Cuando te apasiona lo que haces y te entregas a ello, el éxito -casi siempre- acaba por llegar. Nuestra protagonista, Carlota Abril, lo dejó todo para dedicarse al diseño de moda infantil , y ha creado un estilo propio que ha conquistado a miles de madres y niños, que comparten con ella su manera única y mágica de ver el universo de nuestros hijos.
-Carlota, llevas más de veinte años vistiendo las ocasiones más especiales de los niños, ¿cómo te iniciaste en este mundo?
-Todo empezó cuando nació mi hija Catalina. Le hice unos faldones con telas de tapicería que gustaron mucho y me empezaron a encargar algunos. Según crecía Catalina, Labubé iba aumentando las tallas. Y, sin darme cuenta, empecé a vestir a niños para un montón de bodas.
-¿Cómo fueron esos comienzos?
-Lo recuerdo con muchísimo cariño. Sentía una pasión infinita por lo que hacía. Empecé de cero totalmente... Trabajé muchísimo, pero no había nada que me divirtiera más. Recuerdo con un cariño especial las escapadas con mi madre a las naves de tejidos, ¡podíamos ‘perdernos’ durante horas!
“Empecé desde cero, pero sentía una pasión infinita por lo que hacía. Recuerdo con un cariño especial las escapadas con mi madre a las naves de tejidos, ¡pasábamos horas!”
-Ya entonces fuiste pionera del made in Spain, ¿qué tiene ese toque español que tanto nos diferencia?
-Cuando produces ‘en casa’, puedes hacerlo con más cuidado y mimo que si lo haces fuera. Las cosas artesanales tienen ese algo especial que, sin notarse, se aprecia mucho.
-¿Cómo es el estilo de tu firma?
-Una mezcla de personalidad, nostalgia y elegancia relajada.
-A la hora de diseñar, ¿te influyen las tendencias o sigues tu propio instinto?
-Me influye más lo que veo, la gente, el colorido... Me guío por mi instinto. Necesito sentirme libre. Me ha costado conciliar lo que le gustaba a la gente con lo que me divertía a mí, pero ya nos vamos entendiendo...
-La moda infantil española triunfa también fuera de nuestras fronteras, ¿en España se viste especialmente bien a los niños?
-Creo que nuestro país tiene mucho talento en cuanto a creatividad y moda, y eso se nota también a la hora de vestir a nuestros niños.
“Creo que España tiene mucho talento en cuanto a creatividad y moda, y eso se nota también a la hora de vestir a nuestros niños”
-Tu hija Catalina, con la que posas en este reportaje, fue la primera modelo de tus primeros diseños, ¿cómo ha evolucionado Labubé desde entonces?
-Ha evolucionado ¡muchísimo! Al principio hacíamos ropa sport, con colecciones que cambiaban por completo cada temporada... Ahora, en cambio, nos centramos más en bodas, bautizos y comuniones, con colecciones permanentes y novedades que se van añadiendo a las bases de esa colección atemporal. Además, al principio, casi todo eran estampados; más tarde, pasamos al liso, y ahora, en algunas cosas, estamos volviendo un poco más a los orígenes... Podríamos decir ya que los primeros vestidos de Labubé son vintage.
-A lo largo de tu carrera, ¿ha habido algún punto de inflexión que te haya catapultado exponencialmente?
-Sí. Nunca había pensado hacer comuniones, pero, en un momento dado, me di cuenta de que los vestidos de comunión que se llevaban eran demasiado caros y con poco estilo. Hice cuatro vestidos de comunión a un precio muy bueno, y con un diseño novedoso... Gustaron tanto que ahora son parte imprescindible de la marca.
“¿Diseñar también para las madres? Colecciones completas no, pero hacer alguna cápsula sí me resultaría divertido...”
-Y, al contrario, ¿alguna vez te has planteado tirar la toalla y cambiar de tercio?
-Cada año me planteo dejarlo todo (risas). Las temporadas de comuniones dan mucho trabajo concentrado en poco tiempo. Terminas tan agotado que, a veces, sueño con cerrar.
-Estamos en plena primavera, ¿qué tendencias vamos a encontrar en esta nueva colección?
-He vuelto a los estampados, flores, rayas, cuadros... Y tenemos una colección de “desteñidos” ¡que me encanta!
-¿Qué imprescindibles no pueden faltar en el armario de los niños en primavera-verano?
-Camisetas y pantalones de algodón anchos, con goma en la cinturilla, unas menorquinas y... ¡a jugar! Los niños apenas necesitan nada, somos nosotras las que nos complicamos demasiado.
-Tras toda esta experiencia con moda infantil, ¿nunca te has planteado hacer moda también para las madres?
-Colecciones completas no, pero alguna cápsula sí me resultaría divertido...
“Trabajar al cien por cien en tu negocio y darlo todo en casa es imposible. siempre hay renuncias. En mi caso, he dado prioridad a mi familia, y he sacrificado muchas veces la proyección de la firma por quedarme en casa“
-Siempre has hecho una producción muy artesanal, lo que conlleva muchísimo tiempo, ¿cómo ha sido conciliar tu vida familiar con levantar un negocio desde cero?
-Trabajar al cien por cien en tu negocio y darlo todo en casa es imposible. Hay que elegir, y, en cada elección, siempre hay renuncias. En mi caso, he dado prioridad a la vida personal. Primero está mi familia, y he sacrificado muchas veces la proyección de la firma por quedarme en casa.
-¿Te gustaría que tu hija Catalina siguiera tu camino?
-Lo que ella quiera. Me encanta que disfrute buscando su camino, y disfrutaré viéndola hacer lo que le haga feliz.
-¿Qué planes tienes para la marca en los próximos años?
-Me gustaría sacar colecciones cápsulas variadas, y quizás hacer realidad una idea que ronda mi cabeza, pero aún es pronto.
-Un deseo para ti y para tu familia es…
-Que siempre sepamos quién es el Camino, la Verdad y la Vida.