Desde el instante en el que Cristina Pedroche supo que estaba embarazada, la presentadora se informó concienzudamente acerca de todo lo que implica el embarazo, el parto y el posparto. Ha compartido con total franqueza, además, las dificultades que ha ido atravesado en este tiempo. Por eso se ha convertido en un auténtico referente para muchas mujeres que están a punto de convertirse en madres o que acaban de serlo, porque las enseñanzas sobre maternidad que ella ha ido adquiriendo gracias a su hija Laia son de gran ayuda para muchas mujeres que se encuentran en una situación similar.
Y hay motivos sobrados para ello, pues ha dado a conocer desde métodos innovadores de preparación al parto a importantes aspectos de la crianza y el posparto. Si hay algo que hay que reconocerle es su importantísima labor a la hora de normalizar el tsunami emocional que sienten la mayoría de las mujeres tras dar a luz y las dudas y los temores que en no pocas ocasiones rodean a la maternidad. Hay que agradecerle que sus palabras y su sinceridad han servido de ayuda a muchas recién estrenadas mamás. Estas son las enseñanzas sobre maternidad que Pedroche ha aprendido gracias a su hija Laia y que ha compartido con sus seguidores en redes sociales y con los lectores de su primer ilbro, Gracias al miedo (Planeta):
Las 5 enseñanzas de Cristina Pedroche con su hija Laia
1. Informarse muy bien acerca del parto
Cuando Cristina Pedroche aún estaba embarazada de su hija, hizo una afirmación que sería muy comentada: “no voy a tener contracciones, voy a tener olas uterinas”. Hacía referencia a que iba a recurrir al hipnoparto, que es un método de preparación al parto que incluye técnicas basadas en la hipnosis para hacer frente al miedo y a la ansiedad que pueda ocasionar a la mujer el momento de dar a luz.
Gracias a este método, Pedroche afrontó su propio parto con una fortaleza admirable y dio a luz a su bebé sin epidural. Pero más allá de que el hipnoparto sea la técnica más recomendable o no, lo que la presentadora ha comentado en más de una ocasión es que ella se informó muchísimo acerca de todo lo que implicaba el parto y la lactancia. Y la clave está ahí, en saber a qué se enfrenta la mujer embarazada, en tomar plena consciencia del momento, teniendo muy presente que “vivir esta etapa con confianza es uno de los puntos más importantes”, como señala Carla Quintana, matrona y directora médica de Maternify.
La especialista subraya que, para lograr esa confianza, “es necesario contar con toda la información, saber qué es normal y que no lo es durante el embarazo, qué cosas van a sucederle a nuestro cuerpo…”. Para ello, no hay nada mejor que leer libros y, sobre todo, asesorarse con matronas o en talleres especializados cómo se vive un parto más allá de las contracciones.
2. Acudir a un psicólogo perinatal
Si hay algo que Cristina Pedroche ha contribuido enormemente a poner sobre la mesa es el tema de la salud mental de la mujer en el posparto. Ella ha reconocido abiertamente desde el primer momento que tuvo que precisar la ayuda de una psicóloga perinatal, aquella especializada en todo lo que tiene que ver con el embarazo y el posparto, un especialista del que muchas mujeres ni siquiera habían oído hablar y que es muy necesario.
Pedroche ha normalizado lo que sigue siendo hoy en día un tabú para la mayoría de las mujeres que se acaban de adentrar en la maternidad y es que en no pocas ocasiones se sienten tremendamente tristes, cuando se supone que deberían estar más felices que nunca. No, no solo les ocurre a aquellas que están atravesando una depresión posparto; sentir tristeza o tener importantes altibajos emocionales es mucho más común de lo que se cree cuando se acaba de tener un bebé.
Esa "montaña rusa de emociones", como la propia Cristina lo describía al poco tiempo de dar a luz, hace que la mujer experimente “una amplia variedad de emociones, desde la felicidad y el entusiasmo hasta la ansiedad, la tristeza o la depresión, que dificultan en gran medida que podamos mantener un sano equilibrio de nuestra balanza emocional”, según nos explica Bárbara Huarte Rodríguez, psicóloga perinatal y fundadora y CEO del Centro Psicológico Huarte (centropsicologicohuarte.com).
A veces, gestionar ese vaivén emocional no es sencillo y puede interferir, incluso, en la crianza. De ahí la necesidad de acudir, si se precisa, a un psicólogo perinatal, “una persona que se ha especializado en reconocer, comprender y tratar los distintos retos psicológicos y emocionales asociados a todas las etapas de la maternidad”, según indica Huarte.
