Las familias que estén esperando una niña y, bien porque vaya a nacer en estas fechas o bien porque les encante la Navidad y deseen ponerle un nombre que esté relacionado con esta temática tan especial, son varias las opciones. El nombre de Belén es una a tener muy en cuenta en este caso, puesto que es uno de los nombres de niña asociados a la Navidad más bonitos. A continuación explicamos qué significa exactamente y todas las curiosidades en torno a él.
¿Cuál es el origen del nombre de Belén?
El nombre de Belén es de origen hebreo. Proviene del vocablo ‘Betlehem’ (בית לחם), que significa 'Casa del Pan'. Este nombre está profundamente asociado con la ciudad de Belén, en Judea, emblemática por ser el epicentro de la Navidad, pues allí nació Jesús, según el Nuevo Testamento. En concreto, lo hizo en un humilde portal, entre pajas, al cobijo de un buey y una mula.
Curiosidades sobre el nombre de Belén
Por eso, este nombre ocupa un lugar central en las tradiciones navideñas, especialmente en los países de habla hispana, donde existe incluso como sustantivo común para hacer referencia a las representaciones de la Natividad (los belenes). De ahí que sea habitual en villancicos y en poemas navideños, así como en grandes obras de arte de todos los tiempos.
También en los países de habla hispana y, por el mismo motivo, Belén es un nombre muy popular. Quizás, aún más en España, donde hay 34.060 mujeres y niñas registradas con este nombre, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
¿Cuándo se celebra el santo de Belén?
El santo de Belén se celebra el 25 de diciembre, el día de Navidad. El motivo es precisamente ese, la Navidad, el nacimiento de Jesús en la ciudad de Belén. Es, por tanto, una de las fechas más importantes para la cristiandad en todo el mundo.
Muchos cristianos también adoran a Nuestra Señora de Belén, una advocación mariana que se remonta a la primera mitad del s.IV, cuando Osio, obispo de Córdoba, llevó a la ciudad, tras acudir al Concilio de Nicea, una imagen de la Virgen María que recordaba al nacimiento de Jesús. Desde entonces, Nuestra Señora de Belén comenzó a ser adorada en Córdoba y, poco a poco, se fue extendiendo esta devoción por otros municipios de Andalucía y, aunque en menor presencia, del resto de España.
A partir del siglo XV y de la evangelización de América, los españoles llevaron algunas de estas imágenes y Nuestra Señora de Belén pasó también a ser venerada en territorios conquistados y hoy en día esa devoción permanece en países como México o Perú.