La app bautizada como ‘Cartera Digital’ entrará en funcionamiento después de verano. Así lo anunciaba esta semana el ministro para la Transformación Digital, José Luis Escrivá, al tiempo que explicaba las principales funcionalidades de este sistema del que tanto se ha hablado en los últimos meses por la importancia del objetivo por el que se va a poner en marcha: impedir que los menores accedan a contenido para adultos. La cuestión es si es factible que lo logre.
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“¿Es una medida que va a poder evitar que los menores accedan a estos contenidos para adultos por sí sola? Obviamente no”, nos dice con contundencia Laura Cuesta Cano, profesora de Cibercomunicación en la Universidad Camilo José Cela de Madrid y divulgadora sobre el uso responsable de nuevas tecnologías (@educaciondigitalparafamilias). Por un lado, porque la medida solo afecta a las plataformas de contenido para adultos que estén establecidas en España y porque los adolescentes tienen tal manejo de la tecnología que son capaces de sortear ciertos obstáculos (en este caso, no necesitarían más que utilizar una VPN y acceder, a través de ella, a páginas webs de contenido extracomunitario, según nos indica Cuesta).
Y, por otro lado, por cómo llevan a cabo los menores el consumo de contenido pornográfico: "desde los 12 hasta los 15 años, no buscan el acceso a plataformas para adultos, sino que el porno que consumen se registra más en canales de mensajería instantánea; es decir, un video que han podido visualizar o descargar alguno de ellos en una de estas plataformas, luego lo transforman en stickers y ese es el contenido que se van compartiendo y pasando a través de los chats de mensajería instantánea, ya sea por Telegram o por WhatsApp, ya por los grupos del cole o incluso por Discord o por los chats de cualquier videojuego”, detalla la experta en nuevas tecnologías. “Esto es imparable”.
¿Cómo funciona ‘Catera Digital?
La app oficial ‘Cartera Digital’ solo aborda el acceso a las propias webs de contenido para adultos o contenidos inapropiados en general para menores, “como pueden ser contenidos en los que haya consumo de sustancias, juegos de azar, etc.”. De ahí que no impida que los menores accedan a ellos por otras vías, como plataformas de mensajería instantánea o redes sociales; “para ello esta medida no va a funcionar”. Así será su funcionamiento:
- Descarga de la app y configuración de datos personales con un documento oficial. Una vez que el usuario se descargue la app, que estará disponible en todos los dispositivos móviles Androide e iOS, deberá demostrar cuál es su edad introduciendo un documento oficial del Estado (DNI electrónico, la clave cl@ave de PIN o un certificado electrónico). Es entonces cuando, en caso de ser mayor de edad, podrá solicitar las credenciales con las que podrá acceder a contenido para adultos.
- Solicitar las credenciales. La app hará entrega de 30 lotes de credenciales de mayoría de edad que tendrán validez únicamente durante un mes. El fin de esta vigencia tan corta es evitar que las páginas puedan rastrear el perfil del usuario.
- Acceso a páginas para adultos. Cuando el usuario intente acceder a una página de contenido para adultos, le aparecerá un código QR que deberá escanear con su dispositivo móvil, en el que se le abrirá directamente la Cartera Digital, desde donde podrá mostrar la credencial.
¿Realmente está garantizada la privacidad en la Cartera Digital?
Una vez que ya sabemos que, por el momento, la eficacia de esta medida es muy limitada, la siguiente cuestión es averiguar si de verdad garantiza la privacidad. “A muchos expertos, y me incluyo, nos inquieta la medida en el ámbito de la ciberseguridad y de la protección de datos porque se ha trabajado para que las propias compañías o plataformas no puedan albergar los datos personales en sus servidores, pero indiscutiblemente quien sí alberga esos datos son las propias administraciones o los gobiernos porque tú te estás registrando con la con la identidad personal, con el DNI electrónico”, informa Cuesta. “Todos estos datos van a quedar registrados por las propias administraciones y ellos van a poder, en cualquier momento, hacer esa trazabilidad del contenido que has estado consumiendo”. También son un problema las posibles filtraciones de datos. “Todos hemos sido conscientes durante durante los últimos años de los grandes ciberataques, no solo que han sufrido las grandes empresas privadas, sino también las empresas públicas”.
¿Cómo evitar entonces que los menores accedan a contenido para adultos?
“No hay ninguna medida regulatoria que sea eficaz si no hay una educación detrás por parte de las familias”, asegura la profesora universitaria en ciberseguridad. “Por mucho que las familias pidamos esa corresponsabilidad en la protección de los menores en el entorno digital, necesitamos primero que haya una implicación por parte de las familias, en este caso en la educación y formación de los menores en el entorno digital; toca formarles y educarles para que adquieran esas competencias digitales, para que utilicen la tecnología de forma segura, responsable y crítica, pero también para comenzar educación afectivo sexual desde edades tempranas”.
Laura Cuesta es consciente de lo difícil que resulta a padres y a madres hablar de pornografía con con menores a edades tempranas, por lo que recomienda por educación sexual en general y tener unas “primeras conversaciones sobre sexualidad” para que sepan qué es lo que deben hacer cuando se vayan a encontrar estos contenidos “porque muchas veces ellos no acceden a contenidos pornográficos porque lo estén buscando, sino que se los van a encontrar en esas primeras ocasiones a los 7, a los 8 años, de manera accidental, mientras que buscan otros contenidos”.
Nuestro objetivo debe ser, sobre todo en edades tempranas, lograr que cuando nuestros hijos se topen con esos contenidos “acudan a nosotros a contárnoslo y sepamos explicarles qué están viendo para que no les afecte en mayor grado y les podamos explicar el porqué no deben seguir accediendo a estos contenidos”. También es fundamental hacerles entender que “si alguien se lo manda en un chat del colegio, no deben reenviar este contenido; es decir, que estas explicaciones son, al final, sobre el respeto digital, sobre sobre la ética y sobre los valores, y se las tenemos que dar las familias en primer grado, que somos los responsables y los tutores de nuestros hijos”.