mujer embarazada y su pareja© GettyImages

Maternidad

Así ayuda el psicólogo perinatal a la mujer en el embarazo y el posparto

¿Cuándo una mujer embarazada o una recién estrenada mamá debería recibir el apoyo profesional de un psicólogo especializado?


22 de mayo de 2024 - 16:04 CEST

Un test positivo de embarazo, primero, y abrazar por primera vez a tu hijo recién nacido, después, son momentos únicos que se asocian a una felicidad inmensa. Sin embargo, la realidad es que “es frecuente que a lo largo de estas etapas nos sintamos en muchos momentos navegando las aguas de la incertidumbre o en un constante vaivén emocional, desde el cual experimentemos una amplia variedad de emociones, desde la felicidad y el entusiasmo hasta la ansiedad, la tristeza o la depresión, que dificultan en gran medida que podamos mantener un sano equilibrio de nuestra balanza emocional”, explica Bárbara Huarte Rodríguez, psicóloga sanitaria perinatal y experta en (in)fertilidad y fundadora y CEO de Centro Psicológico Huarte (centropsicologicohuarte.com).

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De ahí que, en muchos casos, acudir a un psicólogo perinatal sea necesario para disfrutar del embarazo y de la maternidad como madre e hijo merecen. “Nuestra labor es poder acompañar a la mujer para ayudarle a tener una mejor gestión emocional, brindándole el apoyo, acompañamiento y las herramientas que necesita para afrontar los retos que se presentan y favorecer su adaptación”, detalla Huarte. “Este acompañamiento no solo incluye los 9 meses de embarazo, sino que también abarca el periodo durante el cual se está intentando concebir y el periodo del posparto”.

La ayuda de un psicólogo perinatal durante el embarazo

Cómo es lógico, el apoyo profesional de un psicólogo perinatal se adapta a las necesidades particulares que presenta la mujer en cada momento. Así, en cada etapa del embarazo, se pasa habitualmente por una serie de sensaciones y emociones que afectan en mayor o menor medida a la futura mamá.

1. Primer trimestre

De este modo, durante el primer trimestre, es completamente normal que la embarazada sienta emociones contrastadas, en las que se mezcle la ilusión y las expectativas de su futura maternidad con ciertos miedos. “La felicidad por la noticia puede venir acompañada de ansiedad y miedo sobre lo que está por venir”, asegura la CEO de Centro Psicológico Huarte, que indica que, teniendo esto en cuenta, el psicólogo perinatal se centrará en esta etapa, por lo general, en ayudar del siguiente modo a la paciente:

  • Explorar tus sentimientos . “Dentro de un espacio seguro de escucha y empatía, te ayudaremos a poder expresar tus emociones libres de juicios, a comprender tus dudas, miedos y expectativas sobre tu embarazo y maternidad”.
  • Establecer una conexión y un vínculo positivo con el bebé desde el principio, “a través de técnicas como la visualización, respiración y la terapia narrativa, entre otras”.
  • Facilitar estrategias de afrontamiento con el objetivo de poder afrontar las dificultades de una manera más segura y calmada. “Por ejemplo, trabajaremos estrategias de relajación y respiración, técnicas de reducción de estrés, etc”.
  • Apoyo en la toma de decisiones. “Durante el embarazo, puedes enfrentarte a decisiones importantes sobre la atención prenatal, el parto, la lactancia, cuestiones acerca de la maternidad consciente, etc. Mediante el acompañamiento psicológico podremos trabajar en qué tomes la decisión desde la información y la consciencia”.
  • Ayudar a elaborar los procesos de duelo y trauma que tienen relación con pérdidas gestacionales, neonatales o interrupciones del embarazo durante la gestación.
  • Favorecer que puedas sanar heridas emocionales del pasado o situaciones traumáticas que siguen generando malestar en el presente con procesos de terapia como el EMDR.

2. Segundo trimestre

En esta etapa suelen aparecer sentimientos de adaptación y conexión. “A medida que tu cuerpo cambia y tu embarazo se hace más evidente, tus emociones pueden variar entre la alegría y la preocupación”. Durante este período, la ayuda se centrará en los siguientes aspectos:

  • La aceptación de los propios cambios corporales. “Hablar sobre los cambios físicos que puedes estar experimentado puede ayudarte a aceptarlos y sentirte más cómoda en tu nueva piel”.
  • Fortalecer tu red de apoyo. “Te animará a mantener una comunicación abierta con tu pareja y seres queridos, creando un entorno de apoyo”.
  • Prepararte para el parto y abordar tus miedos, preocupaciones y expectativas sobre el mismo. Esto “te permitirá sentirte más empoderada y preparada”.