3. Con la lactancia materna, buscar apoyo especializado
Uno de los aspectos acerca de los cuales es fundamental informarse bien cuando aún se está embarazada es la lactancia. Y lo es porque, incluso estando bien informada, lo más probable es que surjan dudas, temores o mastitis que puedan dar lugar a abandonar la lactancia materna. Así lo atestiguaba la propia Cristina apenas unos días después del nacimiento de Laia: “Lactancia. Qué bonita me sonabas cuando estaba embarazada, qué fácil parecías habiendo leído, estudiado y consultado tantos libros y manuales. Parecía que lo tenía todo controlado, pero no”.
Por eso es muy importante plantear a la matrona todas las dudas que vayan surgiendo tras el alumbramiento y, en caso de ser posible, contar con la ayuda de una asesora de lactancia, que “es una profesional sanitaria, normalmente una matrona que se ha formado y especializado en lactancia, cuya misión es aconsejar y preparar a las familias para alimentar de manera adecuada a su bebé”, según indica Carla Quintana.
La asesora de lactancia ayudará ante los posibles problemas que puedan surgir, como “mal agarre del bebé a la hora de mamar, dolor en la madre al dar el pecho, mastitis o congestión mamaria… pero también con la extracción de leche, la retirada de pezoneras y, algo no tan sabido por muchas familias, en la elección de los tipos de leche de fórmula y de biberones que mejor se adapten al bebé”. Además de todo ello, ayudan también con los cólicos del lactante, que tantos quebraderos de cabeza dan a muchos padres.
4. ‘Baby Led Weaning’
Pedroche también ha contado tanto a través de sus redes sociales como en su libro que, cuando la pequeña Laia se inició en la alimentación complementaria, lo hizo mediante ‘Baby Led Weaning’ (BLW). Esta técnica, cuya traducción al español es alimentación complementaria a demanda, consiste en ofrecer alimentos sólidos al bebé desde el primer momento, en lugar de purés, como se hacía tradicionalmente.
El BLW, como la alimentación complementaria en general, se suele iniciar en torno a los 6 meses de vida del bebé, si bien más que la edad cronológica hay que tener en cuenta si el pequeño ha alcanzado una serie de hitos del desarrollo, como ser capaz de sostener correctamente su cabeza y de permanecer sentado, que tenga interés por la comida, que le haya desaparecido ya el reflejo de extrusión (por el cual expulsan de su boca todo aquello que no sea leche) y desarrollada de manera adecuada la coordinación ojo-boca para poder llevarse ellos mismos los alimentos a su boquita.
“Laia se tira a por la comida desde hace mucho, ya casi se sienta sola y coordina casi mejor que yo cómo llevarse la comida a la boca, así que estaba más que preparada para empezar a comer", compartía la presentadora en su día con sus seguidores de las redes sociales. Eso sí, de nuevo, antes de llegase el momento de que su hija se iniciase en la alimentación complementaria, Cristina Pedroche se informó y se formó de manera adecuada para elegir un método u otro. Así, no solo cursó un taller de BLW en LactApp, sino también otro de primeros auxilios para saber cómo actuar en caso de atragantamiento.
5. Porteo
Hemos visto a Cristina Pedroche en diferente imágenes practicando porteo. ¿Qué tiene de adecuado este método? Pues más allá de lo cómodo que pueda resultar para la madre o el padre llevar a su hijo en una mochila adaptada, ofrece multitud de beneficios de gran importancia al bebé, entre los que destaca que favorece la creación y el fortalecimiento del vínculo madre/padre-hijo y la lactancia materna. A este, hay que sumar otros, como que disminuye los cólicos del lactante y la plagiocefalia, ayuda al bebé a mantener una postura correcta y favorece su desarrollo psicomotor y, sobre todo, proporciona al pequeño calma y seguridad.
Eso sí, es muy importante asegurarnos de que colocamos al bebé de manera correcta (colocado sobre nuestro pecho, con la cabeza ladeada y las piernas formando una especie de M respecto a la cadera, al tiempo que comprobamos que la curvatura de la espalda se mantiene intacta). De ahí que esta fuera una de las preocupaciones de Cristina Pedroche durante las primeras semanas de su maternidad, como ella misma explicaba en sus redes sociales: “Me da pánico salir. Que si el porteo está bien puesto, que si llora y necesita teta donde me pongo, si va cómoda en el carro, si la silla del coche está bien, si tendrá frío o calor… Y aunque estoy trabajando en ello, la verdad, no me está resultando fácil”, confesaba cuando la pequeña Laia cumplió su primer mes de vida.