Niña de uniforme sonríe al despedirse para entrar en el colegio© Getty Images

Vuelta al cole

Así debe ser la mochila escolar para evitar dolor y problemas de espalda a niños y adolescentes

Las mochilas de ruedas no son una alternativa, a pesar de que se comercializa como la opción más saludable


11 de septiembre de 2024 - 12:19 CEST

Aún inmersos en plena operación ‘vuelta al cole’, la elección del material escolar es uno de los momentos más especiales del inicio de curso para muchos peques y adolescentes. La elección del estuche, la mochila y todos aquellos complementos en los que tienen libertad de elección (y no deban seguir al pie de la letra las instrucciones del centro escolar) es uno de los momentos preferidos para muchos escolares.

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Sin embargo, la mochila, más allá del diseño y de lo bonita o fea que sea, debe cumplir una serie de características para evitar problemas musculoesqueléticos tanto en el presente como de cara al futuro. Y no, la solución no pasa por una mochila de ruedas. La Dra. Helena Bascuñana, médica rehabilitadora y presidenta de la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF), nos explica con detalle cómo debe ser la mochila escolar en esta entrevista.

¿Cómo debe ser la mochila infantil o la que llevan los adolescentes para evitar daños musculoesqueléticos?

La mochila tiene que tener siempre dos asas, a ser posible anchas. Tiene que tener un cinturón de cintura y correa de pecho con el objetivo de repartir el peso de forma más uniforme a lo largo del torso y reducir el balanceo de la mochila. Es lo ideal, como las mochilas con las que se va al campo.

Es importante que la mochila quede bien ajustada al cuerpo y que se lleve bien puesta. No vale llevar solo un asa o no abrocharse todas las correas. Respecto al peso, cuanto más cercano al cuerpo menos daño nos causará en la espalda. Por eso siempre tenemos tendencia si cogemos una carpeta, por ejemplo, y estamos cansados y nos paramos, de tenerla siempre cogida con las dos manos muy apretada al cuerpo. La mochila lo mismo, pero en la espalda.

¿Qué otros aspectos se han de tener en cuenta para evitar esos daños?

Sobre todo, el peso de la mochila. Es muy importante que no solo la mochila sea adecuada, sino que el peso que llevemos no supere al 15% del peso total de la persona porque el peso tiene que ser el adecuado y además tiene que estar bien distribuido. Eso implica una planificación de lo que me llevo y de lo que no me llevo al cole e implica una planificación también del colegio de lo que hay que llevar y traer cada día. Y eso también es importante. Es además un ejercicio cognitivo buenísimo el planificar que voy a hacer al día siguiente y prepararlo.

¿Cómo fomentar una postura correcta en los niños cuando están sentados en clase o cuando llevan la mochila?

Cuando uno está sentado la postura correcta es con los dos pies apoyados en el suelo, las rodillas dobladas más o menos a 90 grados, la pelvis y la espalda bien apoyadas en el respaldo de la silla. Es muy importante que los pupitres tengan la altura adecuada y que los codos se puedan mantener pegados al cuerpo. Escribir evidentemente no ha de causar que el niño esté totalmente vencido encima del pupitre o que necesite casi trepar para poder escribir.

© Getty Images

¿Cuál es el papel del deporte de cara a evitar problemas de espalda provocados por la mochila?

Evidentemente hacer ejercicio, por supuesto, también es importante. Además, los datos de inmovilidad son cada vez más alarmantes y los niños lo que tienen que hacer para mantener sano su sistema musculoesquelético es moverse al menos 60 minutos cada día, todos los días de la semana. Hay que quitar, lógicamente, tiempo de pantallas, que además a la salud musculoesquelética no le produce ningún beneficio.

¿Qué tipo de dolencias son las más habituales por llevar la mochila mal colocada o muy cargada?

Hay que saber que el dolor vertebral es la primera causa de dolor musculoesquelético, tanto en los niños como en los adolescentes, y que tiene una prevalencia entre el 14 y casi el 60%. Lo más frecuente es el dolor inespecífico, que además es más frecuente en los adolescentes, si bien es común el dolor que tiene una causa específica y por la cual hay que consultar a un médico es en los niños. También, evidentemente hay factores físicos, de estilo de vida (cuanto más sedentarios peor), escolares (sentarse mal) y psicosociales, que están relacionados con aumentos de dolor vertebral inespecífico.

¿Cuándo es necesario acudir a un fisioterapeuta o a un rehabilitador por problemas causados por una mochila mal colocada o muy cargada?

Es importante saber que hay unos signos que se llaman las banderas rojas, los cuales si aparecen hay que ir corriendo al médico rehabilitador o al pediatra, de entrada. Estas banderas rojas serían, por ejemplo, varón menor de cuatro años que tenga un dolor de al menos dos meses de evolución, que tenga antecedentes familiares de dolor en el raquis y rigidez vertebral, que nos harían sospechar sobre un diagnóstico específico.

Que un niño tenga una desviación del raquis (una escoliosis o una cifosis, por ejemplo) no necesariamente está relacionado con dolor. Evidentemente, si hay alguna de estas desviaciones del raquis, hay que acudir lógicamente al médico para primero definir su gravedad y su pronóstico y el tratamiento que debe realizarse.

Sobre cuándo hay que acudir al fisioterapeuta, mi opinión como médico es que hay que acudir al fisioterapeuta si el dolor vertebral es inespecífico o si ya se ha hecho un diagnóstico y se considera que una técnica de fisioterapia puede ayudar a ese paciente. Pero de entrada lo más importante es saber el diagnóstico y saber definir si realmente es importante, con dicho diagnóstico, que haya que tratar o no. Lo que los niños necesitan realmente, como ya he dicho, es moverse 60 minutos al día todo el año.