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Niña tomando un jarabe que le da su padre© Adobe Stock

Antibiótico de los tres días: en qué casos está indicado y cuándo no

No es fácil dar medicamentos a los niños pequeños, por eso cuando hay algún fármaco que facilita la tarea al necesitar menos dosis, los padres enseguida muestran su preferencia hacia él. Es el caso del antibiótico de los tres días. 


27 de noviembre de 2024 - 11:42 CET

La azitromicina, conocida popularmente como el antibiótico de los tres días, se ha popularizado en los últimos años entre los padres porque no se toma cada ocho horas, sino una vez al día, y además, su pauta no es de siete o diez días como en el caso de otros antibióticos, sino de tres días que, en el caso de algunas patologías concretas, se alarga hasta cinco días. 

"Uno de los problemas que nos encontramos los pediatras en nuestro día a día es que muchos niños, especialmente los más pequeños, rechazan tomar la medicación. Como la posología de la azitromicina es más cómoda, ya que se pauta cada 24 horas, una sola toma al día, ha hecho que muchos padres prefieran ese antibiótico para sólo tener que lidiar con el mal rato de dar la medicación una vez al día y sólo durante tres días", comenta el Dr. José María Carmona Ponce, pediatra del Hospital Infantil Virgen del Rocío de Sevilla y director del Centro Pediátrico Cuidar Mi Bebé de Mairena del Aljarafe (Sevilla). Con él hablamos de las particularidades de este antibiótico.

¿En qué casos está indicada la azitromicina en niños?

"La azitromicina es un antibiótico del grupo de los macrólidos de segunda generación. Como antibiótico que es está indicado en los casos en que la infección sospechamos o confirmamos que está producida por un germen que es sensible a dicho antibiótico", explica.

Entre los gérmenes y procesos con los que se puede utilizar la azitromicina están los siguientes, como detalla:

  • Mycoplasma pneumoniae: bacteria que produce las neumonías atípicas.
  • Bordetella pertusis: bacteria que causa la tosferina.
  • S. pneumoniae: bacteria causante otitis medias agudas, sinusitis y las neumonías típicas o de la comunidad.
  • S. pyogenes: bacteria que provoca las faringoamigdalitis (anginas).
  • Campylobacter jejunii: bacteria implicada en algunas diarreas sanguinolentas.

"Tanto para S. pneumoniae como S. pyogenes el antibiótico más adecuado sería la penicilina y la amoxicilina y sólo deberíamos utilizar la azitromicina en el caso de que el niño fuese alérgico a estos antibióticos", aclara.

Niño en consulta mientras es auscultado por el pediatra© Adobe Stock

¿Cuáles son las diferencias con respecto a otros antibióticos?

La diferencia fundamental de la azitromicina con respecto a otros antibióticos es que tiene una vida media más larga y se elimina más lentamente de los tejidos, "lo que permite hacer tratamientos más cortos y con mayor intervalo entre dosis y dosis", explica el especialista.

Por otra parte, a este antibiótico se le ha atribuido cierto efecto antiinflamatorio, lo que ha provocado que "en ocasiones se utilice en bronquitis y asma, a pesar de no ser estos procesos infecciosos puramente", añade.

La mayoría de los procesos infecciosos en la infancia son producidos por virus y, por tanto, no hay que utilizar antibióticos

Dr. José María Carmona, pediatra

¿Cuándo se pauta la azitromicina durante tres día y cuándo durante cinco días?

Al tener la azitromicina una larga vida media dentro de las células y eliminarse más lentamente de los tejidos, esto permite que la pauta de administración, como ya sabemos, sea de tres o cinco días.

"En realidad la pauta más habitual es utilizar la azitromicina en dosis de 10 mg/kg/día administrado cada 24 horas (una vez al día) durante 3 días", comenta el Dr. Carmona, que es divulgador también en redes sociales (@cuidar_mi_bebe, en Instagram). "Administrarla durante 5 días realmente es una alternativa que consiste en administrar esa misma dosis total,  pero más repartida en el tiempo. Es decir se administra a 10mg/kg/día el primer día,  para continuar los 4 días restantes con una dosis de 5 mg/kg/día", aclara.

En general, en los procesos comentados se suele utilizar la pauta de tres días, pues es mucho más cómoda, aunque en el caso de las faringoamigdalitis (anginas) "la dosis debe ser el doble de la habitual", como indicará el pediatra.

Niño tomando antibiótico en jarabe© Adobe Stock

El problema de las resistencias a los antibióticos 

Uno de los graves problemas médicos a los que nos enfrentamos es el de la resistencia de las bacterias a los antibióticos. La comunidad científica lleva alertando de ello desde hace un tiempo, ya que si las bacterias no reaccionan ante los antibióticos que tienen que combatirlas, nos encontraremos sin arsenal terapéutico ante ellas y sin posibilidad de hacerles frente.

Por eso, hay que utilizar solo los antibióticos cuando esté estrictamente indicado, y emplear el que sea más adecuado a cada situación. "Debido a su comodidad en la posología, se ha generalizado el uso de azitromicina más allá de lo que científicamente es recomendable y, por tanto, esto hace que aumenten las resistencias de los gérmenes a este antibiótico", alerta el pediatra.

Todos debemos ser conscientes de que el uso inapropiado de un antibiótico genera un aumento de las resistencias de las bacterias a los antibióticos. "Y lo que para mí es peor aun es que genera la falsa creencia de que los antibióticos son necesarios en algunos procesos donde no lo son, ya que la mayoría de los procesos infecciosos en la infancia son producidos por virus y, por tanto, no hay que utilizar antibióticos", concluye el especialista.