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El peligro de comprar la silla de auto de tu hijo en un lugar inadecuado

Uno de los básicos del ajuar del bebé y del niño es el sistema de retención infantil (SRI) para el coche. Hasta que pasen varios años tendrá que ir en uno de ellos. El problema es que estas sillas de auto no siempre se adquieren por los canales aconsejables.


7 de junio de 2024 - 12:32 CEST

Si hay un producto en el que no conviene escatimar recursos económicos, este es la silla para el coche del bebé y luego del niño. Esta debe cumplir con los estándares de homologación y de máxima seguridad y eso se consigue gracias a unos controles exhaustivos.

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Pero algunos sistemas de retención infantil escapan a dichos exámenes. Es el caso de las sillas que se compran online en portales de Internet extracomunitarios y también, en muchos casos, de los productos de segunda mano de esta categoría.

Por qué no es buena idea comprar la silla fuera de Europa

Los países comunitarios europeos siguen en relación a las sillas de auto infantiles unos elevados estándares de calidad y seguridad. Sin embargo, no todos los padres se hacen con los sistemas de retención infantil (SRI) de sus hijos en este entorno. La facilidad del comercio electrónico ha hecho que se detecte una mayor importación de productos extracomunitarios de este tipo.

Así lo advierten la Alianza Española para la Seguridad Vial Infantil (AESVi) y la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), que forma parte de la primera.

Para la Dra. María Jesús Esparza, portavoz del Grupo Previnfad de la AEPap, es importante recordar que el objetivo de estos sistemas de retencion infantil en los vehículos es “salvaguardar la seguridad de los bebés, niños y niñas en los vehículos y evitar daños graves cuando se produce un accidente”.  Así, según recalca, “no se deben rebajar los estándarles de seguridad, y solo la normativa europea los garantiza”.

© AdobeStock

¿Qué peligros puede correr el niño con una silla así?

Esta situación ha llevado a la AESVi a elaborar un estudio denominado “El peligro de los SRI adquiridos en plataformas de venta directa extracomunitarias”. En esta investigación, liderada por expertos en seguridad vial infantil, se ha puesto el foco en los peligros reales que puede suponer adquirir en portales extracomunitarios estos productos infantiles.

De los resultados del estudio se desprende que de los 10 sistemas de retención infantil analizados (y adquiridos en plataformas de venta directa extracomunitaria), ninguno podría haber sido homologado en esas condiciones. Esto significa que ni uno solo era apto para haberse comercializado en Europa, debido a incumplimientos normativos y técnicos. Entre ellos, destaca que ninguno de los dispositivos analizados cumplía con los reglamentos de homologación de SRI, “ni siquiera aquellos que poseían etiqueta de homologación”. Además, el 70% de las muestras no superó el test dinámico. Este es un test que garantiza la seguridad que la silla proporciona al niño en caso de impacto.

¿Qué sucede con las sillas de auto de segunda mano?

De igual forma, tanto la AEPap como la AESVi han insistido en el riesgo que supone adquirir las sillas de auto infantiles en el mercado de segunda mano. De hecho, la Alianza Española para la Seguridad Vial Infantil ya trabaja para conseguir que la Administración prohíba la venta de estos dispositivos cuando no son nuevos.

En un estudio de 2019 se llegó a la conclusión de que el 33% de las sillas de coche compradas en España eran usadas. Tal como advierte la AESVi, “la compra de sistemas de retención infantil (SRI) usados o de segunda mano es una práctica que no ha dejado de crecer en los últimos años y que, lamentablemente, también puede realizarse sin control oficial, sin asesoramiento y sin garantía sobre el producto”. Y añade: “Como consecuencia,  es posible adquirir productos sin instrucciones de uso y montaje, con deficiencias estructurales e incluso con problemas higiénico-sanitarios”. 

El problema es saber si, en caso de accidente, estos dispositivos protegerían adecuadamente al menor o no. La AESVi aboga por utilizar un servicio técnico que certifique la venta de los SRI usados para validar la venta, exigiendo unos “valores mínimos de conservación y funcionamiento de sus componentes vitales”. Y mientras este servicio de inspección se hace realidad, su propuesta es “paralizar la venta”, por el alto riesgo que supone confiar en un SRI “cuyas cualidades protectoras se han visto mermadas”.

En el estudio de 2023 donde la AESVi analizaba las sillas de auto de segunda mano se constató que los arneses y las fijaciones a la estructura del sistema de retención infantil sufrían un “peligroso deterioro”. “Los desajustes de los arneses, las torsiones de los mismos, la suciedad y el escaso mantenimiento provocan también una disfunción común y una falta de eficacia, que finalmente supondría un alto riesgo de impacto en la cabeza del niño contra una superficie rígia o la estructura del coche”, alertan.

Cuando vemos que una silla de auto infantil está deteriorada no es solo un problema estético, ya que los daños en la tapicería influyen en las propiedades de absorción de la misma. “No cabe duda de que el paso del tiempo, el uso prolongado, las variaciones climáticas o el mal almacenamiento pueden afectar gravemente a su conservación, y a menudo a la pérdida de componentes esenciales”, advierte la AESVi.