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Niña con muchos regalos en Navidad© Adobe Stock

Navidad

¿Cuántos juguetes son demasiados? Lo que Papá Noel y los Reyes Magos deben tener en cuenta

El exceso de regalos puede tener efectos inesperados en el desarrollo y en el bienestar de los niños, por lo que la psicóloga Sara Tarrés aconseja cómo lograr el equilibrio adecuado


19 de diciembre de 2024 - 17:18 CET

La Navidad es época de ilusión, especialmente entre los más pequeños. Cantar villancicos, hacer planes especiales en familia, reunirse con primos y familiares que no ven a menudo… y, sí, también recibir regalos. Casi siempre, demasiados. Y, por mucho que esto nos pueda parecer que forma parte de las tradiciones navideñas, la realidad es que puede implicar consecuencias.

Así nos lo confirma la psicóloga Sara Tarrés, conocida en redes sociales como Mamá Psicóloga infantil y autora del libro Mi hijo me cae mal (Plataforma Editorial), que advierte de que el exceso de regalos tiene efectos negativos en los niños, ya que dificulta que valoren lo que tienen. “Recibir más objetos no aumenta la felicidad ni la satisfacción; al contrario, fomenta actitudes consumistas y una menor tolerancia a la frustración”, subraya. 

Especialmente cuando son más pequeños, esta abundancia les generara ansiedad y confusión, ya que no saben por dónde empezar ni con qué ni cómo jugar

Sara Tarrés, psicóloga

“Además, impide que los niños conecten con los juguetes que reciben, lo que hace que pierdan o incluso no lleguen a crear el vínculo necesario para disfrutarlos plenamente”. Por eso Tarrés hace hincapié en que lo realmente necesario para nuestros hijos no es el materialismo de los montones de regalos que pueden llegar a recibir, sino tiempo para jugar (algo de lo que muchas veces carecen) y para hacerlo ya sea solos o en compañía de sus padres.

También precisan de tiempo para disfrutar al aire libre en el parque o compartir con la familia. “Lo que les aporta valor son las experiencias compartidas, esos momentos de conexión emocional y el cariño que se transmite a través del tiempo que pasamos juntos”.

¿El exceso de regalos afecta a la manera de jugar?

Sara Tarrés responde con contundencia cuando le hacemos esa pregunta y asegura que sí, que suele afectar tanto a la manera de jugar como a la de relacionarse con los juguetes. "Lo vemos año tras año. A menudo, los niños terminan jugando más con los envoltorios que con los propios juguetes”.

Explica que, al recibir tantos regalos, los niños se sienten abrumados, algo que ocurre no solo en Navidad, sino también durante todo el año, cuando se enfrentan a una gran cantidad de opciones, por ejemplo, en su cumpleaños. “Especialmente cuando son más pequeños, esta abundancia les generara ansiedad y confusión, ya que no saben por dónde empezar ni con qué ni cómo jugar”.

“Además, observamos que, cuanto más tienen, juegan menos”, subraya la psicóloga. “Esto sucede porque no se concentran en ningún juguete en particular y pierden el interés rápidamente. El juego se convierte en un proceso de sacar y esparcir los juguetes, en lugar de una exploración profunda”. Se trata de un tipo de juego que también es válido, según nos indica, pero que no fomenta la creatividad ni el desarrollo de la imaginación o la resolución de problemas.

“La clave está en ofrecer pocos juguetes que estimulen la imaginación y les brinden oportunidades para crear historias, inventar personajes y dar forma a la riqueza de su mundo interior, evitando, en la medida de lo posible, aquellos que hacen todo por ellos”.

Niño con muchos regalos en Navidad© Getty Images

¿Cuántos juguetes son demasiados?

No hay un número exacto para determinar cuántos juguetes son demasiados, según la psicóloga infantil, pero recomienda recurrir a la llamada regla de los 4 regalos para utilizarla como guía. Esta regla establece que hay que limitar a cuatro los regalos que reciben los niños en estas fechas y que estos deben ser: algo para usar (ropa, accesorios), algo que fomente su aprendizaje (libros, juegos educativos), algo que realmente deseen (un juguete especial de su lista) y algo que necesiten (artículos prácticos o útiles).

Tarrés no ve imprescindible seguir esta regla a rajatabla, puesto que cada familia tiene su manera de vivir y de entender estas festividades, pero sí que puede servirnos, para “evitar el exceso de regalos y hacer una selección más consciente y reflexiva, sin importar el presupuesto”, nos dice. “La idea es asegurarnos de que cada regalo tiene un propósito y es verdaderamente significativo”.

Observamos que, cuanto más tienen, juegan menos

Sara Tarrés, psicóloga

“Otra opción que me parece muy enriquecedora son las experiencias, que no siempre requieren grandes gastos pero pueden ser igualmente valiosas”, añade Mamá Psicóloga infantil. “Regalar tiempo compartido, como una salida al parque, un paseo por la naturaleza, entradas al teatro o actividades en familia, fomenta recuerdos que permanecen más allá de lo material”.  

Si además procuramos que esas experiencias estén alineadas con los gustos e intereses de nuestros hijos, se les podrán sacar mucho más partido. “Estas vivencias no solo enriquecen su desarrollo emocional y social, sino que también refuerzan los lazos familiares”.

No cabe duda de que también habrá que tener en cuenta qué regalos son los que ellos desean: “involucrar a los niños en la creación de su lista de deseos es otra excelente manera de ayudarles a reflexionar sobre lo que realmente quieren o necesitan. Esto les enseña a priorizar, favorece una relación más sana con el consumo y, lo más importante, permite ajustar los regalos a lo que se puede ofrecer, sin caer en el exceso”.

Para Sara Tarrés es clave que los adultos reflexionen acerca de qué es lo que quieren transmitir a sus hijos y qué consecuencias puede tener para ellos el consumo excesivo y cómo puede influir en su bienestar. “Tal vez, después de esta reflexión, algunas familias consideren útil limitar el número de regalos, no como una regla rígida, sino como una manera de potenciar la calidad de las experiencias y el tiempo compartido, lo cual es esencial para el bienestar emocional de los niños”.

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