El hábito o la costumbre de morderse las uñas es una práctica muy frecuente en la especie humana. Se transforma en un trastorno, llamado médicamente onicofagia, cuando el morderse las uñas adquiere con el tiempo en el niño la categoría de un tic, por lo que lo realiza de forma inconsciente, generalmente en situaciones de aburrimiento, ansiedad, estrés o tensión. Este “vicio,” a la larga, produce alteraciones estéticas, lesiones traumáticas del entorno de la uña, pudiendo dar lugar a infecciones y otras patologías.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
¿Por qué comienzan los niños a morderse las uñas?
El inicio de esta mala costumbre suele ser temprano. Hay muchos niños que a los dos o tres años, al poco de salirles los dientes, comienzan a morderse las uñas. La causa más frecuente del inicio tiene su origen en la imitación. El niño ve a algún adulto que lo realiza, padre, madre o hermano mayor, y comienza a llevarse las manos a la boca y a morderse las uñas. Esta actividad le entretiene, le distrae y le relaja, por lo que andando el tiempo lo adquiere como hábito o costumbre, y al final es realizada de forma inconsciente. Cuando morderse las uñas llega a adquirir naturaleza compulsiva, el niño que lo realiza se autolesiona, pues no es capaz de controlarse, mordiéndose también cutículas y piel circundante, dando lugar a importantes lesiones traumáticas.
Consecuencias de morderse las uñas en los niños
Las alteraciones estéticas son unas de las más llamativas, pero no son las más importantes. Las manos de los niños mordedores y comedores de uñas suelen presentar un aspecto deplorable.
Uñas cortas, poco desarrolladas, quebradizas y de mal aspecto. Además, la agresión mecánica de los dientes y la maceración por la saliva suelen dar lugar a la aparición de lesiones en la cutícula y en la piel circundante con la aparición de padrastros, uñeros y panadizos.
Otro perjuicio importante que genera morderse las uñas es que los niños que lo hacen se ven privados de unos elementos muy útiles y eficaces en su vida cotidiana. Las maniobras de manejo y manipulación fina, como coger pequeños objetos, raspar o rascarse, en fin todas las cosas que se hacen con las uñas, se ven alteradas por este vicio.
Padrastros, uñeros y panadizos
Son lesiones que aparecen en el entorno de las uñas y que en muchas ocasiones tienen relación directa con morderse las uñas.
- Padrastros. Se denominan así a las lesiones de la piel del entorno de la uña producidas por arrancamiento y mordedura de la piel circundante. Producen escozor y dolor.
- Uñeros. Infecciones localizadas entre la uña y el lecho ungueal. Pueden estar producidas por bacterias o por hongos. Dolor intenso.
- Panadizos. Lesiones infecciosas en forma de microabcesos localizadas en el entorno de la uña.
Dada la alta sensibilidad de la zona anatómica (punta de los dedos), todas estas lesiones son muy dolorosas e invalidantes, precisando en la mayoría de los casos de tratamiento local con pomadas de antisépticos o antibióticos por vía tópica o antibióticos por vía general.
¿Cómo evitar que el niño se muerda las uñas?
No existen medios ni métodos médicos eficaces para tratar este problema, pues la mayoría de recomendaciones, consejos y actitudes no suelen dar resultado. Distraer al niño, mantenerle ocupado y activo y realizar psicoterapia de estímulos positivos, evitando las ocasiones y situaciones en las que se muerde las uñas, son consejos a seguir.
Ciertas estrategias, como las citadas a continuación, pueden ser útiles para disminuir el tiempo de morderse las uñas.
- Aumentar el tiempo para practicar ejercicio físico.
- Frecuentar los juegos de manualidades.
- En invierno, utilizar guantes más tiempo y con más frecuencia.
- Usar lacas de uñas de un sabor desagradable.
- Explicarles el perjuicio y las consecuencias negativas a que da lugar el hábito de morderse las uñas.