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Madre comprueba si su hijo tiene fiebre© Adobe Stock

Salud

Niños con enfermedades neuromusculares: cómo protegerlos de infecciones respiratorias

En medio de la oleada de virus respiratorios en la que nos encontramos, los neurólogos advierten que estos niños son especialmente vulnerables y que  hay que extremar las precauciones para evitar que se contagien


16 de enero de 2025 - 13:05 CET

Gripe A, gripe B, Covid, rinovirus… Los virus respiratorios que han provocado una importante oleada de infecciones y en muchas ciudades están colapsando los servicios sanitarios. Aunque estos virus no suelen entrañar gravedad para la mayor parte de la población, sí que puede suponer un riesgo en algunos casos. En concreto, la Sociedad Española de Neurología Pediátrica (SENEP) advierte que es importante extremar las medidas de prevención en niños que tienen una enfermedad neuromuscular.

“Las complicaciones respiratorias son una de las principales causas de morbimortalidad de esta patología”, señala la neuropediatra Ana Camacho, expresidenta y actual miembro de la Junta Directiva de SENEP. El motivo es que las infecciones respiratorias pueden afectar a los músculos del aparato respiratorio en estos niños, lo que supone un riesgo para que empeore su función, según nos explica la doctora. Por eso insiste en que hay que hacer una vigilancia estricta en esta situación.

Enfermedad neuromuscular en niños

“Las enfermedades neuromusculares son un grupo de trastornos que afectan principalmente a la motoneurona espinal, a los nervios, o a los músculos”, indica la Dra. Camacho. Son muchas enfermedades diferentes entre sí: algunas de las más comunes en niños son la atrofia muscular espinal y la distrofia muscular de Duchenne, dentro de que la mayor parte de las enfermedades neuromusculares de debut pediátrico son enfermedades raras (menos de 5 casos por cada 10.000 personas). A pesar de lo diferentes que pueden ser, todas ellas “comparten la presencia de debilidad muscular”.  

Las complicaciones respiratorias son una de las principales causas de morbimortalidad de esta patología

Dra. Ana Camacho, neuropediatra

“Dependiendo de la enfermedad, la edad de manifestación de los síntomas es diferente. En los niños más pequeños puede haber un retraso en las adquisiciones motoras, como sentarse o caminar; incluso puede ocurrir que no lleguen a conseguir estos hitos”, detalla la especialista. “En niños mayores puede verse una pérdida de fuerza progresiva que dificulte el correr, subir escaleras, levantarse del suelo, o acciones que impliquen elevar los brazos”. Y no solo los músculos de las extremidades; también pueden afectarse los músculos respiratorios y el músculo cardíaco.

De ahí la necesidad de extremar las medidas de prevención en los niños que padecen alguna enfermedad neuromuscular de cara a evitar que se contagien con algún virus respiratorio, puesto que los músculos encargados de la respiración, ya afectados de por sí, pueden verse más perjudicados aún. Podrían provocar un fallo de la bomba respiratoria, así como tos ineficaz, y un mayor riesgo de infecciones.

Madre mira el termómetro tras ponérselo a su hija© Getty Images

¿Cómo prevenir infecciones respiratorias en niños con una enfermedad neuromuscular?

Si bien el manejo de las complicaciones respiratorias corresponde al ámbito de la neumología, la Dra. Camacho señala que el neuropediatra también tiene un papel destacado en la prevención de las mismas, así como en la coordinación del abordaje multidisciplinar que requieren los pacientes pediátricos con una ENM, “una patología muy compleja”.

¿Qué podemos hacer para evitar que los niños que tienen una enfermedad neuromuscular se contagien de un virus respiratorio? “Es muy importante que los pacientes sigan el calendario vacunal y se inmunicen anualmente frente a la gripe y la COVID-19”, subraya la neuróloga pediátrica. “También que los convivientes infectados eviten la propagación con una higiene adecuada y el uso de mascarilla”.

Por otro lado, es necesario que estos pacientes mantengan un buen estado nutricional y una adecuada hidratación, según señalan desde SENEP.

‘Si mi hijo, con una enfermedad neuromuscular, ya se ha contagiado, ¿qué hago?’

Dada la incidencia de los virus respiratorios en época de frío, a veces es casi imposible no contagiarse, incluso habiéndose vacunado y extremando las precauciones. En caso de que un niño con una enfermedad neuromuscular presente síntomas de resfriado, es necesario que sus familiares contacten “con el equipo médico para que valore la situación del paciente, e instaure el tratamiento más adecuado: ver si debe ingresar, si necesita antibiótico, o si precisa asistencia para la ventilación”, recalca Camacho.

Independientemente de la situación que presente el menor y del tratamiento que precise, siempre “es necesaria una buena hidratación para favorecer la movilización de las secreciones”.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.