Las vitaminas son compuestos biológicos que intervienen en el organismo de los niños en todos los procesos metabólicos y que, junto a las hormonas y los enzimas, son indispensables para formar parte del metabolismo celular y conseguir su buen funcionamiento. Se encuentran en la naturaleza formando parte de los alimentos frescos y naturales e ingresan en su organismo a través de ellos, por lo que en una dieta sana y equilibrada sus necesidades están cubiertas. Sin embargo, no debemos olvidar que la infancia es una época de formación, crecimiento y desarrollo muy acusados y que la ingesta de determinados suplementos de vitaminas, minerales y oligoelementos puede ser muy beneficiosa para mantener una buena salud y un óptimo desarrollo.
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¿Cuáles son las funciones de las vitaminas?
Todas las vitaminas son importantes para la salud de los niños y todas ellas son indispensables. Si no están presentes en las cantidades requeridas como normales, aparecerán signos carenciales, que en muchas ocasiones pueden dar lugar a enfermedades y alteraciones importantes de la salud. Las acciones que ejercen las vitaminas más conocidas sobre el organismo y los procesos metabólicos en los que intervienen son:
- Vitamina A: vista, inmunidad y epitelios.
- Vitamina B (B1, B6, B12): digestión, energía, sangre, sistema nervioso.
- Vitamina C: defensas, inmunidad, cicatrización.
- Vitamina D: calcio, crecimiento, tejido óseo.
- Vitamina E: antioxidante, longevidad.
- Vitamina K: coagulación de la sangre.
Alteraciones de la salud por la falta de vitaminas
La existencia de enfermedades como el raquitismo (exclusivamente en los niños), el escorbuto, al beriberi, la pelagra o la xeroftalmia, afortunadamente casi inexistentes en nuestro entorno, están todas ellas provocadas por la carencia de determinadas vitaminas.
Sin embargo, la existencia de carencias mínimas o parciales sí pueden dar lugar a síntomas aislados de enfermedad. El sangrado de las encías, la sequedad extrema de la piel, la caída del pelo o la dificultad de la visión nocturna nos puede poner en alerta de carencias mínimas y de que es posible que el niño necesite un suplemento de vitaminas en su dieta.
Cuándo es necesario dar vitaminas a los niños
Existen situaciones vitales en las cuales añadir suplementos vitamínicos a la dieta alimenticia puede ser muy recomendable. Ejemplo clásico de ellas son el periodo neonatal, el primer año de vida, la infancia y la adolescencia. En todas estas fases de la vida de un niño se beneficiará del aporte de vitaminas y suplementos. En el periodo neonatal, con la vitamina D3; durante el primer año de vida, las vitaminas liposolubles; y en la infancia y, sobre todo, en la adolescencia, la toma de suplementos vitamínicos y suplementos de minerales como el calcio y el hierro, pueden ser muy beneficiosos en las fases de crecimiento acelerado.
Igualmente los cambios estacionales, la presencia de estrés, los esfuerzos físicos o intelectuales o en la fase de convalecencia de enfermedades, son todas ellas situaciones tradicionales en las que el uso de vitaminas y suplementos en la dieta de los niños se ha demostrado muy conveniente.
¿Puede ser perjudicial dar suplementos vitamínicos a los niños?
Los tratamientos con suplementos de vitaminas deben ser siempre dirigidos y regulados por el pediatra. Aunque las vitaminas no deben considerarse como medicamentos, su venta se realiza en farmacias y su uso y su consumo nunca debe de realizarse sin consejo de vuestro médico. Recordad que la ingestión inadecuada de preparados vitamínicos puede ser perjudicial para la salud, sobre todo en lo referente a las dosis, que deben estar siempre condicionadas por el peso y la edad del paciente. Ejemplos de ello serían: las dosis altas y mantenidas de vitamina D pueden dañar al riñón y a la función renal, las dosis altas de vitamina A puede aumentar la producción de líquido cefalorraquídeo y dar lugar a cefaleas, y la hiperdosificacion de vitamina C puede dar lugar a la aparición de cálculos en las vías urinarias.dr.