Cuando hay grietas, una mastitis o cualquier otro problema en la lactancia, la madre sufre dolor. Pero también cuando está dando el pecho y su bebé, de repente, le muerde. La primera vez puede que le pille de sorpresa, pero muchos lo hacen como un juego, porque están experimentando o simplemente porque quieren llamar la atención de su madre.
Carla Estévez es matrona y consultora certificada de lactancia IBCLC (www.llamaalamatrona.org). Ella nos cuenta qué se debe hacer para cortar esta conducta del niño, que puede ocasionar muchas molestias a la madre.
El primer mordisco y la gestión del dolor
Cuando el bebé comienza a tener dientes (lo más habitual es que le salgan entre los seis y los 15 meses, aunque hay algunos que ya tienen a los cuatro meses de vida), la posibilidad de mordisco al amamantar está ahí.
La primera vez que sucede lo más probable es que ella no se lo espere en absoluto. “Puede que la madre grite, se enfade o aparte al bebé”, comenta la experta. Es una reacción normal, de dolor, y, por tanto, es importante “no sentirse culpable e intentar gestionarlo de forma diferente la próxima vez”.
¿Cuál es la mejor forma de enfrentarse a ello? Estas son sus recomendaciones:
- Anticiparse al momento del mordisco. “Si es habitual que el bebé muerda al quedarse dormido, se le puede retirar el pezón de la boca con cuidado en el momento que la madre vea que se está durmiendo”. Además, antes de ponerle a mamar hay que decirle que abra bien la boca y que no muerda, porque “si lo hace, no hay pecho”.
- Si lo hace para experimentar... “Se recomienda no reír, pues lo puede entender como un juego y hacerlo más a menudo”.
- Adoptar una actitud neutra. Es mejor que la madre ni grite por el dolor ni se ría. Los bebés, aunque son muy pequeños, entienden lo que se les dice y el tono empleado para ello. Por eso Carla Estévez aconseja explicarle que “si vuelve a morder, no hay pecho”. Y, en el caso de que lo repita, “se le retira el pecho en ese momento para que lo entienda”.
¿Por qué muerde el bebé?
“No es extraño que a lo largo de la lactancia haya algún mordisco”, comenta la especialista. “Suele suceder alrededor de los ocho meses, y forma parte de su desarrollo y experimentación. Muerde para ‘ver qué pasa’. Puede suceder también que sea un mordisco involuntario al quedarse dormido. Van cerrando la mandíbula de manera natural con el sueño y si tenía el pezón en la boca, éste puede quedar trillado”, explica.
Hay otra variable que también hay que tener en cuenta: “A veces lo hacen para llamar la atención de la madre, para que le mire o haga caso mientras está al pecho. Sabemos que el momento de dar de mamar es un momento de gran conexión entre mamá y bebé, pero a veces vamos tan corriendo que estamos dando el pecho haciendo otras cosas al mismo tiempo, y el bebé nos reclama dando un mordisco”, señala Carla Estévez.
Cuando el bebé se asusta de la situación
Los dientes de los bebés, a pesar de ser muy pequeños, pueden ocasionar mucho daño al morder sobre una zona tan sensible como la mama. Además, como no tienen conciencia de lo que implica el mordisco, pueden emplear toda su fuerza, en un modo de experimentar el contacto dental con el pecho de su madre. Por eso, no es raro que con el mordisco, ella pueda emitir un grito de dolor. Y ante esto, el bebé generalmente se asusta, e incluso no quiere mamar luego.
¿Qué se debe hacer si pasa esto? Para Carla Estévez, lo mejor es “no forzar al bebé, pues lo podemos empeorar”. La situación se resuelve poniéndole el pecho a su alcance, pero “sin que el bebé note la intención de que queremos darle pecho”, pues si se da cuenta lo puede rechazar más, indica la especialistas (@llamaalamatronavigo, en redes sociales). “Un ejemplo puede ser bañarse juntos, jugar juntos con el pecho descubierto... en cualquier momento al ver el pecho cerca, se enganchará. Durante el tiempo que el bebé pase sin engancharse, la madre deberá extraerse la leche para mantener la producción y evitar molestias”, señala.
De hecho, debido al susto que le provoca al bebé el grito de la madre o su expresión de dolor, pueden llegar a destetarse. También hay mujeres que deciden el destete por este motivo. “Cada madre decide, pero siempre es preciso tomar decisiones basadas en información científica actualizada”, recalca la matrona.