3. Tercer trimestre

En el último trimestre de gestación “es natural sentir una mezcla de emoción y ansiedad”. En esta etapa, la psicóloga perinatal te acompañará, como detalla Bárbara Huarte, fundamentalmente de cara a lo siguiente:

  • Gestionar la ansiedad preparto, “a través de técnicas específicas de relajación y visualización, que ayudarán a reducir el miedo al parto”.
  • Planificar el posparto. “Ppoder elaborar un plan que contemple tus necesidades emocionales y acciones necesarias a llevar a cabo una vez que nazca el bebé”.
  • Ayudarte en la práctica y mantenimiento de tu autocuidado, que “será esencial para cuidar de tu bienestar físico y emocional”.
© GettyImages

La ayuda de un psicólogo perinatal durante el posparto

Si el embarazo puede venir de la mano con emociones contrastadas, mucho más si cabe el posparto. La llegada del bebé -un ser indefenso que depende completamente de los adultos y, en concreto, de la madre-, la recuperación del parto -ya sea vaginal o por cesárea-, los cambios hormonales, la incertidumbre, la falta de sueño… pueden hacer de esta etapa un verdadero coladero emocional del que a veces es muy complicado salir, lo que puede, además, afectar al fortalecimiento del vínculo madre-hijo. Todo ello puede favorecer que la mujer se sienta “especialmente sobrepasada, vulnerable, insegura y con un estado de ánimo inestable”.

1. Primeras semanas de posparto

Al igual que durante la gestación, también en el posparto se atraviesan diferentes etapas. Así, las primeras semanas surge “un periodo de ajuste y adaptación, desde donde surgen nuevos miedos, dudas y preguntas en la madre relacionadas con la adaptación a su propio bebé”, nos cuenta Huarte, que explica también que la misión principal del psicólogo perinatal será crear un espacio seguro en el que la nueva mamá pueda sentirse acompañada, escuchada e informada. Para ello, le ayudará de este modo:

  • Identificar y expresar las propias emociones. “Podrás validar y hablar sobre tus sentimientos de alegría, tristeza o agotamiento”. No es extraño experimentar la llamada tristeza postparto o   baby blues  , pues afecta a 8 de cada 10 mujeres. “Es muy común sentirte emocional y llorosa durante los primeros días después del nacimiento debido a los cambios hormonales y el estrés del cuidado del recién nacido. Estos sentimientos aparecen en torno al 4º día posparto y generalmente desaparecen en 2º 3 semanas”.
  • Prevenir y tratar la depresión postparto. “Si estás experimentando tristeza profunda, desesperanza o ansiedad intensa durante un periodo de tiempo prolongado, la psicóloga te ofrecerá estrategias, apoyo y acompañamiento emocional para manejar estos síntomas, lo que suele marcar una gran diferencia”.
  • Fortalecer el vínculo y la conexión con tu bebé. “Aprenderás técnicas para mejorar vuestro vínculo afectivo, como el contacto piel con piel y la comunicación emocional. También puede que sea un momento en el que se inicia o mantiene (o no) la lactancia materna”.
  • Trabajar el ajuste a la maternidad. “Se suele dar un choque de expectativas vs. realidad que en ocasiones provoca que haya un desajuste de la mujer con su nueva realidad o respecto a la pareja”.

2. Meses posteriores tras dar a luz

Pasada esa primera etapa de adaptación y ajuste, aparece otra de crecimiento y autoafirmación. También aquí el psicólogo perinatal sigue brindando apoyo tanto en lo que respecta al desarrollo personal de la mujer como a la crianza de su bebé, siguiendo estas premisas:

  • Reafirmar la propia identidad, “ayudándote a encontrar un equilibrio entre tu rol de madre y tus otras identidades y roles”. En este punto, Bárbara Huarte recalca que no debemos olvidar que, con el nacimiento del bebé, nace una madre. “Puedes sentirte dividida entre el amor y la responsabilidad hacia tu hijo y el deseo de mantener tu identidad y tus intereses personales”.
  • Manejar el estrés y la fatiga, “facilitándote estrategias para cuidar de ti misma y gestionar el cansancio y las demandas de la maternidad”. Aquí la clave es aprender a equilibrar las necesidades de tu bebé con tus propias necesidades, lo cual “es un proceso continuo”.
  • Promover el autocuidado, “donde aprenderás a priorizar tu bienestar y a encontrar momentos de descanso y recuperación”.
  • Acompañar los cambios en tu propia sexualidad y la vida sexual de la pareja.