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ni a triste© GettyImages

Psicología

Cómo fortalecer la autoestima de niños y adolescentes con TDAH

Es habitual que la percepción que tienen de sí mismos se vea mermada, especialmente a medida que se van haciendo mayores y van siendo más conscientes de sus dificultades


4 de junio de 2024 - 19:06 CEST

Por las características propias del TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad), ahora denominado Atención Divergente, es común que los niños y los adolescentes que lo padecen tengan problemas de autoestima o que, al menos, tengan más en comparación con sus iguales neurotípicos. “Esto se debe a una serie de factores internos relacionados con el trastorno, pero también con la forma en que son percibidos y tratados por los demás”, indica Teresa Andrade, neuropediatra experta en TDAH (www.todotdah.com). “Por un lado, los desafíos propios del TDAH, como la dificultad para concentrarse y controlar los impulsos, pueden llevar a errores frecuentes en el aula y conflictos con compañeros y adultos. Estas experiencias negativas repetidas pueden generar una sensación persistente de frustración, y hacer que los niños se sientan insuficientes”. Si ya de por sí esto puede resultar muy complicado de gestionar desde el punto de vista emocional, es preciso sumarle las dificultades en el rendimiento académico, que son habituales. “Las malas notas y la retroalimentación negativa constante pueden minar la confianza en sí mismos”.

Además, hemos de tener muy en cuenta la percepción social y la manera en la que se suele etiquetar a menores con Atención Divergente, a quienes se cataloga, en no pocas ocasiones, como “problemáticos” o “vagos”, tal y como señala Andrade. “Estas etiquetas pueden ser internalizadas, afectando negativamente la autoestima”.

Otro factor determinante en la distorsión de la autoestima de un menor con Atención Divergente es que se les compare (o que, incluso, lo hagan ellos mismos) con otros compañeros. “Al compararse con sus iguales neurotípicos, los niños con TDAH pueden sentirse menos inteligentes, especialmente cuando observan que otros niños parecen lograr sus metas con mayor facilidad”.

La autoestima en la adolescencia cuando se tiene TDAH

Si ya de por sí el TDAH puede minar la autoestima de cualquier niño, esta es mucho más susceptible de verse afectada en la adolescencia, pues se trata de “una etapa crítica para el desarrollo de la autoestima” para todo individuo, a lo que hay que añadir los desafíos particulares que los adolescentes con TDAH afrontan y que pueden afectar su autopercepción. “Durante la adolescencia, los cambios físicos y hormonales pueden aumentar la autoconciencia y disminuir la seguridad en sí mismos. Los adolescentes con TDAH pueden sentirse aún más fuera de lugar durante esta transición”, asegura la neuropediatra. “Además, la adolescencia es un momento clave para el desarrollo de la identidad personal. Los fracasos repetidos y las dificultades pueden llevar a una visión negativa de sí mismos”.

La especialista en atención divergente explica que estos adolescentes pueden sentirse abrumados por el hecho de que se incremente la carga lectiva (con lo que esto implica en cuando a la atención y a la planificación, funciones alteradas en el TDAH), así como las expectativas hacia ellos por parte de su entorno (familia y colegio). “La presión social para encajar y ser aceptado por los pares puede ser especialmente intensa en esta etapa”, subraya Teresa Andrade. “Los adolescentes con TDAH pueden luchar más para cumplir con las normas sociales, lo que puede afectar su autoestima”.

-El enmascaramiento o ‘masking’ en menores con TDAH para encajar

La especialista recalca que muchos adolescentes con TDAH recurren al enmascaramiento (masking) para intentar encajar, algo que “implica ocultar sus síntomas o comportamientos naturales para parecer normales”, señala. “Aunque esto puede ayudarles a ser aceptados socialmente, a largo plazo puede ser muy agotador y perjudicial para su autoestima, ya que les hace sentir que deben esconder quiénes son realmente para ser aceptados”.

Adolescente en clase© GettyImages

¿Cómo ayudar a niños y a adolescentes a fortalecer su autoestima?

