La adolescencia es un periodo complicado en el desarrollo. Algunos chicos comienzan en esta etapa con determinadas adicciones. ¿Qué es lo que más peso tiene para que la adicción se desarrolle: la propia personalidad, las circunstancias familiares y sociales que lo rodean, el estilo de educar y criar de los padres?
Para saberlo, hemos preguntado al Dr. Iván Echeverria, psiquiatra en la Unidad de Hospitalización Breve del Consorcio Hospitalario Provincial de Castellón, y subdirector del Grupo de Investigación TXP, adscrito a la Universidad CEU Cardenal Herrera, donde también es profesor.
¿Qué rasgos de personalidad se asocian más a las adicciones?
Durante la adolescencia, la personalidad está en plena formación. Hasta los 18 años, o incluso más allá, esta no se define por completo; es este el motivo por el que no se habla de trastornos de la personalidad hasta pasados los 18 años, y algunos de esos trastornos se relacionan con el consumo de drogas, como explica el experto.
Ahora bien, sí que "existen rasgos de la personalidad observables en los adolescentes que se han asociado a las adicciones". Estos son los que detalla:
- Impulsividad.
- Baja tolerancia a la frustración.
- Inestabilidad emocional.
- Búsqueda de sensaciones.
- Neuroticisimo (ser más susceptible al estrés y a las emociones negativas).
No obstante, "más allá de la personalidad, es importante fijarnos en la propia salud mental del adolescente, pues se ha visto que la ansiedad, cuadros de depresión o el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) aumentan el riesgo de consumo de drogas, al usarse estas como método para aliviar dichos síntomas", destaca el Dr. Echevarria.
¿Influye el tipo de personalidad en el tipo de adicción?
La realidad es que cuando una persona tiene una adicción, "esta va más allá de una sustancia o comportamiento concreto, pudiendo desarrollarla a cualquiera de todas ellas". Esto se explica porque las adicciones tienen un importante componente biológico, es decir, "solo aquellas personas genéticamente predispuestas las desarrollarán", como indica el psiquiatra. En este sentido, el riesgo se debe más bien a la transmisión de genes que predisponen a la adicción, y no tanto a la herencia de rasgos de personalidad. No obstante, algunas teorías clásicas apuntan que la personalidad tienen componentes innatos, lo que se denomina temperamento, que se heredan hasta en un 50%, "con todas las implicaciones que ello tendría en la transmisión familiar de las adicciones".
En todo caso, dejando a un lado el peso de la genética, cuando hablamos de adicciones también hay que valorar factores como la personalidad o la presencia de otros trastornos mentales a la vez (lo que se conoce como patología dual). "O incluso factores sociales como el nivel educativo o económico pueden influir en el contacto con unas u otras sustancias y, en consecuencia, tener un papel relevante en el desarrollo final de la adicción", aclara el experto de la Universidad CEU Cardenal Herrera.
¿Qué papel juegan los estilos de crianza en las adicciones?
Los estilos de crianza que se lleven a cabo son mucho más importantes de lo que pueda parecer en un principio. Así, "son fundamentales en la aparición no solo de adicciones, sino también del resto de trastornos mentales", advierte.
Y añade: "De hecho, otro estudio de TXP demostró que aquellas crianzas en las existe una indiferencia o una ausencia de implicación por parte del progenitor/es aumenta el riesgo de desarrollar una adicción (tanto a una sustancia como a los videojuegos), mientras que una crianza basada en el afecto y la comunicación lo disminuye".
Por tanto, no hay que fijarse solo en los rasgos de la personalidad del adolescente, que pueden ser similares en muchos de ellos, sino también en cómo los padres se han relacionados con ellos durante la crianza.
¿Hay algún tipo de personalidad que proteja más frente a las adicciones?
Enfocándonos en los rasgos de personalidad del adolescente, "los ideales son aquellos que le permitan enfrentarse a las distintas adversidades y situaciones frustrantes de su vida de la manera más eficaz y sana posible", comenta el especialista. Esto no se circunscribe a ningún tipo de personalidad concreta, pues estos rasgos pueden combinarse en el individuo de formas muy diversas. No obstante, cualquier atributo que permita esa resiliencia y ese afrontamiento de los momentos más complicados vitalmente supondría una protección frente a las adicciones.
Si el adolescente tiene unas características que hacen pensar en su vulnerabilidad con respecto a las adicciones o "presenta algún rasgo o condición que pueda comprometer su salud mental, lo importante es solicitar ayuda profesional para poder trabajarlo", concluye el Dr. Iván Echevarria.