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La llamada dieta del amor puede, por nombre, dar pie a conjeturas equívocas acerca de lo que significa y a asociarla, quizás a algún tipo de régimen alimenticio que pueda tener que ver con el amor de pareja. Sin embargo, nada tiene que ver con eso. “La dieta del amor es una manera de referirse a la dieta que debe realizar la madre lactante de un bebé con alergia a la proteína de la leche de vaca”, como nos explica la Dra. Rosa Maria Merlos, pediatra y consultora de lactancia certificada IBCLC del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre.
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El nombre tan curioso de esta dieta se debe a que “representa un acto de amor de la madre por el hecho de dejar de comer un montón de alimentos que quizás le apetecen comer, ya que la proteína de leche está presente en muchos productos cotidianos”, señala Miriam Maiquez, enfermera de maternidad y pediatría y colaboradora de Doctoralia. “Supone un sacrificio, pues ha de excluir muchos alimentos de su dieta, pero gracias a ello su bebé se encontrará bien y seguirá recibiendo el mejor alimento, que es la leche materna”, añade la Dra. Merlos.
En concreto, la dieta del amor consiste en que la madre que da el pecho a su bebé elimine el consumo de lácteos (leche, queso, yogures, mantequilla y cualquier producto que contenga proteína de leche).
La alergia a la proteína de la leche de vaca es una de las alergias más comunes en los lactantes, especialmente en los primeros meses de vida
¿Cuál es la utilidad de la dieta del amor?
Al preguntar a la pediatra por la utilidad de que la madre que da el pecho modifique su dieta para evitar que su bebé desarrolle alergias a determinados nutrientes, nos responde que "no hay necesidad de hacer cambios drásticos para prevenir alergias en un bebé”; simplemente debe procurar seguir una alimentación equilibrada y saludable.
Otra cuestión bien distinta es que ya se haya detectado que el bebé sea alérgico a la proteína de vaca. Es este caso y cuando se alimente mediante leche materna, que la madre modifique su dieta, “más que útil es totalmente necesario, ya que todo lo que comemos también lo comerá nuestro bebé”, según Maiquez, quien recomienda, al igual que la doctora, que si no hay un diagnóstico certero acerca de esta alergia en el lactante, la mamá siga una dieta equilibrada.
¿Qué implica que un lactante sea alérgico a la proteína de la leche?
La alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV) es una de las alergias más comunes en los lactantes, especialmente en los primeros meses de vida, según nos indica la Dra. Merlos, quien especifica que es producto de una “reacción del sistema inmunológico del bebé a las proteínas presentes en la leche de vaca, a las que identifica erróneamente como sustancias dañinas”.
Esta reacción puede provocar diferentes síntomas, que pueden variar en función de la gravedad de la alergia y de la forma en que se manifieste (inmediata o tardía) y hacer que el niño presente desde problemas digestivos hasta reacciones cutáneas y respiratorias, tal y como detalla la pediatra y consultora de lactancia.
Síntomas más habituales de la alergia a la proteína de la vaca en lactantes
La Dra. Merlos enumera los síntomas más habituales de los lactantes alérgicos a la proteína de la vaca:
- Problemas gastrointestinales: vómitos, diarrea o heces con sangre, dolor abdominal. “Esto puede generar irritabilidad o llanto excesivo (por el malestar abdominal) y falta de aumento de peso adecuado (pues no se digiere bien la leche)”.
- Síntomas cutáneos: eczemas, urticaria.
- Síntomas respiratorios: congestión nasal y mucosidad excesiva, dificultad para respirar o tos persistente.
“En casos raros, la alergia puede desencadenar una reacción alérgica severa (anafilaxia), que es una emergencia médica”, advierte la pediatra de Vithas Valencia 9 de Octubre. “Los síntomas de anafilaxia incluyen dificultad para respirar, hinchazón de la cara o labios, bajada de presión arterial y shock”.
“Lo difícil del caso es que un bebé no puede decirte me duele la barriga, así que nos lo comunicará llorando”, comenta la enfermera. “Por eso siempre es clave la observación de las madres y su sexto sentido para saber que su bebé no está bien”.
La dieta del amor representa un acto de amor de la madre por el hecho de dejar de comer un montón de alimentos que quizás le apetecen comer
¿Cómo influye la alimentación de la madre en el lactante?
“La leche materna tiene una composición bastante constante y la dieta de la madre solo afecta a algunos nutrientes”, apunta la doctora Merlos, que destaca que el cuerpo de la mujer es capaz de producir la cantidad y calidad de leche adecuada para cubrir las necesidades alimenticias del bebé, incluso en casos en los que la madre no se alimente correctamente. “Sin embargo, esto no sería lo adecuado para la salud materna, ya que la falta de nutrientes se extraerá de las reservas de la madre para garantizar el aporte de estos en la leche”, advierte.
Detalla que lo único que lo único que varía en la leche materna con la dieta es el contenido en grasas, mientras que el contenido en proteínas, hidratos de carbono, calcio o hierro no cambia mucho, incluso si la madre ingiere poca cantidad de estos en su dieta. “Sin embargo, la ingesta de grasas debe ser la misma que la recomendada para la población general”, añade acerca de la alimentación materna.
Hace hincapié, eso sí, en los alimentos o productos alimenticios cuyo consumo debe limitar o eliminar la madre que da el pecho:
- Pescado azul. “Durante la lactancia se recomienda no consumir pescados azules grandes (como el atún rojo, el emperador, el pez espada o el lucio) por su alto contenido en mercurio”.
- Estimulantes. “Es recomendable moderar el consumo de cafeína y chocolate, ya que un consumo excesivo puede afectar al bebé y provocarle irritabilidad e insomnio”.
- Alcohol. “El alcohol está prohibido, ya que este pasa a la leche materna y puede causar sedación, desmedro, irritabilidad, retraso psicomotor y menor rendimiento cognitivo y académico”.
Por lo demás, “debe hacer una dieta equilibrada que incluya verduras, frutas y productos de origen animal todo esto ayudará a garantizar que las mujeres afronten mejor su embarazo, su posparto y su lactancia”, apunta la enfermera colaboradora de Doctoralia. “Y, por supuesto, no olvidarse de aumentar el consumo de agua, algo vital en las etapas de embarazo, posparto y lactancia”.