Si es habitual que la hinchazón de piernas en verano entre los adultos, lo es mucho más aún en las mujeres embarazadas. Entre la población adulta en general, las piernas hinchadas en verano es producto del intento por parte de nuestro organismo de reducir su temperatura interna a través de la sudoración y de la dilatación de los vasos sanguíneos periféricos. Así logra funcionar correctamente.
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La explicación a ese proceso es que la dilatación de los vasos sanguíneos hace que la sangre fluya de manera más lenta y que se acumule en las extremidades y, en concreto, en las piernas. De ahí la hinchazón y la sensación de que las piernas pesan más.
En el caso de las mujeres embarazadas, a este proceso propio del verano se suma una situación similar que es común en cualquier época del año: “durante el embarazo, es habitual que las piernas y los pies se hinchen debido, principalmente, a la retención de líquidos. Además, a medida que crece el útero, la presión sobre las venas pélvicas es mayor, lo que dificulta el retorno de la sangre al corazón y favorece el remanso de líquido en las piernas”, nos explica la Dra. Daniela Silva, especialista en Medicina Interna y E-Health Medical Manager de Cigna Healthcare España. “En verano, con las altas temperaturas, estos síntomas se empeoran, lo que hace que las piernas tiendan a hincharse más de lo habitual”.
¿Cuándo la hinchazón de piernas durante el embarazo es un ‘aviso’ de un problema mayor?
La hinchazón de piernas en el embarazo es, en la mayoría de los casos, una situación normal que no implica ningún riesgo significativo, tal y como asegura la Dra. Silva. Sin embargo, no es algo a lo que no debamos prestar atención, puesto que sí puede ser un aviso de un problema severo para la salud de la madre o del feto en determinadas circunstancias.
En este sentido, la especialista nos indica qué es lo que hemos de tener en cuenta para distinguir una simple hinchazón de piernas de una situación de riesgo: “si la hinchazón es súbita, severa y está acompañada de otros síntomas, como dolor de cabeza, visión borrosa o dolor abdominal, podría ser un signo de preeclampsia, una condición asociada al embarazo en la cual sube la presión arterial y se eliminan proteínas por la orina”.
La doctora es contundente y avisa de que, en estos casos, “debemos buscar atención médica inmediatamente”. El motivo es que la presión alterial alta provocada por la preeclampsia lo que hace es reducir el suministro de sangre a la placenta y el resultado directo de esto es que el bebé reciba menos oxígeno, además de menos nutrientes.
Las consecuencias para el feto pueden ir desde un crecimiento intrauterino retardado o restringido (CIR) a nacer de manera prematura, con los riesgos asociados a ello. Pero además, puede llegar incluso a comprometer la vida del bebé y de la madre.
“Otra complicación es la trombosis venosa profunda (TVP), la aparición de un coágulo de sangre que puede formarse en las venas profundas, especialmente en las piernas”. En estos casos, lo que nos debe llamar la atención es que una pierna esté mucho más hinchada que la otra o bien duele o tiene enrojecimiento. Ante estos síntomas, “también es crucial buscar atención médica, pues, si no se tratan adecuadamente, podrían afectar a la salud tanto de la madre como del bebé”.
¿Cómo reducir la hinchazón de piernas durante el embarazo en verano?
“El movimiento es clave para evitar la hinchazón”, informa la facultativa de Cigna Healthcare. “En estos meses de calor, se puede aprovechar la piscina o el mar para nadar, ya que es un ejercicio muy beneficioso durante el embarazo, que ayuda a mejorar la circulación sanguínea, alivia la sensación de pesadez en las piernas y reduce la dilatación de los vasos sanguíneos”.
La Dra. Daniela Silva recomienda, además, una hidratación adecuada, que pasa por tomar de 1,5 a 2 litros de agua diaria; “siempre es fundamental a la hora de regular la temperatura del organismo y mantener la sangre menos viscosa”.