Conocido también como episodio apneico o crisis hipóxica refleja, el espasmo del sollozo es una entidad clínica que se da solo en niños a partir de los seis meses y que desaparece de forma espontánea con la edad. Se caracteriza por la presentación, tras llanto violento, de una crisis de apnea (parada respiratoria) que da lugar a cianosis intensa y, en ocasiones, a pérdida de la conciencia.
Esta patología suele presentar una incidencia familiar y se presenta con una frecuencia del 6% de todos los niños.
¿Por qué se produce el espasmo del sollozo?
El espasmo del sollozo está siempre precedido de llanto. Llanto fuerte y violento, originado generalmente por frustración, por una rabieta o por un traumatismo craneal en la región occipital.
Existen dos formas clásicas de espasmo del sollozo, una cianótica y otra pálida. Su intensidad y duración pueden ser variables. En la forma cianótica, que es la más frecuente, el niño al llorar realiza varios movimientos respiratorios profundos, deja de respirar y se pone cianótico, de color azulado, con pérdida del tono muscular y pérdida del conocimiento de breve duración. La recuperación posterior es inmediata y completa. En la forma pálida, domina la palidez facial y la hipotonía, aparece con más frecuencia después de los traumatismos craneales y se acompaña de pérdida de conciencia de corta duración.
¿Cómo es el diagnóstico?
El diagnóstico del espasmo del sollozo, que tanto alarma a los padres del niño, no suele plantear problemas al médico. La asociación de los factores desencadenantes, el estar siempre acompañado de llanto fuerte y el presentar cianosis de forma previa a la aparición de la pérdida de conciencia, son signos que lo definen.
Los síncopes, en ocasiones, pueden plantear problemas de diagnóstico diferencial, aunque en ellos la pérdida repentina de la conciencia es lo que le diferencia.
¿Puede tratarse el espasmo del sollozo?
No existe tratamiento específico. En ocasiones se han utilizado medicamentos anticonvulsivantes, pero la larga duración de su mantenimiento y su variable eficacia, los han descartado.
Dada la ansiedad que genera la situación, no es conveniente ni recomendable zarandear al niño, golpearle o echarle agua fría en el rostro, pues estas actitudes violentas no han demostrado ninguna utilidad. Lo más recomendable es adoptar una actitud preventiva e intentar evitar las situaciones accidentales y no accidentales que en otras ocasiones previas hayan desencadenado la crisis.
Pronóstico
Es muy importante tranquilizar a los padres, indicándoles que el proceso es auto limitado, que desaparecerá de forma espontanea antes de los cuatro años y que no ocasionara lesiones cerebrales posteriores ni dejará secuelas neurológicas.
Repercusiones en la educación de los niños que tienen espasmos del sollozo
La existencia de espasmos del sollozo en un niño puede ser un importante hándicap en su trato y puede condicionar su educación. La ansiedad y la angustia que la presentación de una crisis genera en sus padres y en su entorno (cuidadoras, escuela, maestras) hace que para evitar su aparición se le trate de forma diferente a otros niños, con mayor tolerancia y con menor exigencia.
Debe saber que…
- Patología neurológica menor. Aunque el espasmo del sollozo no es verdadero trastorno convulsivo, se le incluye en el grupo de patología neurológica menor, pues los estudios neurológicos, incluyendo el electroencefalograma, son siempre normales.
- Estado posterior del niño. En los casos en los que el espasmo ha sido prolongado y de alta intensidad, el niño suele permanecer decaído y somnoliento una vez recuperada la conciencia.
- Convulsiones. En ocasiones, cuando el espasmo es muy intenso y prolongado, puede dar lugar a la aparición de pequeñas convulsiones generalizadas y tendencia a la hipertonía muscular.