Pedro Camacho es enfermero especializado en Pediatría. Además, es divulgador en redes sociales con su cuenta @mireciennacido. Acaba de publicar el libro Haría cualquier cosa por ti (Ed. Espasa), donde hace un completo recorrido por las necesidades del bebé en esas primeras etapas de vida, en las que los padres suelen estar llenos de dudas. Hemos charlado con él.
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Comienzas el libro con una carta a los padres donde señalas: "Estoy aquí, entiendo por lo que estás pasando y quiero aportarte soluciones". Por mucho que nos lo anticipen, ¿por qué la llegada de un hijo remueve todos los cimientos?
La llegada de un hijo transforma nuestra vida de manera profunda. Por mucho que nos preparemos, nada puede anticipar lo que significa cuidar a un ser tan pequeño y vulnerable. Esta experiencia remueve todos los cimientos, tocando nuestras emociones más profundas: el amor, el miedo y la responsabilidad. Te enfrentas a lo desconocido, a noches sin dormir y a momentos de incertidumbre que te desafían como nunca.
Soy padre de tres hijos y llevo 27 años viendo bebés y atendiendo todas las dudas de sus padres. En mi libro, les cuento lo que puede pasar en esos primeros meses y ofrezco soluciones a sus dudas y problemas. Quiero que los padres sientan que no están solos; es normal que sientan miedos e incertidumbre. Estoy aquí para brindarles apoyo y herramientas que les ayuden a disfrutar plenamente de esta etapa única, caminando a su lado en este hermoso viaje.
¿Cuánto es de importante que, en las primeras horas de vida, los padres y su bebé estén en contacto directo, al margen de los móviles y las visitas?
Es importantísimo que los padres y su bebé estén en contacto directo en las primeras horas de vida, y este deseo debe ser respetado si así lo quieren. Al alejarse de los móviles y las visitas durante este tiempo, ambos se enfocarán en conocerse y conectar sin distracciones. Este espacio de calma y cercanía es vital para el desarrollo emocional del bebé y para que los padres adquieran confianza en su nuevo rol.
Durante estas horas, los padres pueden observar las señales de su bebé, comprender sus necesidades y crear un ambiente de amor y seguridad.
Esas primeras horas son irrepetibles y sientan las bases de un vínculo que durará toda la vida.
Este contacto íntimo no solo favorece la adaptación del recién nacido al mundo exterior, sino que también establece la conexión afectiva que marcará su relación en el futuro.
¿Crees que las madres recientes reciben la suficiente ayuda a la hora de comenzar a alimentar a su hijo?
Hay un refrán que dice que “del dicho al hecho hay mucho trecho”, y creo que se aplica perfectamente a la experiencia de las madres recientes al comenzar a alimentar a sus hijos. Muchas veces, se han informado y leído sobre la alimentación, e incluso han asistido a talleres o grupos de ayuda, pero cuando llega el momento de ponerlo en práctica, la realidad puede ser muy diferente. Pueden surgir dudas, preocupaciones e incluso inseguridades que no se esperaban, que nadie les había contado.
En el libro, trato de abordar estas inquietudes y brindar soluciones claras y prácticas, independientemente del tipo de alimentación elegida, ya sea materna, mixta o artificial. Mi objetivo es que las madres se sientan apoyadas y seguras en su capacidad para alimentar a su bebé, ayudándoles a disfrutar de este hermoso proceso y fortalecer el vínculo con su hijo.
El bebé busca los brazos y el contacto físico para sentirse seguro. "Es una necesidad biológica innata", dices. Sin embargo, a menudo, se lanzan mensajes contradictorios como si el bebé pudiera manipular a los padres o convertirse en un tirano por reclamar la presencia de estos...
Desde el momento en que llegan al mundo, los recién nacidos dependen del contacto humano para regular su temperatura, su ritmo cardíaco y, sobre todo, para establecer vínculos emocionales. Sin embargo, hay un malentendido común que a menudo se transmite: la idea de que el bebé puede manipular a los padres por llorar y querer que lo cojan en brazos o duerman con ellos.
Es importante que los padres sepan que los bebés no tienen la capacidad de manipular. Su comportamiento es una forma de comunicarse, expresar sus necesidades y buscar consuelo.
Cuando un bebé llora o busca a sus padres, está simplemente manifestando su necesidad de seguridad y conexión, algo fundamental para su desarrollo emocional y social.
Es importante entender estas señales como un llamado a la atención y al cariño, no como un intento de control. Proporcionar ese contacto y respuesta a sus necesidades no solo fortalece el vínculo entre padres e hijos, sino que también sienta las bases para una autoestima saludable en el futuro. Educar sobre esta perspectiva es clave para que los padres se sientan seguros y confiados en su instinto de cuidar y acoger a su bebé.
El cuidado de un bebé es muy exigente, por lo que conviene prepararse mentalmente para ello. ¿Cómo deben hacerlo los padres?
El cuidado de un bebé es exigente, y los padres deben prepararse con expectativas realistas. La flexibilidad es clave, ya que cada bebé es único y los planes pueden cambiar según sus necesidades. Informarse y leer es útil, pero el instinto también juega un papel importante. Contar con una red de apoyo, como pareja, familia o profesionales de confianza, es esencial para enfrentar este desafío. Pedir ayuda no es debilidad, sino sabiduría, y les permitirá disfrutar más del proceso de crianza.
En tu carrera profesional como enfermero pediátrico, ¿cuáles son los temores más frecuentes con los que te has encontrado por parte de los padres en relación al recién nacido?
Los temores más frecuentes son justamente los que describo en el libro. El primero, sin duda, es la alimentación: cómo saber si el bebé está comiendo lo suficiente o si lo están alimentando correctamente. Luego vienen los cuidados generales, como el baño, el cambio de pañal y el manejo del cordón umbilical. A medida que el tiempo avanza, surgen otras preocupaciones como el sueño del bebé, los problemas digestivos (cólicos, gases), la fiebre, los mocos y todo lo relacionado con la seguridad y las posibles emergencias. Estos son los aspectos que más inquietan a los padres y para los que ofrezco soluciones claras y tranquilizadoras.
Cuentas en el libro el proceso evolutivo del sueño. Cada niño es un mundo y, a pesar de eso, caemos en las comparaciones con otros bebés. ¿Cómo saber que lo estamos haciendo bien en este terreno?
Entendiendo cómo es el sueño de un bebé y que es un proceso evolutivo y la autonomía en este aspecto varía de un bebé a otro. Cada bebé tiene su propio ritmo, al igual que con otros hitos del desarrollo.
Los bebés sí saben dormir, pero no nacen con la capacidad de hacerlo de manera autónoma.
Lo que sí que podemos hacer como padres y sobre todo en los primeros meses, es proporcionarles las herramientas necesarias para desarrollar un sueño independiente.
¿Qué recomiendas a los padres en relación a los conocimientos que deben dominar sobre la seguridad infantil?
Es esencial que los padres conozcan técnicas de primeros auxilios y cómo actuar en caso de emergencia. Además, deben fomentar hábitos seguros para prevenir la muerte súbita, como acostar al bebé boca arriba y evitar objetos peligrosos en la cuna. En cuanto a la seguridad vial, es fundamental elegir una silla de auto adecuada y asegurarse de que esté bien instalada. Estar informados sobre estos aspectos les brinda tranquilidad y les permite mantener a su bebé seguro.