La llegada del bebé revoluciona por completo la vida de la madre. A la felicidad por poder abrazar, por fin, a su hijo y al vaivén emocional propio del posparto, se suman infinidad de dudas en torno a la crianza del recién nacido. Y, si hay algo que se suela caracterizar por provocar un mar de dudas entre las mamás primerizas, eso es la lactancia materna. ¿Mi bebé ingiere la suficiente leche?, ¿se agarra bien?, ¿puedo evitar las mastitis?. Todas estas dudas nos las resuelve una de las mayores especialistas de nuestro país, la matrona Laia Aguilar, que es doctora en enfermería, consultora de lactancia certificada IBCLC y directora de LactApp Medical. Esto es lo que nos responde:
¿Qué hago si tarda en subirme la leche?
La subida de la leche suele producirse entre 3 y 5 días posteriores al nacimiento del bebé. Hasta entonces, si se ha optado por la lactancia materna, el calostro será el alimento idóneo y suficiente. Si realmente se produce un retraso de la subida de la leche, se tiene que valorar cuál es la causa. En ocasiones, lo que puede pasar, es que esperamos que la subida de leche sea muy evidente, y a veces no así. Si hay signos de que el bebé no está tomando suficiente leche, podemos probar a extraer leche a la madre. Si no es suficiente, podemos optar por la leche de fórmula. Pero, lo más destacable sería que las mujeres conozcan la fisiología en el proceso de inicio de la producción de leche y, si ven que no se produce, que pidan ayuda lo antes posible.
¿Cómo deben ser los masajes para fomentar que suba la leche tras el parto?
La subida de leche es un proceso que no tiene que ver con los masajes que podemos hacer en el pecho, sino que se activa por el alumbramiento de la placenta. Cuando la placenta sale del útero - después del nacimiento del bebé - se inicia el proceso que dará lugar a la subida de la leche y, que no será evidente hasta unos días después. Hasta entonces, con la estimulación del pecho por parte del bebé es suficiente.
¿Cómo sé si mi bebé se agarra correctamente?
El agarre debe permitir alimentar al bebé sin dolor y de forma efectiva, por lo que es importante que no haya dolor. Habitualmente, cuando el agarre es adecuado, los labios del bebé suelen estar evertidos, la boca bien abierta, la nariz y el mentón pegaditos al pecho y además de ver las mejillas bien redondeadas. Recordemos que la madre no debe experimentar dolor y el pezón, después de la toma, debe salir elongado (alargado) y redondeado. Además, a partir del 4º día de vida, debemos escuchar que el bebé está tragando.
¿Qué hacer para que el bebé se agarre al pecho de manera adecuada?
Uno de los trucos es ofrecer el pezón a la altura de la nariz, de manera que el bebé desplace la cabecita para atrás y abra la boca. Será el momento que, desde la parte superior de la espalda, la madre acerque al bebé al pecho. Es mejor no acercar al bebé desde la cabecita, ya que tenderá a apartarse.
¿Cómo saber si el recién nacido ha ingerido calostro?
Hay signos que nos dan la idea de que el bebé va alimentándose. El pis y las cacas pueden ayudarnos mucho. En principio, durante las primeras 24h de vida tendría que hacer un pipí y una deposición, llamada meconio. Es una caca negra, muy pegajosa. El segundo día como poco tendrá que hacer 2 pipís y seguir haciendo meconio. El tercer día, 3 pipís. Los dos o tres primeros pueden aparecer unas motas anaranjadas en la orina, que deberán desaparecer al cuarto día y las cacas serán más marrones. A partir del cuarto día de vida, como poco tendrá que hacer 4 pipís y las deposiciones empiezan a ser las típicas de los bebés amamantados: de color mostaza, bastante líquidas con grumos.
¿Cómo sé si el bebé está tomando suficiente leche?
Si el bebé está aumentando de forma adecuada de peso, es que hay suficiente leche. Esto representa que a partir del quinto día de vida empezará a ganar peso, a razón de 20-30 gramos al día y recuperará el peso del nacimiento sobre los 15 días de vida.
¿Cómo cuidar el pecho para evitar que salgan grietas?
El principal cuidado es entender que el dolor es un signo de alarma. No nos tenemos que “acostumbrar” ni “hacer callo”. El pezón y la areola están preparados para ser succionados por un bebé. Si hay dolor es que alguna cosa se puede mejorar y es importante que se valore lo antes posible.
¿Y cómo cuidarlo cuando ya han salido las grietas?
En este caso, será claro valorar con una experta en lactancia qué es lo que está pasando. Es indispensable conocer la causa. Mientras, limpiar la herida con agua y jabón unas 4 veces al día e intentar evitar los protectores de pezón, ya que pueden facilitar que la zona esté húmeda y esto favorece la infección.
¿Cómo sé si mi bebé demanda pecho más como chupete que como alimento y qué debo hacer?
Bueno, en realidad el bebé no sabe que existe el chupete… Para él o ella la succión no nutritiva es una necesidad. Y el hecho de estar al pecho no es algo que sea perjudicial, siempre que sea capaz de obtener la leche que necesite y que a la madre no le haga daño. Es obvio que debe ser una experiencia placentera para madre y bebé. Si no es así, es el momento de poner, de forma esporádica, el chupete. La succión no nutritiva es igual de importante que la succión nutritiva y entre otras cosas permite al bebé autorregularse.
Cuando parece que ya todo va bien con la lactancia materna… ¡llegan las crisis de lactancia! ¿Cuándo es la primera y qué es lo que hay que saber al respecto?
¡Pues empiezan pronto! La primera parece que aparece en la segunda noche de vida. Es un momento en que el bebé está mucho más despierto, las endorfinas que su madre le ha pasado durante el parto ya no están activas, igual que otras hormonas que dan sensación de tranquilidad. Además es el momento ideal para que estimulen el pecho para que la lactancia se establezca de manera idónea. Se puede confundir con hambre, cuando lo que está haciendo el bebé es un trabajo maravilloso de estimulación de la glándula para que en pocas horas ella tenga leche abundante.