Sin duda, la autoestima es un aspecto fundamental a trabajar con niños y adolescentes con atención divergente desde el instante mismo en el que reciben el diagnóstico. La cuestión es cómo hacerlo. Por eso hemos preguntado a Teresa Andrade, quien nos indica que hay varias estrategias que los padres y las madres de menores con TDAH pueden seguir al respecto:

  • Crear un ambiente de apoyo. La creadora de todotdah.com subraya la importancia de crear este ambiente de apoyo, el primer paso a dar para sentar las bases de una adecuada autoestima en estos niños. “La escucha activa es clave; los niños deben sentirse escuchados y comprendidos. Practicar la escucha activa, mostrando interés auténtico por sus sentimientos y experiencias, puede marcar una gran diferencia”.
  • No etiquetarlos. “Es importante evitar etiquetas negativas y reemplazarlas con descripciones neutrales o positivas. Por ejemplo, en lugar de decir ‘eres tan despistado’, se puede decir ‘entiendo que a veces te cueste mantener la concentración, pero estamos aquí para apoyarte’”.
  • Establecer metas realistas y alcanzables. “Dividir las tareas grandes en metas más pequeñas y manejables puede ser muy útil”.
  • Celebrar cada pequeño logro. Esto “es importante para construir una sensación de competencia y éxito”, manifiesta Andrade, que recomienda también utilizar un sistema de recompensas para fomentar comportamientos positivos; sistema que, dice, es efectivo, sobre todo, cuando son pequeños. “Las recompensas no siempre tienen que ser materiales; el reconocimiento verbal y el tiempo de calidad también pueden ser muy valiosos. Por ejemplo, una recompensa no material podría ser elogiar el esfuerzo de tu hijo o de tu hija en completar una tarea difícil, o pasar una tarde juntos viendo una película en el cine”.
  • Fomentar habilidades y pasatiempos. “Al motivar a los niños a descubrir y desarrollar sus talentos, pueden mejorar significativamente su autoconfianza”, asegura. “Una manera efectiva de lograr esto es mediante la participación en actividades extracurriculares que despierten su interés y donde puedan destacar. Estas actividades pueden abarcar desde deportes hasta arte o música. De esta manera, les proporcionamos un mayor número de oportunidades para experimentar el éxito y sentirse valorados”.
  • Enseñarles habilidades de afrontamiento y resolución de problemas es esencial para fortalecer la autoestima. “Estas habilidades no solo les permiten enfrentar los desafíos cotidianos de manera efectiva, sino que también les brindan una sensación de control sobre su entorno y sus propias vidas”. De este modo, cuando los niños aprenden a identificar y abordar los problemas de manera constructiva, “se sienten más capaces y seguros de sí mismos”.
  •  Enseñarles técnicas de relajación, como la respiración profunda, la meditación o el yoga. La práctica de estas técnicas “no solo reduce la ansiedad, sino que también promueve una mentalidad más positiva, lo que contribuye a una mayor confianza en uno mismo”.
  • Buscar ayuda profesional cuando sea necesario es otra estrategia importante. “La terapia cognitivo-conductual (TCC) puede ser muy efectiva para ayudar a los niños con TDAH a cambiar patrones de pensamiento negativos y desarrollar una autoestima saludable”.

-Estrategias para fomentar la autoestima en la adolescencia

A todas las estrategias citadas anteriormente, hay algunas más que podemos sumar en la etapa de la adolescencia, que es, como ya hemos señalado en este artículo, especialmente susceptible en lo que a la autoestima respecta para quienes tienen atención divergente. Son estas las pautas a tener en cuenta:

  • Fomentar la autoaceptación. “Animar a los adolescentes a aceptar y valorar sus diferencias es fundamental para desarrollar una autoestima saludable”.
  •  Desarrollar una red de apoyo. “Ayudar a los adolescentes a formar conexiones positivas con amigos y grupos de apoyo puede proporcionar un sentido de pertenencia y seguridad”.
  • Promover la autonomía, favoreciendo la independencia y la responsabilidad. “Para lograrlo, hay que permitir que los adolescentes tomen algunas decisiones (acordes a su edad) y enfrenten las consecuencias. Esto les ayudará a desarrollar confianza en sus propias habilidades”.

En definitiva, si la autoestima es básica para el bienestar de todo individuo, mucho más aún en el caso de los niños y adolescentes con TDAH. “Y los padres tienen el poder de influir positivamente en su desarrollo emocional y social”, asegura Teresa Andrade, que manda un mensaje positivo al respecto: “con amor, apoyo y las estrategias adecuadas, los niños y adolescentes con TDAH pueden desarrollar una autoestima fuerte y alcanzar todo su potencial, demostrando que no hay límites en lo que pueden lograr”.

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