Skip to main contentSkip to footer
Bebé aprendiendo a andar con ayuda de su madre© Adobe Stock

Pediatría

Qué debes saber si tu hijo tiene los pies planos

El pie plano es la consecuencia del hundimiento del arco plantar longitudinal, situación que da lugar a que aumente la superficie de apoyo y que toda la planta del pie se encuentre en contacto con el suelo.


11 de octubre de 2024 - 14:02 CEST

El pie plano es una alteración que afecta a casi el 20% de la población, que tiene una intensidad variable, que no suele generar síntomas ni dolor y sí una forma peculiar de caminar. Suele ser una característica heredada, de marcada incidencia familiar. En los niños no se debe realizar el diagnóstico hasta pasados los tres o cuatro años.

Te puede interesar:  Estas son las razones por las que tu bebé debe aprender a caminar descalzo 

¿Qué tienen de especial los pies infantiles?

Los pies del niño son estructuras anatómicas inmaduras para la función que de ellos se espera y que, por tanto, necesitan un tiempo prolongado de práctica y uso, para su maduración.

Antes del primer año de vida, el pie del niño está muy inmaduro, tiene una gran almohadilla plantar y sus músculos y tendones están poco desarrollados. 

Como consecuencia de esta inmadurez, los pies del niño parecen planos y su pisada se realiza con toda la planta.

A lo largo de los tres primeros años, la maduración y el uso de sus estructuras consiguen que el pie sea cada día más funcional para caminar y sus músculos y tendones sean más efectivos. En este tiempo, tanto el astrágalo como el calcáneo, que son los dos huesos más importantes del pie, consiguen una alineación adecuada, forman el arco plantar y la marcha se equipara a la del adulto.

Las alteraciones del pie del niño suelen ser funcionales, ligadas a su maduración y desarrollo,  suelen tener buena respuesta a los tratamientos ortopédicos, y son más reductibles y en general, de buen pronostico.

Existen diferentes tipologías de pies

Los pies planos se encuentran entre las variantes más frecuentes en la forma de los pies. Pies varos, valgos, equinos, talos y planos son las más frecuentes.

Dentro de los pies planos cabe hacer la distinción entre dos tipos más definidos. El pie plano, rígido y doloroso que tiene su origen en una alteración estructural y cuyo pronóstico es reservado, y el pie plano flexible, indoloro y funcional que tiene muy buen pronostico y que evoluciona bien a lo largo del tiempo.

Tratamientos recomendados para el pie plano

El pie plano estructural, mucho menos frecuente, rígido y doloroso necesita de tratamiento ortopédico y en ocasiones tratamiento quirúrgico. El pie plano funcional, flexible y no doloroso, que es el habitual en el niño, no suele necesitar ningún tipo de tratamiento. El tiempo, el uso y la madurez suelen arreglarlo. Si acaso, el uso de plantillas puede evitar deformaciones más intensas y modificar la marcha, pero si se utilizan, siempre acompañado de ejercicios que fortalezcan las estructuras blandas del pie.

Pediatra examinando los pies de un niño© Adobe Stock
Pediatra examinando los pies de un niño

Se recomienda andar de puntillas, caminar sobre superficies irregulares, caminar en la arena de la playa, hacer deportes que exijan flexionar pies y tobillos, en fin, fortalecer las estructuras  blandas del pie, músculos y tendones.

Evolución de los pies durante la infancia

Los pies del niño están en permanente evolución a lo largo de la infancia. A partir del año de vida debemos ser cuidadosos y observar las alteraciones en la morfología del pie, en la estabilidad del niño y en la posición, tanto durante el reposo como durante la marcha.

Te puede interesar:  Cómo seleccionar unos zapatos respetuosos para los niños 

Las alteraciones en la marcha y en la función y anatomía de los pies deben ser controladas a lo largo del tiempo por su pediatra y/o por un especialista en ortopedia infantil. El uso de calzado adecuado en cada edad es de vital importancia para una buena evolución de sus pies. La utilización de prótesis plantares (plantillas ortopédicas) deben ser indicadas por el especialista en podología y ortopedia.