Los estilos educativos o de crianza, la forma de entender la parentalidad, ha cambiado tan sustancialmente desde hace unas décadas que solo basta con asomarse a las páginas de un libro antiguo, o ver una película fechada hace años, para darse cuenta de que los padres de ahora no tienen nada que ver con los padres de antes.
Este cambio en las relaciones padres-hijos se deja notar en muchos ámbitos, pero es interesante fijarse también en su impronta en la salud mental de los menores. De hecho, los psiquiatras infanto-juveniles llevan mucho tiempo investigando si el estilo parental o educativo que mantienen los padres puede prevenir o, por el contrario, fomentar algunos problemas de salud mental en los niños o algunas alteraciones en su desarrollo. Es decir, si la forma en que te relacionas con tus hijos hace de protector o de disparador de estas circunstancias.
Cómo pueden influir los distintos estilos educativos
Para dar respuesta a la pregunta anterior, la Unidad de Psiquiatría Infantil y Adolescente de la Clínica Universidad de Navarra (CUN) se ha propuesto estudiar a fondo si la hipótesis general de la que se parte en este tema es cierta o no. En este sentido, van a a analizar especialmente los estilos permisivo-sobreprotector, el autoritario-punitivo y el asertivo. Su punto de partida es saber si estos estilos podrían influir en la aparición de psicopatologías como la ansiedad, la depresión, las alteraciones del comportamiento, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) o los trastornos de la conducta alimentaria en los niños.
- Estilo permisivo-sobreprotector. Los investigadores consideran como hipótesis que "el estilo permisivo se asocia con más trastornos de ansiedad y depresivos para los niños", comenta la Dra. Azucena Díez, directora de la Unidad de Psiquiatría Infantil y Adolescente de la CUN. Son padres que suelen sufrir también de ansiedad y tratan de evitar que a sus hijos les suceda algo negativo, por eso están muy encima, y muy pendientes de todo lo que hacen "y, por lo tanto, favorecen la aparición de ansiedad o de evitación de situaciones potencialmente peligrosas", comenta la experta.
- Estilo autoritario-punitivo. Este estilo, muy frecuente en el pasado, ya no se da tanto, pero basta con mirar atrás para ver que era el predominante en muchos hogares donde las normas se regían por el "ordeno y mando". "El estilo autoritario en la actualidad es poco común, siendo más habitual el denominado inconsistente o pseudoautoritario", comenta la Dra. Díez. ¿Qué problemas puede provocar en los hijos? "Suele contribuir a la aparición de conductas desafiantes, porque reciben permanentemente amenazas que después no se cumplen", advierte.
- Estilo asertivo. Sería la forma de parentalidad ideal, y la que protegería a los menores de la aparición de los problemas psicológicos más frecuentes, algo que los investigadores quieren confirmar en su estudio. "Los padres asertivos mantienen su jerarquía y han dicho a sus hijos claramente qué pueden y qué no pueden hacer", indica la Dra. Sara Antón, especialista de la Unidad de Psiquiatría Infantil y Adolescente de la CUN y responsable del estudio. "En esos hogares, a la vez, los hijos pueden transmitir sus puntos de vista y saben que se les escucha. Los padres mantienen siempre la autoridad dentro de la familia, pero sin caer en el autoritarismo ni en el permisivismo", aclara.
Estilos educativos del padre y de la madre
Además de examinar el estilo educativo en general, los investigadores quieren valorar posibles diferencias de crianza entre el padre y la madre, "porque el desacuerdo genera estrés y reduce la eficacia de las medidas educativas en los hijos", señala la Dra. Díez. También es importante observar cómo se relacionan ambos progenitores, ya que esto tiene un impacto claro en el niño o el adolescente. En este sentido se plantean evaluar, por ejemplo, "qué efecto tiene que el niño piense que sus padres no se quieren o que haya mal ambiente en casa", añade la psiquiatra.
El estudio de la Clínica Universidad de Navarra está abierto a familias con hijos entre 8 y 15 años que quieran participar. Las familias pueden haber recibido ya un diagnóstico de alguna patología relacionada con la salud mental, o no; no es un aspecto necesario. Rellenarán unos cuestionarios y después recibirán un informe avalado por los expertos con recomendaciones que les puedan resultar de utilidad. Se puede participar en el estudio a través de los correos electrónicos del Departamento de Psiquatría de la CUN tanto en Pamplona (secrpsiqcun@unav.es) como en Madrid (madridcunpsiqpsic@unav.es).