la cara y de la lengua, etc.”.
Como cabía suponer, el tratamiento no es siempre igual, sino que varía en función del caso y de la causa que ha provocado la deformación facial. “Lo que estamos viendo es la consecuencia final, pero el origen no tiene siempre que ser el mismo. Por eso, hay pacientes que tienen que pasar por quirófano para resolver la obstrucción nasal, pero una enorme mayoría no tienen que hacerlo”.