Durante el año 2023 se produjeron en España más de 80.000 casos de separación y divorcio, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). De ellos, el 42,6% tenían solo hijos menores de edad, muchos de los cuales disfrutan de la magia de la Navidad. Al margen de otras cuestiones, como los días festivos que pasan con uno u otro, hay pequeños detalles que para los niños pueden ser muy importantes. Es el caso de la carta a los Reyes Magos o a Papá Noel.
Hemos consultado con Silvia María Campos, doctora por la Universidad Alfonso X el Sabio y especialista en Psicología Clínica, cómo organizar los regalos de estas fiestas cuando hay una separación de los padres.
¿Una sola carta por niño o una por cada progenitor?
"Lo ideal sería que los niños escriban una sola carta y que los progenitores consensúen cómo compartir la tarea, repartiendo de manera equilibrada la compra de regalos", comentar la experta, que está especializada en atención infanto-juvenil.
No obstante, no siempre las separaciones matrimoniales discurren cordialmente, por lo que esta opción de ponerse de acuerdo entre los padres no es viable. "Muchas veces, la mala relación entre los padres genera competitividad y hace que se desvirtúe el sentido de esta tradición que tanta ilusión hace en la infancia, por lo que para evitar luchas por comprar el regalo más deseado o en base al coste económico, es mejor que los niños escriban una carta en cada casa", aconseja.
Evitar competiciones y conflictos de lealtades
A veces, los progenitores separados entran en una especie de competición para agradar más a su hijo que el otro. Aquí no entra solo en juego el valor económico del obsequio, sino, sobre todo, cumplir el mayor deseo del niño.
Esto puede generar, además, un conflicto de lealtades cuando el niño se siente culpable por preferir los regalos que le han dejado en una casa, con respecto a los otros. Por eso, como insiste la psicóloga, "es importante que los padres prioricen la felicidad del niño frente a sus diferencias. Deben asumir que es un momento para mostrar la mejor faceta de su rol de padre/madre y no instrumentalizar al hijo para ganar poder frente a su expareja".
Porque el que pierde, sobre todo, es el pequeño: "Esta competencia impacta negativamente en el niño. En primer lugar, si el niño capta un ambiente de tensión le generará ansiedad y además puede sentirse culpable por creer erróneamente que es él quien origina dicha tensión. Además, puede hacer que asocie la Navidad con un momento de conflictos e inestabilidad emocional dejando de disfrutar de ella de manera plena", señala la experta de la Universidad Alfonso X el Sabio. Y, por si fuera poco, el menor puede acabar asociando erróneamente lo espectacular de los regalos que recibe con el cariño y el amor de sus padres.
Además, apunta la importancia de evitar hacer comentarios negativos sobre el otro padre o sobre sus regalos, ya que esto solo repercute negativamente en el menor, en forma de estrés. "El respeto mutuo, una buena comunicación y ser conscientes de la importancia de preservar el encanto de estos días tan especiales ayudará a minimizar las posibilidades de conflicto", añade.
Buscar la cooperación entre la expareja
Cualquier decisión consensuada entre los padres va a generar un mejor ambiente y va a permitir que el hijo se centre en lo importante, que para él debería ser disfrutar de las fiestas, "en lugar de asumir la responsabilidad de evitar conflictos entre sus padres".
Para Silvia María Campos, "cuando los padres cooperan para garantizar que los regalos son equitativos esto ayuda a que el niño pueda disfrutar de la experiencia sin sentirse presionado a elegir entre sus padres". Sin embargo, no siempre ocurre así y hay ocasiones en que el hijo está en medio del conflicto entre sus padres, lo que le genera culpa y ansiedad, pues puede llegar a pensar que la responsabilidad de ese ambiente de tensión es suya.
Es muy recomendable que se permita que los niños lleven los regalos que han recibido al hogar del otro progenitor. Los pequeños deberían sentirse con tranquilidad y espontaneidad para hacerlo. "Sentir que no tienen que ocultar sus pertenencias ante uno u otro ayudará a establecer una relación más cómoda entre los niños y sus padres, facilitando además la transición entre ambos hogares", concluye la psicóloga.