La infección del cordón umbilical producida durante el parto o posteriormente a él es una situación clínica conocida como onfalitis. Inicialmente cabe diferenciar la contaminación umbilical con bacterias, situación de pronóstico más leve y que en algunos casos precede a la propia onfalitis, de la onfalitis ya establecida, que es una infección más seria y de pronóstico más incierto y, en general, más grave para el recién nacido.
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¿Para qué sirve el cordón Umbilical?
Es una estructura anatómica de gran importancia para el feto y para la madre durante el embarazo. En forma de cordón elástico y gelatinoso, de unos sesenta centímetros de longitud, conecta la placenta materna con el feto y porta en su interior dos arterias y una vena encargadas de transportar la sangre, el oxigeno y los nutrientes que van de la madre al feto y que después vuelven a la placenta para retirar los elementos de desecho del metabolismo fetal.
El cordón umbilical puede presentar patologías durante el embarazo y durante el parto. Así entre las primeras destacan el cordón umbilical corto, el nudo verdadero del cordón umbilical y la arteria umbilical única. Entre las segundas en el momento del parto, las vueltas del cordón alrededor del feto y el prolapso del cordón umbilical.
Onfalitis o infección del cordón umbilical
Así se denomina la infección del cordón umbilical y de los tejidos que le rodean, producida en el periodo neonatal por bacterias cocos gran positivos, sobre todo, los estreptococos y los estafilococos. Los tejidos que componen el muñón del cordón que queda después de cortado y ocluido con una pinza son un excelente medio de cultivo para las bacterias, y la existencia de vasos sanguíneos favorecen su desarrollo y propagación.
La higiene y la salubridad del medio en el que se desarrolla el parto son un factor determinante en el origen de las onfalitis, pues su incidencia se encuentra en torno al 0,7 % en los países de renta alta y, por el contrario, alcanza el 8% en los países de renta baja, donde llega al 25% si el parto se realiza en el domicilio.
-Síntomas
Los síntomas locales son de inflamación de la piel del ombligo y de eritema en la región circundante peri umbilical, con enrojecimiento, calor, dolor y a veces supuración. El mal olor puede ser un signo precursor de la infección.
Los síntomas sistémicos se presentan de forma rápida, en horas o días. Si la infección progresa, con fiebre elevada, llanto, irritabilidad, letargo, vómitos e importante afectación del estado general del bebe.
Si la enfermedad avanza, que afortunadamente suele ser poco frecuente, se pueden presentar graves complicaciones locales y generales como la sepsis neonatal, la trombosis de la vena umbilical y de la vena porta y la aparición de un acceso peri umbilical y/o hepático.
-Cómo prevenir la onfalitis
Los partos hospitalarios suelen ser una buena medida de prevención. La prevención dependerá del tipo de parto y la calidad de las medidas de higiene y cuidados en el periodo postnatal. Los antisépticos tópicos disminuyen la incidencia en ambientes de riesgo.
-Cómo curar la infección del cordón umbilical
Una vez tomadas las muestras del exudado purulento y de sangre para cultivo y hemocultivo, se iniciará el tratamiento de la onfalitis con antibióticos, siempre por vía intravenosa, el cual se prolongará de 7 a 10 días en dependencia de la evolución y de la resolución del cuadro infeccioso.