Baño del recién nacido© Adobe Stock

Recién nacido

El primer baño del recién nacido: los motivos por los que la OMS recomienda esperar 24 horas

¿Cómo debe llevarse a cabo ese primer baño?, ¿qué cuidados hay que tener?


27 de noviembre de 2024 - 16:33 CET

El baño es una de las principales actividades de higiene en el recién nacido y en el niño. El baño limpia la piel en toda su extensión y, además, ejerce efectos beneficiosos sobre el estado físico y psíquico del niño en todas las edades. La madre durante el baño puede observar al bebé desnudo y puede percibir el color de la piel, la movilidad de las extremidades y la existencia de lesiones o de otras alteraciones cutáneas y es un excelente momento para potenciar el vínculo, la relación y el cariño hacia su hijo.

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En la actualidad la OMS recomienda retrasar el primer baño del recién nacido hasta veinticuatro horas después del nacimiento

¿Por qué se recomienda retrasar el primer baño del recién nacido?

El primer baño al recién nacido no suele realizarlo la madre. Esta actividad puede ser realizada por la comadrona, pero es casi siempre la  enfermera de neonatología la que lo practica.

El momento de realizar el primer baño ha cambiado en los últimos tiempos y cada Unidad de neonatología tiene sus protocolos, que son, aunque diferentes, siempre muy parecidos. Hace años los recién nacidos se bañaban al poco de nacer, una o dos horas después del nacimiento, pero la tendencia actual es a realizarlo pasadas las seis, doce o veinticuatro horas después de haber nacido. Es más, en la actualidad la OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda retrasar el primer baño del recién nacido hasta veinticuatro horas después del nacimiento.

Las razones para esta recomendación están basadas en los siguientes hechos: 

  • El recién nacido nace cubierto por una substancia, el vernix caseoso, que tiene cualidades beneficiosas para la piel. Además de mantener su estado de hidratación durante las primeras horas, esta substancia tiene notables cualidades antibacterianas y previene la aparición de infecciones, como la piodermitis, que frecuentemente da lugar a epidemias en los Servicios de Neonatos.
  • Otra de las razones es prolongar el tiempo dedicado al contacto “piel con piel“, pues si este es más largo y no se interrumpe precozmente, favorece el apego y el vínculo entre madre e hijo y mejora la producción de los calostros y el éxito en el inicio de la lactancia materna.
© Getty Images

Cómo bañar al recién nacido y al bebé

Para bañar con seguridad al recién nacido y al bebé se deben seguir unos preparativos y un ritual que facilite y dé seguridad para su práctica. La temperatura ambiente del cuarto de baño debe ser cálida, entre 23º y 25º centígrados, y la temperatura del agua, entre 36º y 37º centígrados.

Tener a mano una toalla limpia, la esponja y el gel, e introducir lentamente al bebé en un baño para bebés o en otro recipiente espacioso y útil para realizarlo. Siempre sujetando su cabeza con una mano y colocando la otra en las nalgas, repartir el agua y el gel con la esponja la primera zona la de la cara y el cuero cabelludo, cuidando que no entre agua en ojos y boca y la última, el área del pañal. 

Hasta que el cordón se desprenda, lo recomendable es realizar los 'baños de esponja'

El baño del recién nacido y el cordón umbilical

El muñón del cordón umbilical que presenta el recién nacido después del parto durante los primeros días de vida puede ser una condición que genere dificultades para los primeros baños del bebé. Si el cordón umbilical se moja con frecuencia, las posibilidades de que se momifique y de que se desprenda se retrasan y ello puede favorecer su contaminación y su infección. Por ello suele ser recomendable no realizar los primeros baños sumergiendo al bebé en el agua o, si se realiza, que el nivel del agua no alcance al cordón. Hasta que el cordón se desprenda, lo recomendable es realizar los “baños de esponja”, evitando así la persistencia del cordón por más de siete-diez días.

¿En qué consisten los baños de esponja en el recién nacido?

Los baños de esponja tienen la misma eficacia que un baño normal, salvo que se realizan sin sumergir al bebé en el agua y, por lo tanto, se evita que el ombligo se moje, absorba agua, se hidrate y tarde más en caerse. Una vez que el ombligo se desprenda y la zona umbilical haya cicatrizado, ya se puede sumergir al bebé y realizar el baño tradicional.

¿Cada cuánto tiempo debemos bañar al recién nacido?

Es conveniente que sea diario, pero no es obligatorio. Excepto en el área del pañal, el bebé se ensucia poco y hay especialistas que atribuyen a los jabones y a los baños muy frecuentes sequedad y perjuicios para la delicada piel del bebé. Sin embargo, actualmente existen geles especiales de Ph neutro y sin jabones alcalinos que son beneficiosos y muy bien tolerados.