En los meses de embarazo, todo cambia, física y mentalmente, para la madre. Es tanta la transformación que supone para ella, que incluso algunos de sus órganos se recolocan.
Para saber de qué manera influye en la salud cardiovascular, hemos hablado con la Dra. Leticia Fernández-Friera, impulsora del Movimiento Corazón de Mujer y cardióloga de Atria Clinic, en Madrid.
¿Qué riesgos puede haber?
“Durante el embarazo es fundamental prestar atención a la salud cardiovascular de las mujeres, ya que, aunque muchos lo desconocen, es una etapa en la que el corazón podría ser más vulnerable”, advierte la experta. La razón principal es que durante estos meses es como si el corazón estuviese sometido a “un ejercicio de cardio y estrés metabólico máximo donde podemos predecir una futura aparición de enfermedades cardiovasculares”.
Cuando la mujer tiene preeclampsia o diabetes gestacional en estos meses, hay que considerar que son un punto de partida para una serie de revisiones periódicas que tendrá que hacerse a nivel preventivo para cuidar de su salud cardiovascular en un futuro.
“Alrededor del 15% de las mujeres sufren hipertensión durante el embarazo y, sobre el 7,5%, preeclampsia. Y esto multiplica por cuatro el riesgo de desarrollar insuficiencia cardíaca e hipertensión crónica a largo plazo y duplica el riesgo de diabetes e ictus”, señala la Dra. Fernández-Friera.
De este modo, las embarazadas que hayan desarrollado hipertensión en el embarazo deberán acudir a esos controles rutinarios y periódicos para comprobar “cómo van evolucionando los valores de presión arterial en el posparto”. De hecho, comenta la cardióloga, “hay mujeres que pueden seguir teniendo problemas de presión arterial alta después del nacimiento del bebé o empeorarlos, por lo que es importante llevar un control. Hay que tener en cuenta que la hipertensión durante el embarazo aumenta el riesgo de infarto de miocardio e insuficiencia cardíaca de forma considerable a futuro”.
¿Y si los problemas están antes del embarazo?
Cuando una mujer presenta problemas cardiacos previos al embarazo tiene que acudir antes de intentar la gestación a una de las unidades especializadas donde pueden valorar su cardiopatía y el riesgo que supondría un embarazo. Como estos problemas pueden tener distintos estadios y manifestaciones, hay que individualizar cada caso para dar una recomendación y poner en una balanza si la gestación está contraindicada de forma absoluta o relativa, y los cuidados a seguir en caso de que se intente.
Si hablamos de hipertensión antes del embarazo, “por lo general, una mujer joven, antes de quedarse embarazada no suele conocer cuál es el estado de su presión arterial. Si su estado es saludable, lo normal es que tenga una tensión sistólica de 120 mm de Hg, mientras que en la diastólica son de 80 mm de Hg”. No obstante, como recuerda la impulsora del Movimiento Corazón de Mujer, si antes del embarazo está por encima de estos valores, puede ser un síntoma de hipertensión, que habría que confirmar con distintas valoraciones que ofrezcan esos datos en varias ocasiones.
Una vez confirmada la hipertensión antes del embarazo, lo recomendable es poner en conocimiento del médico la intención del embarazo, previamente a este, para estudiar las medidas terapéuticas a seguir, por si hubiera que poner otro tratamiento más compatible.
El seguimiento del embarazo tiene que ser exhaustivo para identificar con tiempo cualquier complicación que pueda afectar al feto o a la madre. “En ocasiones y, dependiendo de la mujer, será incluso necesario tomarse la tensión a diario, sobre todo si hay presencia de diabetes gestacional,y, por lo menos cada dos o tres días para llevar un control y evitar que se produzca la preeclampsia. Si la tensión aumenta de forma significativa, se debe consultar con urgencia a un profesional sanitario”, apunta.
¿Hay problemas cardiacos que pueden aparecer por primera vez en el embarazo?
“Existe una afectación cardiaca que puede dañar el músculo del corazón durante el embarazo, o incluso después de dar a luz, como es la miocardiopatía periparto. En caso de aparición de síntomas cardiovasculares, como fatiga, ahogo, dolor torácico, arritmias, etc, hay que comunicárselo a nuestro ginecólogo, quien, según los síntomas, deberá derivar al cardiólogo para hacer el diagnóstico a través de una valoración personalizada”, descubre la especialista.
Otros problemas típicos del embarazo, como la diabetes gestacional, exigen un control muy estrecho para evitar complicaciones, y la Dra. Leticia Fernández-Friera también recomienda un buen control de peso mediante una dieta equilibrada. Además, “también hay que prestar atención a problemas de estrés y ansiedad que pueden comprometer la salud cardiovascular de la mujer durante esta etapa”, avisa.
Pero ¿influyen estos problemas en el tipo de parto? “Por lo general, las afecciones cardíacas no son incompatibles con el parto vaginal. Sí que es verdad que en ocasiones pueden ser considerados partos de alto riesgo debido a la condición cardiovascular de la mujer”, señala. En último caso será el equipo médico que lleve a la mujer el que pueda valorar la conveniencia o no de parto vaginal o cesárea, dependiendo de su estado y de su historial.