La delgadez en la infancia no es un síntoma de enfermedad, sino más bien, es un signo de futura buena salud. Los niños delgados, no con delgadez extrema sino normal, tienen muchas ventajas saludables sobre los niños con sobrepeso. Sus madres no se explican que no engorden; dicen que comen muy bien, a veces en exceso, y que tienen muy buena salud. Eso sí, dicen que “no paran”.
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Siempre que no existan síntomas de desnutrición y de que el Índice de Masa Corporal no esté por debajo de 18, o del percentil 5, la delgadez en el niño no representa patología de importancia ni es signo de enfermedad, sobre todo, si esta viene de tiempo atrás y existen antecedentes familiares.
Otra cosa es que el niño esté delgado por haber perdido peso en las últimas semanas o los últimos meses. La pérdida de peso y el adelgazamiento acentuado y reciente es un signo, en general, de pronóstico reservado y debe ser visto con cierta premura por su médico, pues suele ser causa de enfermedades serias y avisa de procesos patológicos que afectan al normal metabolismo a la nutrición y al desarrollo orgánico del niño.
Diferentes tipos de delgadez
- Hereditaria o constitucional. Es el tipo de delgadez más frecuente en el niño y la más frecuente en nuestro entorno. Recientemente se ha descrito en el cromosoma 16 una duplicación, que puede ser la causa de la delgadez constitucional. El origen de este tipo de delgadez es la ausencia casi completa de tejido graso celular subcutáneo, conocido también como tejido adiposo. Tiene muy poca repercusión sobre la salud y es el tipo de delgadez más refractaria al tratamiento.
- Por alimentación insuficiente o inadecuada. Es la causa más frecuente de delgadez a nivel mundial y está mas presente en países subdesarrollados. Se acompaña casi siempre de signos clínicos de desnutrición. Los casos extremos de este tipo de delgadez, conocidos como Marasmo y Kwashiorkor, afectan a niños en crecimiento y son frecuentes en países del tercer mundo.
- Por trastornos del comportamiento alimentario. La anorexia psicógena y la bulimia son las enfermedades psiquiátricas que se presentan en niños y niñas mayorcitas y adolescentes, que pueden dar lugar a una delgadez extrema. En el origen de muchos de estos casos se encuentra el deseo de cambio de imagen y de aceptación social.
- Por enfermedades metabólicas y del aparato digestivo. Las enfermedades de la glándula tiroides, la enfermedad celíaca, los síndromes de mal absorción intestinal, los tumores y, en general, todos los procesos que cursan con anorexia y diarrea crónica, dan lugar a delgadez.
Cuándo sospechar desnutrición o delgadez patológica
La desnutrición o, más exactamente, la malnutrición, presenta unos signos clínicos que nos pueden hacer sospechar su inicio o existencia. La palidez de piel, la falta de turgor (es decir, de elasticidad y firmeza), las mucosas secas, el pelo ralo, escaso. Las uñas quebradizas, la adinamia (falta de fuerza y energía), la desaparición del panículo adiposo, la emanciación, las lesiones dermatológicas, las lesiones en las mucosas, y la aparición de edemas, son todos ellos signos de desnutrición.
Si acompañando a los síntomas anteriormente descritos, el peso del niño está por debajo del percentil 3 y su índice de masa corporal está por debajo del percentil 5, para su sexo, edad y estatura podremos hablar de malnutrición y/o de delgadez patológica.
Manejo y tratamiento de los niños muy delgados
Se gana peso cuando la ingesta calórica supera al gasto de energía. Se pierde peso, cuando el gasto de energía supera a la ingesta calórica. Conclusión, los niños muy delgados deberían ingerir más calorías y gastar menos energías. Esta recomendación es fácil hacerla, pero bastante difícil llevarla a la práctica, pues los niños muy delgados suelen ser activos, inquietos y no muy buenos comedores.
Una dieta hipercalórica a base de: hidratos de carbono de absorción lenta, cereales integrales, grasas vegetales, arroz, miel, frutos secos, legumbres y por supuesto, carne, pescado, huevos, leche, lácteos, frutas y verduras, sería muy beneficiosa, sobre todo si llega a superar las 2.000 calorías por día. Guardar reposo, siestas y al menos 8 horas de sueño nocturno serán de gran ayuda.
Los medicamentos estimulantes del apetito son utilizados en ocasiones, bajo supervisión médica con diferente éxito, pues estimulan el apetito y les hacen comer más y mejor, pero no influyen excesivamente en la ganancia de peso.
El deporte y la actividad física en los niños muy delgados
Los niños delgados y sanos, pueden y deben tener una actividad física normal y pueden realizar cualquier tipo de actividad deportiva. Recordar que el fin último del ejercicio no es perder peso, sino ganar salud.
Existen deportes y ejercicios isométricos que desarrollan la masa muscular y los niños y adolescentes delgados, es una de las cosas que más agradecen. Además, como perder grasa no pueden hacerlo porque tienen poca, el ejercicio físico y el deporte altera mucho menos su peso y, por el contrario, estimulará su apetito y desarrollará más su masa muscular.