Cuando un bebé o un recién nacido debe ingresar en una unidad de cuidados intensivos, la incertidumbre y el miedo hacen acto de presencia en sus familias como si de un tsunami se tratase. La vulnerabilidad que presentan encoge el corazón y, sin embargo, lo que se hace en estas unidades pediátricas es salvar vidas. De ello se encarga un equipo sanitario especializado y cualificado, además de un entorno habilitado para ello.
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El Doctor Rafael Montero Reguera, responsable de la Unidad de Cuidados Intensivos y Neonatología del Hospital Universitario Vithas Madrid Aravaca, nos explica en detalle cómo se atiende a estos bebés tanto desde el punto de vista puramente médico como desde el punto de vista emocional.
¿Cuál es el protocolo a seguir cuando un bebé ingresa en una UCI pediátrica?
El manejo de un niño en la unidad de cuidados intensivos variará tanto de la causa como de la gravedad que presente, siendo la monitorización más estrecha y las pruebas complementarias más extensas cuanto más grave esté el niño. Todo niño ingresado estará monitorizado para medir de forma continua la saturación de oxígeno, frecuencia cardíaca y respiratoria. Se tomará la tensión de forma periódica y se apuntarán las deposiciones y la diuresis. A partir de ahí y dependiendo de cada paciente, se irá modificando la toma de constantes. En cuanto a las pruebas y la mediación al igual que la monitorización se ajustará a la situación de cada paciente pero con idea de realizar las mínimas pruebas invasivas así de como ser lo más restrictivo posible con el uso de medicamentos.
¿Cómo es el seguimiento médico?
Como es lógico, hay un pediatra especialista en cuidados intensivos pediátricos o neonatología las 24 horas del día haciendo el seguimiento de los niños ingresados. Se hace una valoración completa del paciente por turno (mañana, tarde y noche) y siempre que haya algún cambio en la situación del mismo que requiera una nueva valoración y realizar cambios en el tratamiento si fuera preciso.
¿Y el seguimiento de las enfermeras? ¿Qué cuidados dan a estos bebés?
El equipo de enfermería y auxiliares están a pie de cama o incubadora las 24 horas del día y se encargan de todos los cuidados y administración de medicación que sean necesarios. Entre los objetivos de nuestra unidad de cuidados intensivos, uno de ellos es que los padres participen en todo lo que sea posible en los cuidados de su hijo. Quién mejor que los padres para cuidar y consolar a los niños. Por supuesto, en los momentos que no estén, todo el equipo de enfermería y médico colaboran en el cuidado y consuelo de los pacientes.
¿Pueden los padres coger a sus bebés o es necesario que permanezcan en su cuna o incubadora?
Hoy en día es fundamental que los niños estén acompañados por sus familias. Fundamentalmente sus padres, pero también hermanos, abuelos etc. Muchas unidades, como la nuestra, son las llamadas de “puertas abiertas”, en las cuales los padres pueden acompañar a sus hijos las 24 horas del día y participar en sus cuidados. Si las condiciones clínicas del niño lo permiten, por supuesto que lo sacamos de la incubadora para que lo cojan en brazos todo lo que quieran. Cuando ellos, por la razón que sea, no estén presentes, pueden ser sustituidos por alguien que ellos recomienden y se deja un horario de visita tanto por la mañana como por la tarde para que pueden acudir visitas.
¿Cómo es la alimentación de aquellos bebés que, pese a estar muy graves, no necesiten una sonda?
La alimentación ideal para un recién nacido, sea la situación que sea, es la leche materna, pero a veces dependiendo de la patología por la que esté ingresado, no puede comer. En estos casos se utiliza o bien sueroterapia o, si va a ser más prolongado, la nutrición parenteral, a través de la cual se administran nutrientes por una vía venosa. Si las condiciones del paciente lo permiten y se puede alimentar con leche materna, lo ideal es hacerlo directamente al pecho. Si es dificultoso o no se puede, podemos recurrir al biberón, succión con jeringa o la sonda nasogástrica. Todas estas formas para administrar la leche materna.
¿Cómo se va dando la información médica a los padres?
Una de las mayores preocupaciones de los padres y que les generan ansiedad es la falta de información. Dado que nuestro objetivo es humanizar lo más posible el ingreso y que los padres pueden permanecer en la unidad las 24 horas, tienen la libertad de pedir información siempre que lo deseen. Estamos las 24 horas dispuestos a dar información. Intentamos dar una información más detallada en algún momento concreto del día, consensuándolo con los padres, pero en cualquier momento nos pueden solicitar más información. El estar al lado de sus hijos y el poder tener información en cualquier momento da mucha tranquilidad y fortalece la relación médico-paciente.