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Niña observa una pastilla de un suplemento vitamínico© Adobe Stock

Pediatría

¿Cuándo debemos dar suplementos de vitaminas a los niños?

Hay determinadas etapas del crecimiento y situaciones concretas en las que es muy aconsejable (e, incluso, necesario) dar suplementos vitamínicos y minerales a los menores.


29 de octubre de 2024 - 16:30 CET

Las vitaminas son compuestos biológicos que intervienen en el organismo de los niños en todos los procesos metabólicos y que, junto a las hormonas y los enzimas, son indispensables para formar parte del metabolismo celular y conseguir su buen funcionamiento. Se encuentran en la naturaleza formando parte de los alimentos frescos y naturales e ingresan en su organismo a través de ellos, por lo que en una dieta sana y equilibrada sus necesidades están cubiertas. Sin embargo, no debemos olvidar que la infancia es una época de formación, crecimiento y desarrollo muy acusados y que la ingesta de determinados suplementos de vitaminas, minerales y oligoelementos puede ser muy beneficiosa para mantener una buena salud y un óptimo desarrollo.

La ingestión inadecuada de preparados vitamínicos puede ser perjudicial para la salud

¿Cuáles son las funciones de las vitaminas?

Todas las vitaminas son importantes para la salud de los niños y todas ellas son indispensables. Si no están presentes en las cantidades requeridas como normales, aparecerán signos carenciales, que en muchas ocasiones pueden dar lugar a enfermedades y alteraciones importantes de la salud. Las acciones que ejercen las vitaminas más conocidas sobre el organismo y los procesos metabólicos en los que intervienen son:

  • Vitamina A: vista, inmunidad y epitelios.
  • Vitamina B (B1, B6, B12): digestión, energía, sangre, sistema nervioso.
  • Vitamina C: defensas, inmunidad, cicatrización.
  • Vitamina D: calcio, crecimiento, tejido óseo.
  • Vitamina E: antioxidante, longevidad.
  • Vitamina K: coagulación de la sangre.
Bebé toma suplemento de vitamina K© Adobe Stock

Alteraciones de la salud por la falta de vitaminas

La existencia de enfermedades como el raquitismo (exclusivamente en los niños), el escorbuto, al beriberi, la pelagra o la xeroftalmia, afortunadamente casi inexistentes en nuestro entorno, están todas ellas provocadas por la carencia de determinadas vitaminas.

Sin embargo, la existencia de carencias mínimas o parciales sí pueden dar lugar a síntomas aislados de enfermedad. El sangrado de las encías, la sequedad extrema de la piel, la caída del pelo o la dificultad de la visión nocturna nos puede poner en alerta de carencias mínimas y de que es posible que el niño necesite un suplemento de vitaminas en su dieta.

Hay situaciones en las que el uso de vitaminas y suplementos en la dieta de los niños se ha demostrado muy conveniente

Cuándo es necesario dar vitaminas a los niños

Existen situaciones vitales en las cuales añadir suplementos vitamínicos a la dieta alimenticia puede ser muy recomendable. Ejemplo clásico de ellas son el periodo neonatal, el primer año de vida, la infancia y la adolescencia. En todas estas fases de la vida de un niño se beneficiará del aporte de vitaminas y suplementos. En el periodo neonatal, con la vitamina D3; durante el primer año de vida, las vitaminas liposolubles; y en la infancia y, sobre todo, en la adolescencia, la toma de suplementos vitamínicos y suplementos de minerales como el calcio y el hierro, pueden ser muy beneficiosos en las fases de crecimiento acelerado.

Igualmente los cambios estacionales, la presencia de estrés, los esfuerzos físicos o intelectuales o en la fase de convalecencia de enfermedades, son todas ellas situaciones tradicionales en las que el uso de vitaminas y suplementos en la dieta de los niños se ha demostrado muy conveniente.

¿Puede ser perjudicial dar suplementos vitamínicos a los niños?

Los tratamientos con suplementos de vitaminas deben ser siempre dirigidos y regulados por el pediatra. Aunque las vitaminas no deben considerarse como medicamentos, su venta se realiza en farmacias y su uso y su consumo nunca debe de realizarse sin consejo de vuestro médico. Recordad que la ingestión inadecuada de preparados vitamínicos puede ser perjudicial para la salud, sobre todo en lo referente a las dosis, que deben estar siempre condicionadas por el peso y la edad del paciente. Ejemplos de ello serían: las dosis altas y mantenidas de vitamina D pueden dañar al riñón y a la función renal,  las dosis altas de vitamina A puede aumentar la producción de líquido cefalorraquídeo y dar lugar a cefaleas, y la hiperdosificacion de vitamina C puede dar lugar a la aparición de cálculos en las vías urinarias.dr.