Durante el embarazo hay una revolución hormonal que provoca muchos cambios. También en la boca. La gestante puede sufrir gingivitis (inflamación y sangrado de las encías), periodontitis (infección en las encías), que incluso se relaciona con un mayor riesgo de parto prematuro, y otras afecciones como los épulis.
Para saber qué son y cómo afectan al embarazo hemos recurrido a Cristina Domínguez García, odondóloga especialista en Odontopediatría y lactancia materna y divulgadora en la cuenta de Instagram @leibe.es.
¿Qué son los épulis del embarazo y por qué se forman?
Tal como explica la experta, el épuli es una lesión que se produce en la mucosa de la boca por la proliferación de pequeños vasos sanguíneos. El resultado es una protuberancia, como una zona que sobresale. "La zona más frecuente de aparición es el margen de la encía, sobre todo en la zona que se encuentra entre dos dientes", detalla.
El factor hormonal tiene un peso clave en su aparición, ya que al haber más progesterona aumenta el flujo de sangre a las encías y provoca cambios en el metabolismo de los tejidos. Es por esto por lo que también hay más riesgo de gingivitis. Pero, además, hay otra hormona implicada: los estrógenos, que afectan a los procesos inmunitarios y las reacciones inflamatorias. Algunas mujeres embarazadas con gingivitis tienen reacciones inflamatorias exageradas a algún irritante local (más comúnmente placa bacteriana por un cepillado inadecuado) y se les forman estos bultos que pueden ser muy molestos y antiestéticos", comenta Cristina Domínguez.
¿Conlleva riesgos tener épulis en el embarazo?
El síntoma más molesto de los épulis es el sangrado que sufre la embarazada. Pero, al margen de las molestias, "no conllevan riesgos particularmente importantes y en su mayoría suelen desaparecer por sí solos tras finalizar el embarazo", tranquiliza la especialista. No obstante, en ocasiones, el sangrado es excesivo y pueden causar dolor e interferir con funciones normales, como la masticación, especialmente cuando el tamaño de los épulis es excesivo.
Sí es importante que cuando aparezcan, la embarazada tenga un diagnóstico preciso "para diferenciarlo de otras lesiones que son aparentemente similares y son potencialmente más serias como granuloma periférico de células gigantes, hemangioma capilar o sarcoma de Kaposi", advierte.
¿Cómo se tratan los épulis del embarazo?
Dependiendo de cómo sean los épulis, así se prescribirá un tratamiento u otro. "Cuando los síntomas son leves, el tratamiento se limita al mantenimiento periodontal: instrucciones de higiene oral y limpiezas profesionales o tratamientos periodontales en clínica (según sea el caso) y esperar que desaparezca tras el embarazo", señala Cristina Domínguez.
Cuando los síntomas son muy molestos para esperar al final del embarazo, se puede hacer una intervención para eliminar el épulis. "Se puede extirpar con una pequeña cirugía sencilla, pero si esta cirugía se hace durante el embarazo, es más probable que el épulis vuelva a ocurrir, que si se extirpa una vez finalizada la gestación", alerta. La intervención se lleva a cabo con anestesia local y la lesión se hace desaperecer con un bisturí y un raspado muy cuidadoso de los márgenes y las bases de la misma.
El momento ideal para llevar a cabo esta cirugía, como ocurre con otros tratamientos dentales, es en el segundo trimestre y algunas mujeres la solicitan no solo por cuestiones prácticas como el excesivo sangrado, el dolor o las dificultades de masticación o de otras funciones orales, sino también ante una "excesiva preocupación estética si ocurre en la zona de los incisivos superiores". Hay que tener en cuenta que es una lesión muy visible, dependiendo del lugar de aparición, y que esto puede crear inseguridad en la mujer.
¿Se pueden prevenir los épulis del embarazo?
La forma más eficaz de prevenir los épulis del embarazo es, como destaca la odontóloga, "mantener una higiene oral exquisita (no solo cepillando, sino también usando cepillos interdentales o hilo dental), y acudiendo al dentista para que valore si hay factores irritantes de la encía como sarro o alguna restauración que tenga algún borde no bien pulido o sobrecontorneado que favorezca el acúmulo de placa en la zona".
Aunque los épulis del embarazo y otras afecciones como la gingivitis puedan ser frecuentes en este periodo, "no quiere decir que sean normales: ocurren por una respuesta inflamatoria excesiva a la placa bacteriana. Y se pueden prevenir con un buen control de placa, es decir: buena higiene. Para ello es imprescindible acudir a revisión, y con un dentista o higienista, revisar no sólo la técnica de cepillado, sino también las herramientas (cepillo dental, cepillos interdentales y/o hilo dental), y adaptar estas herramientas a las necesidades individuales de cada persona", advierte Cristina Domínguez. Hacer un buen cepillado y con el cepillo correcto, pues no todos lo son, es absolutamente esencial.
Por otra parte, el épulis puede reaparecer en un siguiente embarazo "si persisten los factores desencadenantes (placa dental, sarro, restauraciones poco pulidas o sobrecontorneadas)", concluye.