El consumo de TikTok entre los adolescentes es muy elevado. Así, un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Pompeu Fabra y de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) destaca cómo el 20% de los adolescentes pasan más de dos horas al día en esta red social, mientras que el 35% de ellos le dedica una hora y media cada jornada.
Las chicas utilizan esta red durante periodos más largos, mientras que los chicos realizan consumos digitales más breves. En cuanto al tipo de contenidos, los de más éxito en esta franja de edad, según el citado trabajo, son los vídeos humorísticos, los vídeos musicales, las noticias protagonizadas por influencers y streamers y los bailes y piezas donde un audio se sincroniza labialmente. Eso sí, los roles de género están muy marcados, ya que los varones muestran más interés por contenidos de videojuegos o deporte profesional, mientras que las chicas se decantan por belleza, moda, viajes, ocio y todo lo que tenga que ver con el bienestar.
Pero, al margen de estos, TikTok es conocida por los 'retos' que se hacen virales y que son seguidos por muchos menores, sin conciencia del riesgo que pueden conllevar. Sobre estos y sus implicaciones psicológicas han investigado miembros de la División de Psiquiatría Infantil y Adolescente del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Tennessee, en Estados Unidos.
Retos muy peligrosos que puede ser fatales
Los investigadores americanos destacan cómo en los últimos años están recibiendo un número creciente de consultas para evaluar a niños y adolescentes que han estado a punto de morir tras llevar a cabo un reto de Tik Tok. Lo primero que ponen sobre la mesa es la necesidad de diferenciar entre lo que son lesiones sin intención (aunque puedan llegar a ser fatales) de los intentos de suicidio.
Porque la realidad es que algunos de estos retos pueden llevar a los menores a la muerte. Tal es el caso del desafío del desmayo, en el que los participantes intentan ahogarse, privándose de aire, hasta desmayarse; del 'desafío Benadryl' (difenhidramina), por el que toman una gran cantidad de este fármaco (un antihistamínico) para alterar su conciencia y provocarse alucinaciones; o por el denominado 'reto del fuego', que consiste en verter un líquido inflamable sobre alguna parte del propio cuerpo y después prenderle fuego.
Son 'retos' grabados y luego subidos a la Red, que en muchas ocasiones tienen consecuencias graves, y ante los que los progenitores viven bastante ajenos, pensando que sus hijos se limitan a ver contenidos más blancos, como bailes o consejos de maquillaje o videojuegos.
Los expertos insisten, además, en que en estos retos participan todo tipo de menores, sin que la edad, el sexo, el nivel socioeconómico o el tipo de estudios sean factores discriminantes.
Las secuelas tras los retos de TikTok
Al margen de los problemas médicos que pueden acarrear este tipo de sucesos, los niños y adolescentes que se someten a los retos más peligrosos de TikTok pueden sufrir luego problemas de salud mental, ya que se han expuesto a eventos traumáticos. "Hasta un 38% de los y las pacientes lesionados desarrollan depresión a los seis meses y entre un 10 y un 22% de ellos cumplen los criterios de diagnóstico para el trastorno de estrés postraumático", alertan los investigadores de la Universidad de Tennessee.
"El papel de los desafíos a través de TikTok como factor precipitante de una experiencia cercana a la muerte es profundamente inquietante y debe evaluarse", subrayan. En este sentido, su propuesta es proporcionar una educación a todos los menores acerca de lo que supone el uso seguro de TikTok, una psicoeducación que debe ser ampliada a la familia para que los padres conozcan las redes sociales en que se mueven sus hijos, puedan hablar con ellos de este tema y tengan la capacidad para supervisar los contenidos que consumen sus vástagos.
Pero van más allá. "Para reducir y evitar la mortalidad infantil, así como las lesiones intencionales y no intencionales relacionadas con los desafíos de TikTok (y las plataformas de redes sociales similares) deben reconocerse como un problema de salud pública emergente", reclaman los estudiosos americanos.
En esta misma línea, los investigadores españoles ya citados insisten en su estudio en los problemas de los menores para controlar el tiempo de uso de TikTok. De hecho, señalan cómo a mayor tiempo delante de la pantalla, hay más dificultades de control y para limitar esa exposición. Por ello, también remarcan la necesidad de que tanto los adolescentes como sus padres reciban educación para establecer límites y fomentar el uso saludable de la tecnología.