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Adolescente seria en un campo de fútbol vacío© Getty Images

Adolescentes

Retraso en la pubertad: ¿qué implica cuando tarda en llegar?

La pubertad es una etapa crucial en el desarrollo de los adolescentes, con cambios físicos y emocionales significativos. Cuando estos cambios se retrasan más allá de lo esperado, pueden surgir preocupaciones sobre la salud y el bienestar del menor


27 de noviembre de 2024 - 11:51 CET

La adolescencia  es  la época de la vida en la que se pasa de la infancia a la edad adulta y que abarca desde los diez años a los diecinueve años de edad. La pubertad se encuentra formando parte de la adolescencia. Está integrada en ella, es más reducida y más recortada, tiene una duración de uno a tres años y hace referencia a los cambios biológicos, físicos y psicológicos que desarrollan la capacidad reproductora del individuo y, por tanto, dan lugar a los caracteres sexuales primarios y secundarios del adolescente.

Los acontecimientos de la pubertad siguen siempre una secuencia previsible, aunque el momento en el que se inician y la velocidad con la que se producen pueden ser sumamente variables.

Existen enfermedades orgánicas, genéticas o funcionales que pueden dar lugar a un retraso de la pubertad

Retraso de la pubertad

Se considera que existe un retraso de la pubertad cuando no hay signos iniciales de ella, a los 13 años en las niñas y a los 14 en los niños.

Esto no quiere decir que exista una patología, pero cuando esto sucede, el pediatra debe estar alerta y revisar periódicamente al niño para vigilar la aparición de signos iniciales de pubertad y, si esto no se produce, comenzar poco a poco a realizar controles analíticos, pruebas de imagen o derivar al niño a un endocrinólogo iInfantil para iniciar un estudio más especializado del problema.

¿Cuándo hablamos de pubertad retrasada?

Existen enfermedades orgánicas, genéticas o funcionales que pueden dar lugar a un retraso de la pubertad o en casos extremos a la ausencia de su aparición, dando lugar a situaciones de infantilismo sexual que no corresponde tratar en este momento. Dentro de este grupo estarían el hipogonadismo hipogonadotrópico y el hipogonadismo hipergonadotrópico, situaciones que dan lugar a enfermedades muy complejas, como el síndrome de Turner o el síndrome de Prader-Willi,  que además de afectar al funcionamiento gonadal lo hacen sobre otros órganos o sistemas. También en este grupo se encuentra una condición denominada Retraso constitucional del crecimiento y de la pubertad, situación más frecuente, menos grave y de pronóstico mucho más favorable.

Adolescente serio© Getty Images

Retraso constitucional del crecimiento y de la pubertad

Es la causa más frecuente de retraso de la pubertad. Esta situación tiene un marcado origen hereditario, pues se da frecuentemente en individuos pertenecientes a determinadas familias.

En general a lo largo de la infancia y la adolescencia estos niños tienen un aspecto más frágil, aparentan menor edad y tienen un esqueleto y una constitución más estilizada y liviana.

Son más bajos de la media según edad cronológica, manteniendo su crecimiento en talla cercana al percentil 3 a lo largo de la infancia y, aunque crecen regularmente, siempre están por debajo de la media. Estos pacientes tienen un retraso significativo de la edad ósea con un retraso sobre la edad cronológica de 1,5 a 2 años a lo largo de toda la adolescencia y este retraso de la edad ósea se asocia al retraso en la estatura y al retraso en el desarrollo de una pubertad normal.

La pubertad espontánea suele comenzar en estos pacientes cuando la edad ósea alcanza los 12 años en los niños y los once años en las niñas, pero en muchos casos no es claramente perceptible hasta los 14-15 años de su edad cronológica. Esta pubertad es normal, pero de aparición tardía y sigue una secuencia de cambios normal y ordenada.

En general, a lo largo de la infancia y la adolescencia, los niños con Retraso constitucional del crecimiento y de la pubertad tienen un aspecto más frágil, aparentan menor edad y tienen un esqueleto y una constitución más estilizada y liviana

Diagnóstico de la pubertad retrasada

Estos pacientes suelen consultar al pediatra por talla baja y crecimiento ralentizado y, para establecer un diagnóstico correcto, se deben valorar e investigar detenidamente los antecedentes familiares y realizar un estudio analítico, funcional y de pruebas de imagen para así establecer un diagnóstico de exclusión de otras enfermedades más graves.

Tratamiento frente a la pubertad retrasada

No precisa de tratamiento médico. En ocasiones y en casos muy acusados, el tratamiento con hormona de crecimiento puede facilitar una talla final más elevada en la edad adulta.

La espera expectante con vigilancia y seguimiento médico y el apoyo emocional a la familia y al paciente, sobre todo si existen signos de ansiedad o de baja autoestima en el adolecente, pueden ser necesarios.