El calor puede actuar amplificando las molestias típicas que puede vivir la embarazada, además de provocar otras que están más ligadas a la época veraniega en estos nueve meses. ¿Cuáles son las más frecuentes? ¿Cuándo pueden suponer un riesgo para la salud materna?
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Para conocer cómo combatirlas hemos recurrido a la Dra. Lucía González, ginecóloga de Bmum Medical Women Care, en Madrid (www.bmum.es), que nos explica qué hacer en cada caso.
Cansancio, pesadez e hinchazón en las piernas
Sentir cansancio, pesadez e hinchazón en las piernas es una de las molestias más frecuentes en el periodo estival para las embarazadas, como confirma la experta. Es una situación que se hace más patente al final del embarazo, ya que el útero ha adquirido un mayor tamaño. Para combatir este cuadro, la ginecóloga recomienda las siguientes actuaciones:
- Reducir el consumo de sal.
- Incrementar la ingesta de alimentos ricos en potasio como el tomate o el plátano
- Hacerse masajes drenantes realizados desde los tobillos a la ingle ("en este caso podemos introducir nuestra crema corporal en la nevera para obtener un efecto más relajante").
- No permanecer durante largos periodos de pie y, "de ser necesario, emplear medias o calcetines de compresión y utilizar ropa holgada".
- Al llegar a casa, descansar con las piernas elevadas (se puede poner un almohadón bajo las piernas también en la cama) y darse una ducha de agua fría.
- Practicar ejercicio físico, pues "ayuda a combatir esa sensación de pesadez". En este sentido, la especialista recuerda que el verano "es uno de los mejores momentos para realizar entrenamientos en la piscina o en el mar, y el resultado, además de refrescante, ayuda a fortalecer toda la musculatura".
Cuando el edema nos habla de algún problema médico
El calor puede provocar esa hinchazón en los miembros inferiores de la embarazada. Pero cuando el edema afecta a la cara y las manos, es importante tomar la tensión arterial.
El edema asociado al embarazo suele ser progresivo a lo largo del día, mejora con el reposo y afecta a las dos extremidades. Pero si no afecta a las dos, si hay otros síntomas como dificultad respiratoria o cambios en la coloración de la piel, "siempre es mejor contactar con tu ginecólogo o con la matrona para descartar una patología médica subyacente", aconseja.
Qué hacer si apetece comer menos por el calor
"El embarazo, sobre todo en el segundo y tercer trimestre, requiere un mayor aporte energético", destaca la Dra. Lucia Gónzález. Es importante mantener una dieta equilibrada, aunque por el calor a la gestante le apetezca menos comer o se sienta saciada antes. "Si la sensación de saciedad es acusada, es preferible realizar comidas más frecuentes (al menos cinco) de menor cantidad", aconseja. Además, hay que buscar los alimentos más refrescantes y que puedan apetecer, como frutas frescas y verduras. "Los nutrientes clave que debemos asegurar son ácido fólico, hierro, calcio, proteínas, ácidos grasos omega-3 y fibra", subraya.
Igualmente, es muy importante que la embarazada se hidrate bien en los meses en que la temperatura es más elevada. Es recomendable que la embarazada lleve siempre consigo una botella de agua en los meses de más calor "y no espere a tener sed para hidratarse". Hay que tener en cuenta que el útero, advierte, es especialmente sensible a la deshidratación desde la segunda mitad del segundo trimestre.
Si no ingiere los líquidos adecuados y hay un aumento de actividad física, pueden aparecer contracciones. "En estos casos es importante parar a descansar, tumbarnos del lado izquierdo e hidratarnos con agua. Si persisten, o se perciben como dolorosas, lo ideal sería acudir para valoración por parte del ginecólogo o la matrona", señala.
Además, las embarazadas tienen más riesgo de mareos, entre otros factores porque manejan un mayor volumen sanguíneo. Por eso es importante aumentar el volumen de líquidos ingeridos, preferiblemente agua, "y evitar las horas de mayor calor". "Si se decide pasear o realizar algún tipo de actividad física, recomendamos hacerlo a primera o última hora del día, cuando las temperaturas son más bajas", destaca la experta.
Dificultades para dormir, ¿qué hacer?
Los problemas para dormir durante el embarazo afectan a tres de cada cuatro gestantes en algún momento de esos nueve meses. Pueden estar provocados por las náuseas, por el reflujo, por la necesidad constante de ir al baño...
Y todo eso se ve acentuado con el calor veraniego. "En general, recomendamos dormir en un lugar fresco y ventilado, limitar el uso de pantallas y cenar unas horas antes de acostarse", comenta la experta de Bmum. Además, "si lo precisa, puede tomar influsiones relajantes como la melisa o la tila". Actividades como la meditación, el yoga o el mindfulness también pueden ayudar a conciliar el sueño.