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Embarazada sonriente toma un zumo© Adobe Stock

Embarazo

Placenta posterior en el embarazo: ¿qué significa?

Consultamos con una ginecóloga y obstreta todas las dudas que le pueden surgir a una mujer embarazada a la que le han confirmado que tiene placenta posterior


13 de septiembre de 2024 - 11:49 CEST

Cuando una mujer embarazada acude a hacerse una ecografía de control y le comentan que tiene placenta posterior, a veces, saltan las alarmas. ¿Qué es placenta posterior? Y, sobre todo, ¿qué implica? Que el especialista emplee un término desconocido para la futura mamá puede ser generar cierto temor, preocupación o angustia, ¿pero realmente hay motivo para ello? 

Se lo hemos preguntado a la Dra. María Dolores Gómez Roig, especialista en Ginecología, directora del Instituto Dra. Gómez Roig, en Barcelona, y miembro de Top Doctors, quien nos resuelve todas las dudas al respecto.

¿Cuál es la posición normal de la placenta?

“La placenta se puede localizar en las diferentes paredes dentro del útero: puede estar muy alta, en lo que sería como ‘el techo’, que sería una placenta insertada en el fundus, a nivel fúndico; También puede estar insertada en las paredes de forma lateral (en el lateral derecho, lateral izquierdo) o en la pared posterior o la pared anterior”, señala la Dra. Gómez Roig. “Siempre que esté a una altura recomendable, es decir, que no llega a interferir el cuello uterino, que no llega al orificio cervical interno del cuello uterino, son localizaciones correctas”. 

¿Qué pasa si la placenta es posterior?

Teniendo en cuenta la explicación de la doctora Gómez Roig, hablar de placenta posterior no es más, por tanto, que hacer referencia a una posición correcta de la placenta. Una posición que, además, en caso de tener que practicar una cesárea, “molesta menos que una placenta anterior un poquito baja, pues al hacer la incisión de la cesárea te la puedes encontrar”, añade. “Pero aún así no hay problema porque los obstetras estamos acostumbrados a este tipo de placentaciones y de su manejo en operaciones como sería la cesárea”. 

La obstreta puntualiza que un aspecto importante a tener en cuenta, independientemente de la localización, es a qué altura está colocada la placenta respecto al orificio cervical interno. Este orificio cervical interno es una de las tres grandes partes que conforman el cuello del útero (junto al canal del cuello y el orificio cervical externo) y es el que está en contacto directo con la placenta. 

Así, si el borde de la placenta está a la misma altura o a menos de 2 centímetros del orificio cervical interno, se la define como placenta de inserción baja. “En este sentido, no suele dar ningún problema, pero sí que es más problemática la placenta previa, que es aquella que cubre completamente el orificio cervical interno”. 

Marido abraza el vientre de su mujer, embarazada© Adobe Stock

¿Qué diferencia hay entre placenta anterior y posterior?

Como ha indicado la Dra. Gómez Roig, la denominación de placenta anterior y de placenta posterior hace referencia a la ubicación de la placenta dentro de las paredes del útero. De este modo, hablamos de placenta anterior cuando está adosada a la pared anterior del útero, y de posterior, cuando lo está en la pared posterior.

“En ocasiones, sobre todo en la primera mitad del embarazo, se puede diagnosticar una placenta previa, pero hemos de decir que, si el diagnóstico es muy precoz, antes de la semana 20 de embarazo, no es el diagnóstico definitivo”, comenta la ginecóloga. El motivo de que no sea este un diagnóstico definitivo es que, según avanza el embarazo y va creciendo el útero, la “placenta también va subiendo a medida que las paredes del útero van siendo más altas a nivel longitudinal”. Y esto se refleja de manera muy clara en los datos que nos proporciona la especialista en Ginecología, pues la prevalencia de placenta previa en la semana 20 de embarazo es del 1 al 6%, si bien el 90 % de ellas se suele resolver en los meses posteriores, a medida que avanza el embarazo.

¿Cuándo se siente al bebé con placenta posterior?

En el caso de que la mujer embarazada tenga placenta posterior, podrá empezar a sentir los movimientos de su bebé entre las semanas 16 y 22 de gestación, aproximadamente. En el caso de que tuviera placenta previa, en el que esta está situada entre el feto y la pared del abdomen, sí que podría hacer que la mamá tardara un poco más en notar esos movimientos, puesto que ejerce, en cierto modo, de barrera.