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Pediatra en su consulta atendiendo a un bebé© Getty Images

Salud

Qué debes tener en cuenta si tu hijo sufre una gastroenteritis este verano

La gastroenteritis es una de las afecciones más habituales cada periodo estival, pues hay una serie de circunstancias que favorecen su aparición. ¿Cuáles son los síntomas? ¿En qué hay que fijarse para saber si el cuadro evoluciona bien?


19 de julio de 2024 - 13:00 CEST

La gastroenteritis es, probablemente, la causa más frecuente de consulta en pediatría durante el período estival, así lo apunta la Dra. Kristina Badanicova, pediatra del Hospital Vithas Málaga. Los niños están más expuestos porque tanto los alimentos como el agua pueden verse afectados por las altas temperaturas, lo que favorece "el crecimiento de bacterias y virus".

Además, al estar más en contacto con el agua en las piscinas y otros entornos acuáticos, las posibilidades de contraer infecciones gastrointestinales aumentan de forma considerable en verano. ¿Qué hay que tener en cuenta para minimizar los riesgos? ¿Cómo abordar la gastroenteritis en esta época? La experta responde a esta y otras cuestiones.

Diferentes síntomas, según la causa de la gastroenteritis

La gran mayoría de las gastroenteritis en verano están causadas por infecciones víricas, por ejemplo, por rotavirus o adenovirus. 

Suelen empezar con fiebre y vómitos durante 1-2 días y posteriormente continúan con diarrea durante varios días

Dra. Kristina Badanicova, pediatra

 Suelen ser cuadros que no se complican y que se resuelven con una adecuada hidratación del niño. 

En el caso de las gastroenteritis bacterianas, pueden provocarlas bacterias del tipo campylobacter, salmonella o shigella. "Suelen causar cuadro consistente en fiebre alta de varios días de evolución, vómitos, dolor abdominal, cefalea y diarrea con sangre y mucosidad y suelen precisar tratamiento antibiótico", señala. 

Si, aunque se hidrate al niño como ha indicado el pediatra o se le administren los antibióticos prescritos en el caso de una gastroenteritis bacteriana, su estado no es bueno, habría que consultar de nuevo con el médico. 

Señales de alarma son cuando, a pesar de rehidratación oral, el niño está decaído, también muy irritable, tiene la boca y lengua secas, moja menos pañales de lo habitual o la orina tiene color oscuro

Dra. Kristina Badanicova, pediatra

Niña siendo explorada en la tripa por un médico© Adobe Stock

Hidratar correctamente para tratar la gastroenteritis

Cuando hay una gastroenteritis, el niño pierde sales y minerales que se van tanto con los vómitos como con las heces. Uno de los errores más frecuentes es hidratarlo solo con agua o bien con bebidas azucaradas preparadas en casa o con refrescos comerciales, cuyo efecto puede ser contraproducente, según indica la pediatra.

"Si rehidratamos solo con agua, al niño le van a faltar las sales y minerales que pierde con vómitos y deposiciones diarreicas. Las bebidas azucaradas arrastrarán más agua del cuerpo para diluir el exceso de azúcar dentro del intestino y así agravamos todavía más la deshidratación. Por ello siempre debemos utilizar el suero de rehidratación oral pediátrico que se puede adquirir en las farmacias", recomienda la especialista del Hospital Vithas Málaga.

Es habitual que el niño no muestre disposición por beberse el suero de rehidratación de la farmacia, pero hay que animarlo a que lo haga en pequeños sorbitos. De hecho, el médico indicará cuál es la cantidad óptima a tomar y el modo de administrárselo, para que no lo vuelva a expulsar, lo tolere bien y pueda ir admitiéndolo progresivamente.

Hace un tiempo se recomendaba también comida de tipo astringente cuando había náuseas o vómitos, del tipo arroz blanco. Ahora se sabe que, hablando siempre en un entorno de comida saludable, el niño afectado puede tomar lo que le apetezca en pequeñas cantidades hasta que vaya tolerando más el alimento.

Prevenir la gastroenteritis y fortalecer después

La medida más importante para prevenir la gastroenteritis en verano es extremar la higiene a la hora de manipular los alimentos, además de "mantener la cadena de frío cuando compramos en el supermercado y, por supuesto, lavarse las manos con agua y jabón", detalla la pediatra. Muchos pequeños tienden a beber agua de la piscina porque no controlan bien el nado o al jugar. Es importante que se les indique que se pueden poner enfermos si lo hacen, para que tomen conciencia, y evitarlo al máximo posible, cerrando bien la boca cuando estén en el agua.

Además de una correcta higiene, lo que más fortalece al niño es una dieta saludable y variada que se debe introducir cuanto antes, tras la rehidratación inicial con suero oral pediátrico

Dra. Kristina Badanicova, pediatra

¿Son eficaces los probióticos en el contexto de una gastroenteritis infantil? "Ciertas cepas y en dosis adecuadas han mostrado eficacia tanto para la prevención, como para el tratamiento de la gastroenteritis aguda, acortando el tiempo de duración de esta", comenta la Dra. Kristina Badanicova. En este sentido, ha de ser el pediatra el que indique cuál es el más adecuado, pues la automedicación no es aconsejable en ningún caso. Ante la duda sobre esto o si la evolución del pequeño no está siendo buena, es mejor consultar para evitar el riesgo de deshidratación o de empeoramiento en el niño.