La administración de suplementos vitamínicos y minerales en la dieta de los niños es un hecho discutido y discutible. En principio, una dieta alimenticia completa y equilibrada cubre todas las necesidades del organismo infantil y, si el niño se alimenta correctamente, si come lo suficiente en cantidad y calidad, no parece que sean necesarios estos suplementos. Sin embargo, no debemos ignorar que el organismo del niño está en permanente evolución, que sus necesidades son más elevadas que en otras épocas de la vida y que tanto el crecimiento y el desarrollo orgánicos como su maduración biológica e intelectual, necesitan de un aporte de nutrientes de calidad, completo y sin carencias.
Tanto en la primera infancia como en la adolescencia, la administración de suplementos vitamínicos y minerales de garantías, a dosis de mantenimiento, pueden ser beneficiosas para la salud, y siempre supervisadas por su pediatra, pueden mejorar el crecimiento y el desarrollo y evitan desviaciones o carencias, que en general suelen pasar desapercibidas.
Las vitaminas, esenciales para el desarrollo de niños y adolescentes
Las vitaminas son compuestos biológicos que intervienen en el organismo del niño en todos los procesos metabólicos y que, junto a las hormonas y los enzimas, entran a formar parte del metabolismo celular de los órganos y de los tejidos. Se encuentran en la naturaleza formando parte de los alimentos frescos y naturales e ingresan en nuestro organismo a través de ellos, por lo que con una dieta sana y equilibrada las necesidades suelen estar cubiertas.
Todas las vitaminas son importantes y todas ellas son indispensables. Si no están presentes en la dieta alimenticia en las cantidades requeridas, aparecerán signos carenciales, los cuales en muchas ocasiones darán lugar a síntomas a enfermedades y a alteraciones importantes de la salud.
Se las clasifica en dos grandes grupos, las hidrosolubles y las liposolubles, y las más conocidas por sus funciones son: la vitamina A, que actúa sobre la inmunidad y sobre la piel y los epitelios; la vitamina D, indispensable en el metabolismo del calcio, para la formación del tejido óseo y sobre el crecimiento; la vitamina C, responsable de la lucha contra las infecciones víricas y bacterianas, la inmunidad y la cicatrización de las heridas; la vitamina K interviene de forma principal en la coagulación de la sangre; y la vitamina E, que tiene una potente acción antioxidante y su acción retrasa el envejecimiento de los tejidos.
¿Cuáles son los beneficios de los suplementos vitamínicos para los niños?
Las necesidades diarias de vitaminas vienen dadas por la edad, el sexo, el peso y por muchos otros factores individuales y ambientales. Factores tales como épocas de crecimiento acelerado, el embarazo, el ejercicio físico intenso, la edad avanzada y también factores ambientales como el frío intenso, la exposición al sol, el calor excesivo, la sobrecarga de trabajo, el estrés o las convalecencias, pueden hacer que estas cantidades varíen, que generalmente aumenten y que, por lo tanto, en esas situaciones o circunstancias los suplementos vitamínico a la dieta, en las dosis adecuadas, pueden ser necesarios y beneficiosos.
¿Los suplementos de vitaminas pueden ser perjudiciales para menores de edad?
Los tratamientos con suplementos de vitaminas deben ser dirigidos y recomendados por un médico. Aunque las vitaminas no deben ser consideradas medicamentos y si como suplementos a la dieta alimenticia, su venta se realiza en farmacias y su uso y consumo nunca debe realizarse sin consejo de vuestro médico, sobre todo en los niños, pues la ingestión inadecuada de preparados vitamínicos puede ser perjudicial para la salud, especialmente en lo referente a las dosis, al tiempo de administración y al momento de la realización del tratamiento.
¿Aumentan estos suplementos las defensas del organismo del niño?
Muchas de las vitaminas que conforman los suplementos vitamínicos son de origen sintético farmacológico. Al ser las vitaminas compuestos químicos de origen natural, es asequible su fabricación en el laboratorio, pues ya conocemos la composición de la vitamina natural y podemos realizarlo. Su composición es la misma y, por tanto, su actividad una vez absorbida por el organismo debería ser similar.
Su influencia sobre la inmunidad y la elevación de las defensas ante las infecciones es evidente, sobre todo, de aquellas como las vitaminas A, D, y C, las cuales, entre otras funciones, influyen en el funcionamiento de los linfocitos, las inmunoglobulinas y otras reacciones inmunológicas en el organismo del niño. Por lo tanto, los suplementos vitamínicos servirán de tratamiento en los casos de carencias y de prevención y resistencia en los casos de exposición ante las infecciones.