Las bebidas vegetales son aptas para niños, pero hay que tener en cuenta una serie de consideraciones a la hora de escoger la que mejor les vaya. Por ejemplo, los pequeños que son alérgicos a la proteína de la leche de vaca no pueden tomar tampoco lácteos de ningún otro animal (por ejemplo, leche de cabra), y han de optar por una de estas variedades vegetales.
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Sara Vives, química y nutricionista de @purahealthyvida, en Instagram, nos aclara todo lo que hay que tener en cuenta para elegir bien y desde qué edad pueden consumirse estas bebidas.
¿Desde cuándo puede tomar el niño bebidas vegetales?
En los seis primeros meses de vida, el bebé se alimentará solo de leche: materna a ser posible, o de fórmula en su defecto. A partir de esa edad se diversifica la alimentación y se introducen otros alimentos. Antes de ese momento, los bebés no deben tomar leches vegetales. "A partir de los seis meses, se puede introducir alimentación complementaria, incluyendo leches o bebidas vegetales enriquecidas con calcio y vitamina D como parte de una dieta variada y equilibrada", señala la experta. No obstante, recuerda que es importante siempre consultar de forma personal y específica en cada caso al pediatra o al nutricionista "antes de introducir cualquier leche vegetal en la dieta de un bebé, ya que pueden tener diferentes necesidades nutricionales y sensibilidades".
Si hablamos de niños más mayores, pueden tomar estas bebidas vegetales, pues la totalidad de ellas son aptas para ellos, pero hay que introducirlas poco a poco en su dieta y tener en cuenta que no pueden suponer el cien por cien de su alimentación. "Yo siempre recomiendo que se haga a partir de los 12 meses de edad. Pero es importante saber que no son sustitutos de la leche de vaca en ningún caso, ya que las bebidas vegetales no aportan la cantidad de vitamina D, proteína o calcio suficiente para una etapa de crecimiento", advierte.
De soja, de almendra... ¿cuál es la leche vegetal más adecuada para el niño?
A la hora de elegir una variedad de bebida vegetal para un niño conviene leerse bien tanto los ingredientes como la tabla nutricional, como aconseja la experta. Sus recomendaciones a la hora de escoger son las siguientes:
- Que no tenga azúcares ni edulcorantes.
- Que no estén hidrolizadas.
- Que tengan un bajo contenido en sal.
- Que no tengan arsénico o tengan una baja cantidad (en el caso de las bebidas de arroz).
- Que estén elaboradas con una cantidad alta de fruto seco, avena...
"La leche de soja enriquecida con calcio es la más parecida a una leche de vaca tradicional, y es por tanto la que recomendaría para introducirla en su alimentación, alternada con leche de vaca y una alimentación completa y nutritiva", señala Sara Vives.
En cuanto a las bebidas de soja que en algún momento han estado en entredicho por su cantidad de isoflavonas y cómo podían estas influir en el desarrollo hormonal, la nutricionista recalca que actualmente no hay evidencia científica que indique que el consumo de leche de soja pueda representar un problema para varones sanos, de la misma forma que no tiene efectos adversos sobre el desarrollo reproductivo de hombres o mujeres. En todo caso, destaca que "el consumo de esta bebida vegetal, al igual que otros alimentos que contienen isoflavonas, siempre debe acompañarse de una alimentación completa y nutritiva y nunca desplazar a otros grupos de alimentos ni realizar un consumo excesivo de los mismos".
¿Cómo llegar a la cantidad requerida de calcio si el niño no toma leche de vaca?
Cuando el pequeño no puede consumir lácteos de origen animal por cualquier problema se puede optar por otras alternativas para alcanzar la cantidad necesaria de calcio, que va variando con el tiempo y depende del momento de crecimiento en el que se encuentre. "Una de las cosas más importantes a tener en cuenta en estos casos es que debe cuidarse siempre llevar una alimentación variada y nutritiva, ya que es lo que nos aportará los nutrientes que necesitamos en la proporción adecuada", subraya la especialista.
No obstante, hay otros alimentos que son ricos en calcio y que se pueden introducir en la dieta del pequeño. Son estos, según detalla:
- Verduras de hoja verde: Brócoli, espinacas, col rizada.
- Legumbres: Lentejas, garbanzos, frijoles.
- Frutos secos y semillas: Almendras, sésamo, chía.
- Tofu y tempeh: Productos de soja fermentados.
- Alimentos fortificados: Algunos cereales, bebidas vegetales o yogures vegetales fortificados con calcio.
"Es importante, además de consumir alimentos ricos en calcio, asegurarnos de que el niño tenga una ingesta adecuada de vitamina D, que ayuda a la absorción del calcio. Alimentos ricos en vitamina D que pueden ser de gran ayuda son los huevos, los pescados azules y los hongos, por ejemplo", destaca Sara Vives. No hay que olvidar que la vitamina D también se obtiene gracias a la exposición al aire libre y al sol.