Mujer embarazada en la playa© Adobe Stock

Embarazo

¿Puedes bañarte este verano si estás al final del embarazo?

Los últimos meses de gestación, cuando la mujer se encuentra más pesada y pueden aparecer más molestias, son especialmente complicados si coinciden con la época veraniega por el calor. ¿Cómo aliviar las altas temperaturas? ¿Se puede dar un baño la embarazada o hay algún riesgo?


17 de julio de 2024 - 13:30 CEST

Hinchazón de piernas, pesadez, dificultades para conciliar el sueño... Todos estos síntomas que pueden acompañar a la mujer embarazada, especialmente en la recta final del embarazo, se agudizan cuando hace mucho calor y vive el final de la gestación en pleno verano. ¿Hasta cuándo puede bañarse en el mar o en la piscina? ¿Qué riesgos puede haber? 

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La Dra. María Dolores Gómez Roig, especialista en Ginecología y directora del Instituto Dra. Gómez Roig en Barcelona y miembro de Grupo Top Doctors, nos aclara estas y otras dudas.

Pérdida del tapón mucoso y rotura de la bolsa de las aguas

Al final del embarazo empiezan a producirse cambios en el cuello del útero que preparan al organismo materno para el parto. Uno de ellos es la expulsión del tapón mucoso, "que consiste en la expulsión de las secreciones que se van acumulando en el orificio cervical interno, en el orificio del cuello del útero que está en contacto con la bolsa de las aguas y con el feto", explica la experta. 

El cuello del útero tiene tres partes: el orificio cervical interno, el canal del cuello y lo que se ve por fuera en la vagina cuando hay un examen ginecológico: el orificio cervical externo. "Cuando la mujer empieza a dilatar el útero, se abren ambos orificios, dejando que fluya por el canal el tapón mucoso, de forma que esas secreciones salen por la vagina", añade.

El aspecto del tapón mucoso es como el de un flujo con mucosidad, que puede tener algunos hilos de sangre de color rojo o marrón e incluso verdoso o amarillento. 

El flujo del tapón mucoso no es muy abundante y tiene una consistencia elástica. Se expulsa una vez y ya no sigue expulsándose más

Dra. María Dolores Gómez Roig, ginecóloga

Por su parte, cuando se rompe la bolsa de las aguas cae un líquido fluido y transparente (a no ser que el bienestar del bebé esté algo comprometido, en cuyo caso, las aguas pueden ser verdes o de otro color). "Pero es un fluido diferente al tapón mucoso, pues sigue goteando durante un tiempo, mientras que el tapón mucoso se expulsa de una vez", aclara.

Esas modificaciones en el cuello uterino pueden coincidir o no con el parto. Algunas veces indican que la mujer está a punto de dar a luz, y otras veces pierde el tapón mucoso y faltan aún varios días para ese momento.

© AdobeStock

¿Se puede bañar la embarazada si ha perdido el tapón mucoso?

"La expulsión del tapón mucoso avisa de que ha habido cambios en las condiciones del cuello uterino, lo que llamamos modificaciones cervicales", insiste la Dra. Gómez Roig. Esto significa que, en la mayoría de los casos, ya hay una comunicación directa entre la vagina y la bolsa de las aguas. ¿Qué implica esto para los baños de la embarazada? "Cuando el cuello se ha modificado y ya está algo dilatado, si el agua en el que hace la inmersión la embarazada no está en buen estado podría haber riesgo de una infección por vía vaginal que ascendiese a la bolsa de las aguas", advierte. "Es poco probable, y no hay evidencia científica de que la mujer no se pueda bañar en ese caso, pero como precaución cuando hay dilatación del cuello uterino sería mejor no bañarse en piscinas públicas ni en el mar", subraya.

Eso sí, mientras no haya modificaciones cervicales, esto es, mientras no haya perdido el tapón mucoso, "la madre puede hacer inmersión", puede bañarse. "De hecho, en la piscina de la sala de partos, las mujeres pueden hacer inmersión aunque estén dilatadas para paliar el dolor del trabajo de parto", recuerda la especialista de Top Doctors. La diferencia es que es un agua controlada. "Y, por supuesto, para paliar el calor lo que sí puede hacer es ducharse, pues la ducha es súper segura, aunque haya modificaciones cervicales".

A salvo del calor veraniego

Es muy importante que la embarazada siga unos cuidados más específicos en verano para evitar del todo el riesgo de deshidratación y de quemaduras solares. Por eso, ha de hidratarse mucho y protegerse del calor, "no interesan las altas temperaturas", señala la ginecóloga. Hay más probabilidades también de que se queme con el sol, pues la piel está más sensible, y de manchas en la piel, por lo que ha de usar un fotoprotector de alto índice.

Si no ha expulsado el tapón mucoso y si no está iniciando el trabajo de parto, están permitidos los baños en playa y piscina

De hecho, como destaca la Dra. Mª Dolores Gómez Roig, "la natación es uno de los deportes más recomendados durante la gestación", pero ha de hacerse en entornos seguros para eliminar el riego de infección y cuando las condiciones de la mujer lo hagan posible.