El verano es la estación del año en la que se consumen más helados. Los helados y otros preparados como sorbetes y granizados y alimentos fríos como tartas heladas, postres, dulces, etc. se consumen más en esta época porque las altas temperaturas ambientales inclinan a ello, y los hacen alimentos más apetecibles.
El helado como alimento se conoce desde la más remota antigüedad, pero fue a mediados del siglo XVII, en París, donde se abrió el primer local que servía helados, es decir la primera heladería, regentada por un italiano. En nuestro país el consumo de helado no es tan alto como pudiera pensarse. Muy al contrario, es más bien bajo pues no supera los 7 litros de helado, por habitante y año, cuando países como Nueva Zelanda o Estados Unidos superan los 25 litros de helado por habitante y año.
Dentro del grupo de alimentos helados, cabe distinguir el helado clásico o helado de crema de leche, los sorbetes, los granizados y los polos. Todos ellos tienen en común, la frialdad que refresca y que proporciona el hielo, como parte fundamental de su estructura y composición.
En la composición de los helados industriales encontramos mayor cantidad de grasas vegetales, estabilizadores, colorantes artificiales y saborizantes
¿Qué tipos de helado pueden tomar los niños?
El helado clásico de crema o crema helada es un alimento formado básicamente por leche y otros derivados lácteos, grasa láctea, azúcares, frutas y otros ingredientes, como la yema de huevo y la miel, con adicción en mayor o menor grado de aromas, aditivos, saborizantes y colorantes.
Cabe hacer la distinción entre helados caseros, helados artesanales y helados industriales. Los primeros, gracias al nuevo menaje para fabricarlos en casa, tienen todas las garantías nutricionales pero pueden adolecer de menor calidad estructural. Los artesanales se fabrican también con productos frescos y menos cantidad de aditivos en heladerías y confiterías y suelen tener muy buena calidad. Los helados industriales, los más conocidos, y por su difusión y comercialización los más consumidos; son procesados en plantas industriales y en su composición encontramos mayor cantidad de grasas vegetales, estabilizadores, colorantes artificiales y saborizantes.
-Composición nutritiva del helado
El helado es un alimento normo-híper calórico, que en contra de la creencia general y de su apariencia, contiene una apreciable cantidad de grasas y de hidratos de carbono. Por cada 100 grs de helado: aporte calórico aproximado. 200 calorías. Grasas. 11 gramos de las cuales entre 6-7 grs. son grasas saturadas. Colesterol 40 mgrs. Proteínas 3,5 grs. Hidratos de carbono 24 grs. Contiene vitaminas A y B y Calcio.
Al ser la leche el sustrato básico de este alimento su composición es parecida, pero con el añadido calórico de las grasas de la leche, la yema de huevo y de una elevada cantidad de azúcares, es lo que hace aumentar de forma llamativa la cantidad de calorías que aporta a la dieta.
© Getty ImagesSorbetes y niños
Son alimentos semilíquidos, también helados, que se diferencian de estos por no contener en su composición materia grasa, ni grasas de la leche ni en ocasiones yema de huevo y, por tanto, son menos cremosos y más líquidos que los helados. Están fabricados casi exclusivamente con zumos y purés de frutas, a veces cava o algún licor y abundante cantidad de almíbar o de azúcar. Hemos de vigilar, por consiguiente, que el sorbete que ofrecemos al niño no contenga alcohol.
Las frutas que contienen más pectina son las que mejor se manifiestan en los sorbetes, pues esta sustancia actúa como un gel estabilizante y espesante. Todas las frutas se pueden presentar en forma de sorbetes.
-Composición nutritiva de los sorbetes
Al no contener grasas en su composición y, aunque como los helados contienen elevadas cantidades de azucares, los sorbetes aportan a la dieta casi la mitad de calorías que los helados. Si se hacen con bebidas alcohólicas el aporte calórico se eleva de forma notable.
¿Son recomendables los granizados para los niños?
Los granizados son refrescos hechos con hielo rayado o troceado y zumos, jarabes o siropes de frutas. Es un refresco popular en todo el mundo, pero de forma muy particular en países cálidos y húmedos como en el Caribe y en Centro y Sudamérica. Se pueden preparar en casa con una licuadora de frutas, añadiendo al zumo el almíbar y metiéndolo en el congelador, agitándolo cada 15 minutos y poniéndole el hielo raspado o troceado antes de servirlo.
Los niños y su gusto por los polos
Es el refresco frío más simple y primitivo. Se fabrica de forma artesanal y casera introduciendo en un molde, el agua y el zumo o el líquido que queramos congelar, generalmente almíbar o sirope. Se coloca un pequeño mango y se pone en el congelador durante cuatro horas.
El bloque de hielo resultante, una vez extraído del molde, se puede diluir en la boca durante cierto tiempo. Existe la posibilidad de fabricarlos de diferentes frutas y de diferentes sabores. Su contenido calórico y su aporte nutritivo son muy escasos.
