Por mucho que se trate de un proceso natural para el que toda mujer sana que acaba de dar a luz está preparada, la realidad es que la lactancia materna puede ser verdaderamente difícil de establecer para muchas recién estrenadas mamás por diversos motivos. Quizás, uno de los motivos (o puede que de las consecuencias) sea que la leche tarde en subir, lo que genera angustia o malestar en las madres, especialmente en las primerizas.
Para evitar esta situación, puede ser útil probar a realizar la extracción prenatal del calostro, es decir, a hacerlo estando aún embarazada. Esta extracción manual “permite a la mujer obtener pequeñas cantidades de calostro para que, en caso de necesidad tras el nacimiento, puedan ser administradas a su recién nacido”, tal y como nos indica la matrona Paula Camarós Ruiz, Consultora Internacional Certificada en Lactancia Materna (IBCLC) y autora de El poder de crear vida y Ha nacido una madre (ambos de Ed. Planeta).
Camarós señala que la extracción prenatal de calostro no es algo obligatorio, pero sí recomendable en determinados casos. “Como dato curioso, me gustaría añadir que existen estudios científicos que además relacionan la extracción prenatal de calostro con la prevención en el retraso de la lactogénesis II”, es decir, con el retraso de la subida de la leche.
¿En qué casos es recomendable realizar la extracción prenatal de calostro?
Paula Camarós indica que sería aconsejable llevar a cabo esta técnica en los siguientes casos:
- Si se prevé separación entre madre e hijo tras el nacimiento.
- Madres con síndrome de ovario poliquístico. El síndrome del ovario poliquístico (SOP) se produce como consecuencia de disfunción de hormonas sexuales que puede provocar, entre otras cuestiones, hipoplasia mamaria, es decir, menos producción de leche materna
- Cesárea programada.
- Casos en que el bebé presente CIR (crecimiento intrauterino restringido)
- Patologías congénitas del bebé.
- Casos en que haya habido anteriormente hipogalactia, es decir, escasa producción de leche materna tras alumbramientos previos
- Madres con diabetes tipo 1.
- Madres que hayan tenido alguna cirugía torácica o reducción de pecho.
- Hipoplasia mamaria, que se presenta cuando la mujer no ha desarrollado la glándula mamaria de manera normal. “En este caso, como no sabemos realmente si la lactancia se va a ver afectada o no, sería aconsejable realizar la extracción para tener calostro de reserva en caso de que no haya suficiente producción de inicio”.
En todas estas situaciones, contar con reservas de calostro va a “ayudar a prevenir posibles hipoglucemias en el bebé y una posible deshidratación al comienzo”, asegura la consultora certificada en lactancia materna. “De la misma manera, también nos ayudará a evitar el suministro de leche artificial en caso de que sea necesario suplementar al bebé las primeras horas o días”.
¿Todas las mujeres embarazadas pueden lograr extraer calostro?
Una vez que ya sabemos cuándo y por qué es recomendable intentar realizar la extracción de calostro estando aún embarazada, la siguiente pregunta es si se conseguirá en todos los casos. Más aún teniendo en cuenta que, como señalábamos al comienzo del artículo, algunas mujeres tienen dificultades incluso tras haber dado a luz a su bebé.
“En mayor o menor medida la gran mayoría de mujeres podrán extraer algo”, nos dice Camarós. Eso sí, “deben tener en cuenta que hablamos de pocos mililitros; de hecho, las jeringas que utilizamos son de 1 ó 2 ml”.
La autora de Ha nacido una madre subraya que, si intentar llevar a cabo esta técnica va a producir estrés a la futura mamá o el ver que no logra cantidades grandes de calostro le produce ansiedad o miedo a no poder amamantar, “es mejor que no lo lleve a cabo”. El motivo es que, según nos explica, “tener poco o mucho calostro durante el embarazo no está relacionado con el poder o no poder amamantar una vez su bebé haya nacido”.
¿Cómo realizar la extracción prenatal de calostro?
Paula Camarós recomienda realizar esta técnica durante 10 ó 20 minutos al día, en un momento en el que la mujer esté tranquila, “idealmente tras la ducha y tras la semana 34 de gestación y hasta el nacimiento del bebé”. Advierte que es muy importante que la mujer se lave las manos antes de comenzar para evitar posibles infecciones. Después habrá que seguir los siguientes pasos:
- Estimular el pecho. “Comenzaremos dando un masaje en ambos pechos. Se podrá masajear con los dedos como si rodáramos un rodillo de arriba abajo y después por los laterales. Pasaremos también los deditos como si caminásemos por encima del pecho, y haremos esto por todos los ángulos de la mama”, detalla la matrona. “Es probable que gracias a esta estimulación ya veamos que la zona está más receptiva, incluso que la punta del pezón comienza a estar más húmeda con algunas gotitas de calostro visibles”.
- Proceder a la extracción propiamente dicha. “Para comenzar la extracción, la mujer debe colocar la mano en forma de C y de U, justo donde se palpe un cambio en la textura del pecho”, señala la también CEO del centro para la maternidad Baby Suite (@babysuite_centro). “El movimiento debe ser de retracción y empuje, siguiendo un ritmo regular. No debe doler, ni molestar”.