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Padre ayuda a su hijo con los estudios© Getty Images

Aprendizaje

Cómo ayudar a tus hijos con el inglés cuando tú no tienes el nivel suficiente para hacerlo

Una experta recomienda pautas muy concretas para enseñar a los niños inglés en casa sin necesidad de dominarlo correctamente


22 de octubre de 2024 - 13:45 CEST

No cabe duda alguna de que el inglés es imprescindible en el mundo actual y las familias de hoy en día se vuelcan para exponer a sus hijos a este idioma lo antes posible. La cuestión es cómo hacerlo, cómo ayudar a los niños en casa con el inglés, si los padres no lo dominan lo suficiente. De hecho, la realidad es que 7 de cada 10 familias españolas tiene un nivel de inglés inferior al B2, según datos recogidos por Nominis, plataforma de aprendizaje de inglés.

En estos casos, exponer a los niños a esta lengua universal puede suponer un verdadero reto. “Como padre, es normal querer apoyar a tus hijos en el aprendizaje del inglés, pero no siempre te sientes preparado para hacerlo. Lo bueno es que no necesitas ser un experto en el idioma para crear un entorno que favorezca su aprendizaje”, asegura Roberta Madrazo, directora educativa de Nominis.

Según la experta, es posible que los progenitores ayuden a sus hijos en la adquisición de habilidades en otro idioma a pesar de que ellos mismos no tengan el nivel suficiente. Y se trata de ir más allá de las clases extraescolares; son actividades y rutinas que se pueden seguir con los niños en casa. Madrazo recomienda muy especialmente tres.

El objetivo no es que los padres se conviertan en profesores, sino que el inglés esté presente en la vida cotidiana de manera lúdica y accesible

Roberta Madrazo

Pautas para ayudar a los niños en casa con el inglés

Estas pautas las pueden seguir tanto padres con un nivel muy alto de inglés como aquellos con apenas conocimiento. De ellas, una (la segunda) es particularmente curiosa al tiempo que eficaz. Son las siguientes:

1º Exponer al niño al idioma a edades muy tempranas.

Aunque esta pauta es sabida por todos, en aquellas familias en las que los padres tienen un bajo nivel de inglés es menos común que se lleve a cabo. Sin embargo, la exposición al idioma no ha de venir únicamente desde el diálogo o el habla en casa, sino que podemos hacerlo mediante canciones, dibujos animados o conversaciones simples, pues esto les ayuda a formar nuevas conexiones en el cerebro relacionadas con el lenguaje. “No tienes que ser un hablante nativo para que esto suceda. Solo con darles esa exposición al idioma, los niños pueden empezar a familiarizarse con él de manera natural y a su propio ritmo”, afirma Roberta Madrazo.

“Además, los recursos interactivos como aplicaciones o juegos educativos pueden ser muy útiles. Un estudio del International Journal of Child-Computer Interaction de 2023 titulado Uso de aplicaciones educativas multimodales para aumentar el vocabulario de niños con y sin dificultades de lectura, concluyó que las aplicaciones educativas que ofrecen interacción y retroalimentación son más efectivas para mejorar el vocabulario que solo mirar televisión”, apunta. “Nuestro trabajo como padres es seleccionar bien estas herramientas para asegurarnos de que realmente ayuden a los niños a ampliar su vocabulario y habilidades de lectura en inglés”.

Madre ayuda a su hija con los deberes© Getty Images

2º Aprender junto a tus hijos: una experiencia compartida

Si hay una manera eficaz de apoyar a los hijos en el aprendizaje del inglés cuando no se es bilingüe ni se tiene el nivel suficiente es estudiarlo y aprenderlo junto a ellos. “Esto no solo fortalece el vínculo familiar, sino que también crea una actitud positiva hacia el aprendizaje”, señala la directora educativa. “Los niños tienden a estar más motivados cuando ven que sus padres participan activamente en su proceso, sin importar el nivel de inglés que tengan”.

Así lo demuestra un estudio publicado en la Journal of Early Childhood Literacy al que alude Madrazo y que concluye, tal y como ella señala, que cuando los padres se involucran en el aprendizaje del idioma (ya sea viendo series en inglés, leyendo cuentos juntos o usando aplicaciones), los niños desarrollan una actitud más positiva hacia el inglés y progresan más rápidamente. “Aprender en familia fomenta la curiosidad y muestra que el aprendizaje puede ser una experiencia divertida y continua”.

3º Hablar con los niños en inglés (aunque cometamos errores)

Si los padres no tienen un nivel alto del idioma, casi seguro que cometerán errores de pronunciación o gramaticales. Esto, sin embargo, no debe ser un impedimento para hablar con nuestros hijos en inglés. “Incorporar frases sencillas en inglés en el día a día es suficiente para empezar”, recomienda la especialista. “No necesitas tener una pronunciación perfecta, lo importante es que tus hijos escuchen el idioma de manera constante”.

De esta forma, ellos se sentirán más cómodos para utilizarlo fuera de casa, tras haberlo practicado en un ambiente de confianza y libre de presión. “El contacto frecuente con el idioma es clave para el aprendizaje, y cuando los padres usan palabras y frases en inglés, incluso si su pronunciación no es perfecta, están ofreciendo a sus hijos un entorno rico en lenguaje”, subraya la directora educativa de Nominis. “Según la American Psychological Association (2020), los niños que interactúan con sus padres en un idioma extranjero, aunque no sea su lengua nativa, desarrollan una mayor confianza en el uso del idioma, porque asocian el aprendizaje con una actividad familiar y no con algo que deba ser perfecto o intimidante”.

Los niños tienden a estar más motivados cuando ven que sus padres participan activamente en su proceso, sin importar el nivel de inglés que tengan

Roberta Madrazo

Roberta Madrazo nos recuerda que el objetivo no es que los padres se conviertan en profesores, sino que el inglés esté presente en la vida cotidiana de manera lúdica y accesible. “Puedes introducir términos sencillos en las rutinas diarias, como ‘Let's eat fruit’ o ‘It's time to go to bed’”. Así, los niños comienzan a familiarizarse con el vocabulario en contextos reales.

“La preocupación por no hablar "perfectamente" inglés es común entre los padres, pero la realidad es que la perfección no es lo más importante. Lo fundamental es que los niños se expongan al idioma de manera relajada y positiva, y no importa si hay algunos errores en el camino”.