La infecciones fúngicas por cándidas pueden dar lugar a una considerable morbilidad en el recién nacido y en el bebé, muy especialmente cuando se da una situación de bajas defensas o tras tratamientos antibióticos.
Debemos recordar que este hongo es un microorganismo saprofito (es decir, que se alimentan de materias orgánicas en descomposición) en nuestro cuerpo, pues es un poblador habitual del tracto intestinal, la cavidad bucal, la piel y los genitales, colonizando habitualmente las partes más húmedas y cálidas de nuestra anatomía.
Habitualmente este hongo no genera síntomas ni enfermedad y su presencia es bien tolerada, pero cuando se producen determinados desequilibrios locales o generales en nuestro organismo, la proliferación y el crecimiento de sus colonias pueden dar lugar a una infección.
Síntomas, diagnóstico y tratamiento de la candidiasis bucal o muguet
La infección de la boca por Cándida albicans es frecuente en el periodo neonatal y en la primera infancia. Su frecuencia puede llegar hasta el 20% en algunas situaciones, apareciendo más en servicios de neonatología y en guarderías.
El muguet no da síntomas al comienzo, pero poco a poco la inflamación creada por las capas de hongos que van cubriendo la mucosa bucal dan lugar a dolor y dificultad para la succión durante el amamantamiento y el bebé se queja y se retira de la toma dolorido e irritado.
Debido a que la cándida es a menudo parte de la flora normal de la boca, el cultivo es casi siempre positivo y no es una prueba diagnóstica de la enfermedad. Es la presencia de abundantes hifas del hongo en la exploración microscópica lo que confirma el diagnóstico.
Aunque el muguet es una enfermedad habitualmente benigna, hay que estar prevenidos ante la aparición de epidemias en servicios de neonatología y en guarderías pues, cuando afecta a niños previamente enfermos o con las defensas inmunológicas alteradas, puede transformarse en una enfermedad potencialmente grave.
Además de la nistatina, fármaco tradicionalmente eficaz para su tratamiento, existen hoy en día terapias mas evolucionadas con antifúngicos como el miconazol y el quetoconazol en forma de enjuagues, lavados en aplicaciones locales.
¿Por qué se presenta más en los niños?
La Candida albicans es un microorganismo, un hongo, de los conocidos como “oportunistas” pues solo provoca infecciones y/o genera patología cuando el organismo está más indefenso.
Y es precisamente esa la situación del recién nacido y del niño pequeño. Teniendo en cuenta que el niño nace solo con las inmunoglobulinas maternas (IGg), que pasaron a través de la placenta y todavía no es competente para fabricar inmunoglobulinas, nos explicamos lo vulnerable y expuesto que se encuentra el recién nacido ante la posibilidad de la infección.
Además, una de las causas más frecuentes en el origen de la infección es el paso del feto por la vagina contaminada con cándidas de la madre, que pueden contagiar al niño en el momento del nacimiento, al pasar por el canal del parto.
Candidiasis en la dermatitis del pañal
La infección por cándida secundaria a una dermatitis del pañal es una situación clínica muy frecuente. Además de la presencia de cándidas sobre esa zona de piel y de la existencia de cándidas en el tubo digestivo del lactante, es la situación ambiental del área del pañal, con el calor y la humedad de la zona, la que da lugar a tan frecuente complicación.
Los límites de estas lesiones están definidos por el pañal del niño y se manifiestan con eritema intenso, a menudo con pequeñas pústulas confluentes, que a veces recuerdan a la psoriasis.
Estas lesiones cutáneas pueden extenderse a otras zonas del cuerpo en forma de pequeñas colonias de los hongos.
El tratamiento comienza por realizar normas de higiene más estrictas, con cambios frecuentes del pañal, lavados con substancias antisépticas y quelantes, como el sulfato de cobre, y el uso de antifúngicos como el miconazol y el quetoconazol.